El día en que enterramos a Antisozzial
–Queridos feligreses, antes de cubrir de tierra a nuestro hermano Antisozzial, de la cual vino y a la cual va, recemos una oración y confiemos en que subirá al cielo, y en la diestra del Padre estará por los siglos de los siglos cantando hosannas y tocando la alegre lira plateada.
Todos los presentes, con el rostro compungido de dolor, rezaron quedamente. Tras la oración silenciosa, los empleados funerarios fueron depositando el féretro delicadamente al fondo del foso. Alguien dio el primer paso y lanzó una pequeña paletada de tierra; otros, especialmente las mujeres, fueron depositando flores: una rosa, un rojo español clavel, una azucena, un lirio… y en la cara de alguna de ellas y ellos, como por ejemplo en Pur, dos lágrimas como dos perlas rodaron por su mejilla.
El LocoLucas, como Presidente de aquella noble comitiva, sacó de un bolsillo un papel y leyó, diciendo antes que era el testamento manuscrito del propio finado, entregado pocas horas antes de su muerte. El papel decía así: “Mi paz os dejo, mi paz os doy, pero no os la doy como el mundo la da”
Todos se quedaron perplejos, porque, aunque lo intuían, nunca pensaron que algo tan sublime naciera de Antisozzial, declarado por el mismo como el más “paca”, cosa que nadie creía, pues su humanidad, amabilidad, templanza, dulzura, camaradería, solidaridad y el enorme respeto hacia todos era el brillo más constante de su andanza por el Foro, y es más, justo es reconocerlo, aparte de su belleza espiritual, poseía la belleza física varonil más perfecta, propia de una escultura griega. En verdad podemos decir que era conocido como “Anti el Verbenas, caprichito de las nenas.
El Postiguet, que siempre andaba mareando la perdiz como es su costumbre, dijo que aquel papel, más que un testamento funerario, era un acertijo, que el Anti, tras su dolorosa para todos desaparición del mundo, quería ponernos a prueba, y que esperaba descifráramos su mensaje.
Marapez propuso que se hiciera una especie de juego para ver quién adivinaba las intenciones del finado. Ronaldo, tan propio a los juegos de quita una “a” y pon una “h”, aplaudió la iniciativa. Tinajas dijo que adelante con los faroles. Nerón que la idea le parecía oportuna, mientras que LaLoL@ creyó ver cierta picardía por parte de Anti.
El Secretario del Foro, Panoramix, propuso dar un premio a quien descifrara el enigma, consistente en un chorizo de Cantimpalo. Todos, en especial los españoles, dijeron que de chorizo ya estaban hartos, mejor un tarro de miel de la Alcarria. Tay expuso que fuera un jamón y Batty dijo que un viaje a Zaragoza a la Basílica de la Pilarica, sería lo conveniente, ya que el Anti era mañico.
Sin concretar el premio todos se dieron a la busca, a descifrar aquel papel tan extraño. Comenzaron a llegar ideas. Jimo dijo que Anti nos quiso transmitir que en el Foro no hubiesen más conflictos; alguno dijo que nos dejaba la paz porque era cosa barata, como comprada en un chino, ya que Anti, con el enorme gasto de su ático no tenía un centavo. Lucas dijo que igual era el deseo de que colocáramos ese epitafio en su tumba; Marapez dijo que le sonaba como una estrofa de “La Dolorosa” zarzuela desarrollada en Aragón. Y así fueron apareciendo ideas, ideas, ideas… que no agradaban a la mayoría; todos decían que Anti quiso dejarnos otro mensaje diferente con esa carta.
El Postiguet, que le daba a los jeroglíficos como Rajoy a las televisiones de plasma, creyó haber encontrado el enigma, y dijo que Anti pretendió dejarnos la receta de una comida que en Aragón, en el alto y el bajo, se conoce entre los pastores: LAS MIGAS. Bueno, lo tomaron por loco, o que ya por los años chocheaba cantidad…
Pero, loco o cuerdo, chocheando o no, nos dio esta explicación:
“Ya sabemos que Anti se esforzaba en escribir mal para no identificarse como uno de los foreros más cultos de “Todos los Foros” o del universo universal; que por otra parte su condición de maño hacía estar enamorado de todo lo aragonés; que le gustaba el morapio de Cariñena; y que siendo zagal en su juventud, pastoreando cabras y ovejas por el Moncayo, aprendió el buen hacer de las migas de pastores. Él no quiso decir mi PAZ os dejo. Observen ustedes la Z, no es más que una N girada. Eso es lo que quiso decirnos: MI PAN OS DEJO… y todos sabemos que para hacer una migas es necesario el pan, por eso nos dijo que no nos lo daba como todo el mundo, pues él, hombre tan especial, no lo daba especialmente con unas uvas moradas de las empleadas para hacer el buen vino tinto de Cariñena”.
Ante esta exposición todos se quedaron perplejos, no por la interpretación, que podía ser correcta, sino porque El Postiguet no es que chocheara, es que había emprendido el mismo camino que Antissocial: el camposanto. Los años no perdonan.
Esta es la historia, así me la contaron y así se la cuento a ustedes.
El Postiguet