El Estado
Estado es el nombre que se da al más frío de los monstruos fríos. El Estado miente con frialdad, y de su boca sale esta mentira: “Yo, el Estado, soy el pueblo”.
¡Qué gran mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos, por la fe y el amor; así sirvieron a la vida. Aniquiladores son quienes ponen trampas a la multitud, y denominan Estado a tal obra; suspenden sobre sus hombros una espada y cien apetitos.
Donde todavía existe pueblo, éste no entiende al Estado, y le odia, considerándole como mal de ojo, como un crimen contra las costumbres y los derechos.
Todo en él es falso; con dientes robados muerde, ese mordedor. Hasta sus entrañas son falsas.
Confusión de lenguas del bien y del mal: esa señal os doy como señal del Estado. ¡Y en verdad, esa señal indica voluntad de muerte! En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte.
(Seguiré)
El Postiguet