La crisis del ajuste disfrazado

Córdoba, la tercera ciudad de Argentina ha vivido 24 hs de caos, heridos y muertos. Tras una huelga de policías provinciales que dejaban a la ciudad desprotegida, al menos 15 supermercados, más locales comerciales y casas particulares fueron objeto de hurtos y saqueos.
El gobierno central seguía las noticias por el telediario, y como es costumbre, salió al día siguiente a deslindar responsabilidades, aduciendo que el gobernador de esa provincia no había solicitado ayuda. A 50km de los hechos, la Gendarmería también miraba por TV sin recibir la orden de la presidente de intervenir.

¿Si Bilbo, Iruña, Valencia o Barna padecieran la misma violencia, el gobierno nacional miraría para otra parte?

Con las reservas cayendo a 100 millones de dólares por día, la recaudación también en picada por debajo de la inflación, el cepo al dolar y la inflación disparada, la anomia y la inacción del gobierno es total.

El deterioro social se agudiza dramáticamente en Argentina. A los saqueos en la ciudad de Córdoba se han sumado otros en otras provincias como Catamarca, Neuquén, Santiago del Estero y en populosos distritos del gran Buenos Aires como Glew, Guernica, La Matanza...
El maquillaje impuesto por el gobierno con un aparente cambio de actitud del nuevo jefe de gabinete no ha surtido el efecto deseado. La parálisis productiva sumada a una altísima inflación está quebrando el orden social a pesar que no son las mismas circunstancias coyunturales de 2001.
Entregar al vicepresidente Bouduo a la Justicia parecería ser otro gesto gatopardista para mantener la gobernabilidad sin que nada cambie. Tal vez el tiro pueda salir por la culata, y a pesar de las presiones que sufren los fiscales por parte de la Procuradora General, Gil Carbó, no solo los diferentes  juicios que involucran al vicepresidente prosperen, sino que sigan adelante los expedientes que involucran a la mayoría de los funcionarios kirchneristas incluida la presidente fantasma.

Hoy martes se cumplen 30 años de una ininterrumpida corrupción democrática, inestabilidad política y económica y disgregación del tejido social, que tiene su climax en los últimos 10 años de kirchnerismo.
Nadie en su sano juicio comulga con la idea de festejar algo tan cruel, solo los anormales disfrutan de la angustia y del sufrimiento. Menos aún en las circunstancias dramáticas que vive el país, con hurtos y saqueos en 15 provincias que tienen atemorizada a la población.
Sin embargo los periódicos y la televisión invitan a los ciudadanos a asistir a la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, a la "celebración".
¿Pretenden que el pueblo sin transporte, sin combustible, sin clases, encerrado en sus casas festejen la democracia?

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]La bipolar festeja con sus lacayos burlándose y provocando al pueblo. No importa los diez muertos que ha provocado el caos desatado en el país, no importa la pérdida de los bienes que sufrieron comerciantes y casas de familia en 15 provincias argentinas.
A este monstruo insensible solo le importa llegar a obtener la aprobación de la reforma del Código Civil para lograr la impunidad.