El presidente de la República, Nicolás Maduro, reveló algunos detalles, hasta ahora desconocidos, de la enfermedad padecida por el mandatario fallecido, Hugo Chávez. "Él nunca falló en su intuición. A todas las operaciones anteriores fue con espíritu de victoria y seguro de salir bien. El día en que se enteró de esta cuarta operación habló con los médicos; intuía que era el final", reseñó Maduro.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]En la entrevista concedida a la revista española "El viejo topo" Maduro se refirió a diversos temas políticos, a los retos frente al gobierno que ha asumido antes y al futuro de su gobierno.
Llama la atención la forma en que Maduro relata el episodio de la enfermedad del expresidente Chávez.
A continuación, un extracto de la entrevista:
" (...) El Presidente empezó a dar señales de que estaba enfermo, y finalmente Nicolás Maduro pasó a ser Vicepresidente…
Sí, empezó una etapa dura y difícil para el comandante cuando empezó a sufrir fuertes dolores que le afectaron a una rodilla, a una pierna, lo que en algunos momentos le impidió caminar. Pensamos que era un problema muscular, otras cosas se pensaron, hasta que llegó el momento del examen, cuando se descubrió lo que se creyó que era un tumor abcesado de fácil solución. Lamentablemente después se comprobó que era un tumor cancerígeno muy grande, muy agresivo, que se había desarrollado en poco tiempo, y que le afectó mucho durante 2011 y 2012. En sus dos últimos años de vida estuvo seriamente afectado por las operaciones, los dolores, los tratamientos, y así y todo estuvo siempre al frente, al mando de la revolución, siempre pendiente de los problemas fundamentales del pueblo, de la construcción del socialismo, de los problemas importantes en el campo internacional. No descuidó ningún frente. Aunque es cierto que disminuyó su ritmo para atender y mantener la dinámica de la revolución bolivariana. Por ejemplo, en la campaña electoral; él mismo nos dijo que se sentía como si un boxeador hubiera salido al ring amarrado de una mano.
Él peleó con una sola mano. Y ganó ampliamente. Pero de todas maneras estuvo muy afectado toda la campaña, sufriendo dolores. Los exámenes médicos que se le hicieron en esa época, hechos con las más modernas tecnologías, dieron como resultado la ausencia de células cancerígenas. Ni una sola. Sin embargo, terminadas las elecciones y después de ese gran triunfo del 7 de octubre del 2012, los dolores se incrementaron. Octubre y principios de noviembre fueron meses de muchos dolores, y cuando se fue de Venezuela para someterse a un nuevo tratamiento, se descubrió que el tumor cancerígeno se le había reproducido en el mismo lugar, y es cuando él indaga la peligrosidad de la operación que le iban a hacer. Bueno, sucede entonces todo lo que ya es conocido. Enfrenta el riesgo evidente de someterse por cuarta vez a una operación en el mismo lugar. Una operación con mucho riesgo, y él decide prepararlo todo por si acaso.
¿Era consciente Hugo Chávez de la gravedad de su situación?
Él nunca falló en su intuición. A todas las operaciones anteriores fue con espíritu de victoria y seguro de salir bien. El día en que se enteró de esta cuarta operación habló con los médicos; intuía que era el final. Me llamó el domingo 2 de diciembre. Yo estaba revisando los arreglos del nuevo Panteón de Bolívar, y utilizó una clave que habíamos acordado los dos. Eran malas noticias; eso fue un golpe… yo no sabía hasta qué grado, uno siempre es optimista, pero me dijo “Mándame una comisión”. Y yo la mandé. A La Habana. Fueron Diosdado Cabello, Cilia [compañera de Nicolás Maduro y diputada], Rafael Ramírez, y allí estaba ya su yerno, Jorge Arriaza. Eso fue, si mal no recuerdo, el 3 y 4 de diciembre. Estuvieron hablando con él dos días. Y les dijo todo lo que había pensado, el plan que tenía. Les dijo que en caso de que él faltara, que yo me encargara de preparar una convocatoria electoral, y dejó arregladas muchas cosas de tipo personal, político, muchos detalles, y mandó que la comisión regresara a Venezuela. Llegaron en la madrugada del 5 de diciembre, y fue cuando me dieron la noticia de lo que iba a pasar, la operación, y lo que él había decidido. Eso fue para mí uno de los golpes más fuertes que recuerdo.
Un golpe muy duro… saber que el comandante está en esas circunstancias… Creo que de algún modo me mandaba un mensaje para prepararme, para que yo no recibiera de repente el golpe, que pudiera digerirlo. Siempre era muy cuidadoso en todo. Y me mandó llamar. Fui para allá el 5 de diciembre. Llegué sobre las 8 de la noche y estuve con él hasta las cinco o las seis de la mañana del 6, y él conversó largamente. Testigo de esa conversación fue Jorge Arreaza, que lo anotó todo. Fue una conversación muy difícil, angustiosa, él seguía dándome instrucciones sobre muchas cosas. Se iba al futuro, me lo explicaba, y luego regresaba a donde estábamos. Yo casi no pude hablar, estaba muy impactado, era como una despedida. Y ahí él decidió regresar a Venezuela para explicar eso y muchas cosas más; al final no llegó a explicarlas todas, porque nosotros le dijimos que no hacía falta. Aterrizamos en el aeropuerto de Caracas sobre la medianoche del 6 al 7 de diciembre; yo subí en el carro con él hasta su residencia en Miraflores. Íbamos hablando, él seguía dándome instrucciones como si no pasara nada. Que si no se ha inaugurado esto, que si se tenía que hacer tal cosa… venía muy motivado, pero los dolores eran una cosa terrible. El 7 descansó, aunque lo pasó con muchos dolores, y el 8 nos reunimos, estudiamos la situación desde el punto de vista constitucional, y habló, y dijo lo que tenía que decir.
[Y lo que dijo fue: si algo ocurriera, que a mí me inhabilite para continuar al frente de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir como manda la constitución el período, sino que mi opinión firme y plena, irrevocable, absoluta, total es que en ese escenario, que obligaría a convocar a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.]
Luego se fue para ser operado, y en un momento dado de la operación casi se fue. El pueblo vivió aquello con mucho dolor.
¿Y la derecha? La derecha no cesó ni un momento de provocar al pueblo. Querían, en el caso de que se produjera un fatal desenlace, que el pueblo saliera a las calles como loco, que Venezuela entrara en una espiral de violencia. Nosotros hicimos un trabajo para extraerle al pueblo el odio que le estaban inoculando desde la derecha. En esas circunstancias, y como yo desempeñaba dos cargos, el de Vicepresidente –me había nombrado Vicepresidente antes de irse, en Octubre– surgió la propuesta de nombrar canciller a Elías Jaua, la cual él aprobó inmediatamente, y a partir de ahí Elías asumió la cancillería y yo la Vicepresidencia, en medio de aquellas circunstancias tan dolorosas, con aquella incertidumbre, con momentos de mejoría del comandante, con otros muy difíciles que nos tocó afrontar, y teníamos que prepararnos para lo que nunca pensamos que llegaría a pasar. Hasta el último segundo de ese día 5 de marzo tuvimos la esperanza de que él superaría esas circunstancias.
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