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Eduardo Van den Eynde es el portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria, está en tratamiento después de recaer del cáncer por segunda vez
"El Gobierno tiene que entender que los enfermos no podemos seguir así"
¿El cannabis con fines terapéuticos? "No pueden ir contra un producto que le hace bien a la gente"
06/03/2017
08:42Si tu abuelo murió de cáncer, si tu padre murió de cáncer, si los
cinco hermanos habéis tenido cáncer, si dos murieron por ello, si tú también lo tienes y esta es tu segunda recaída en cinco años, si te extirparon medio pulmón y después de todo lo vivido con la enfermedad te queda aire -y determinación- para contarlo; entonces se puede decir que eres una voz autorizada entre los enfermos y conviene escucharte.
-¿Cómo estás?
-Llevo cuatro días aquí, tirado en casa. Dos en la cama, con
Nana -un bulldog francés- a los pies. Los otros dos como un fantasma. La mierda de la quimio... ¿Tú sabes cómo te deja la quimio?
-No.
-Yo sí.
-Eduardo, ¿qué es lo que pides?
-
Que se legalice el uso del cannabis en España con fines terapéuticos... Mira, es una cuestión de ética moral básica: tú no puedes ir contra un producto que le hace bien a la gente sólo por prejuicios.
Podría ser el testimonio de uno de los muchos pacientes oncológicos que piden lo mismo. Pero es mucho más: Eduardo Van den Eynde es el
portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria -el primer político
popular que da este paso desde la experiencia propia- y también es un enfermo en tratamiento que hace lo que puede para sufrir menos.
Eduardo -el político- tiene las defensas altas. Eduardo -el enfermo- las tiene bajas: en la mesa del salón, en esta casa de Santander, hay un libro de Antonio Escohotado con un marcapáginas. Se titula
Frente al miedo.
"Yo era un fumador compulsivo. Me fumaba dos paquetes de Ducados al día. Una vez me detectaron un enfisema pulmonar y desde entonces comenzaron a hacerme revisiones anuales. En una de esas revisiones, hace algo más de cinco años, me vieron la mancha.
Eran dos centímetros de mancha. Y así empezó esta historia".
Si tiramos del
curriculum vitae al uso, leemos que Van den Eynde es santanderino de 57 años, historiador, especialista en arqueología medieval, técnico de empleo de profesión, miembro del Comité Ejecutivo Regional del PP cántabro, diputado regional desde 2007 y presidente de la Comisión de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Parlamento de Cantabria.
Si tiramos de este otro
curriculum vitae que es el historial médico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, leemos que a Van den Eynde le diagnosticaron un
adenocarcinoma en 2011 y que entonces perdió medio pulmón derecho, que tuvo una recaída en 2014 y que vieron una afectación en los ganglios a la altura del esternón, que en octubre de 2016 tuvo una segunda recaída con un tumor localizado en la pleura. Y que ya ha perdido la cuenta de los devastadores ciclos de quimioterapia y radioterapia recibidos. En ocasiones incluso a la vez. Como la metralla de una explosión que te deja tirado.
"Aquello de los dos tratamientos juntos lo recuerdo con pavor", evoca. "La
quimio y la
radio juntas son muy jodidas... Tienes un cansancio monstruoso que te impide levantarte, un desánimo tremendo, como si tuvieras una gripe muy bestia, la sensación de estar envenenado... Psicológicamente te deja roto. Yo mismo tuve una depresión importante".
"Entonces decidí probar a ver cómo me iba el cannabis para mejorar esos efectos secundarios [los enfermos lo toman en forma de aceite o con vaporizador] y
los cambios fueron rápidos. No iba tan postrado, recuperé el ánimo, el apetito, porque en ese momento todo te produce un asco tremendo. Hasta pude dejar la benzodiacepina (Valium) para dormir y los ansiolíticos".
Aquí la que duerme como si hubiese tomado de todo es
Nana, a la que su dueño acaricia con una mano y con la otra señala en la agenda lleno de resignación: "Está apuntado. El 15 de marzo. Ese día es el próximo ciclo de quimioterapia".
El alegato de Van den Eynde llega providencial porque coincide con una
Proposición No de Ley de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados en la que, por primera vez, se pide exclusivamente "regular y facilitar el acceso a los tratamientos terapéuticos con cannabis y derivados de éste bajo estricta indicación y supervisión médica para aquellas patologías en las que haya demostrado eficacia o el facultativo lo considere indicado". Como quien dice, Eduardo el enfermo pidiéndole a Eduardo el político que haga algo.
"Vas al oncólogo, tú no le dices nada y él no te dice nada. Pero si le comentas que qué le parecería usar cannabis para paliar los efectos de la enfermedad,
el médico te dice que haces muy bien".
Él fue al hospital, le contó a la doctora, sacó el tema del modo señalado, sugirió ese remedio y la conversación acabó así: "'Te parecerá una tontería lo que te he contado', le dije a mi oncóloga. 'No es ninguna tontería', me contestó".
Hace tiempo escribió en su cuenta de Facebook: "Otra vez, y ya van nueve, me encuentro en un ciclo de quimioterapia para tratar un cáncer del que ya van dos recaídas, aunque con una supervivencia de cinco años, que espero superar ampliamente. Mi mujer dice que a la tercera va la vencida, lo que genera algunas dudas, siendo la principal que está por verse
quién vence a quién".
Eduardo Van den Eynde -el diputado regional- sigue entero después de 10 años ejerciendo la política. A Eduardo Van den Eynde -el enfermo- le falta medio pulmón después de cinco peleando contra el cáncer.
Pero el tipo tiene resuello de sobra. El día a día sin pensar demasiado en el cáncer. No hacer muchos planes. Ir a tocar la guitarra con su grupo. Hacerse preguntas que tengan respuesta.
"Hay evidencias científicas de sobra. Muchísimos países hacen uso médico del cannabis. La pregunta es por qué no se regula aquí. La respuesta es que hay prejuicios ideológicos...
Tengo la esperanza de que el Gobierno entienda que los enfermos no podemos seguir así. Sería tan ridículo como tener prohibidas las anestesias y que la gente fuera operada mordiendo un palo con los dientes".
Eduardo probó en tiempos el consumo lúdico y ahora lo que pide es una pauta médica para soportar la tralla del tratamiento.
-¿Crees que en tu partido serán favorables al cannabis terapéutico?
-[Es el momento en que suspira, se sube los calcetines azul marino y se encoge de hombros] Yo estoy convencido de que
nunca nos opondríamos a una iniciativa como esta, de que nunca dejaríamos que la gente siguiera sufriendo.
Eduardo tose suavemente, se levanta, regresa con algo, nos enseña un poco de marihuana,
Nana se pone a olisquear la hierba, luego -un poco decepcionada, como la que esperaba otra cosa- vuelve a su posición natural.
El debate científico
"El uso del cannabis con fines terapéuticos es legal en países como EEUU (más de la mitad de los estados), Alemania, Italia, Canadá o Israel, pero no está permitido en España: aunque el consumo no está penado, sí lo está su distribución, sea ésta con fines compasivos o medicinales".
Lo recuerdan en el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, donde llevan años trabajando para regularizar la sustancia con fines terapéuticos. Carola Pérez, su presidenta, añade: "Nosotros pedimos que haya sentido común y sensibilidad porque hay muchas personas sufriendo".
José Martínez Orgado es responsable del servicio de Neonatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y actualmente investiga el papel neuroprotector de los cannabinoides en un tipo de lesión neonatal. "El cannabis no es bueno para todo, decir eso no es cierto. Pero existen evidencias científicas más que suficientes para regularizar su situación con fines terapéuticos".
Según el científico, actualmente hay unos 300 ensayos clínicos en todo el mundo con THC (tetrahidrocannabinol) y en torno a 90 con CBD (cannabidiol). "Hablamos de epilepsia refractaria en niños, de dolor, vómitos, espasticidad, artritis, enfermedades inflamatorias intestinales...", enumera. "A los recién nacidos se le administra morfina y derivados; y más droga que la morfina no hay, la heroína es una pequeña transformación de la morfina. ¿Por qué no ocurre lo mismo con el cannabis? Los pacientes no quieren esperar, si tienen un malestar insoportable, actúan".
Miguel Ángel Seguí es portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica y oncólogo médico en el Hospital de Sabadell. Guarda muchas más reservas que su colega. "No hay demasiadas evidencias de que la sustancia aporte mucho en cuestiones de cáncer", dice, "lo que no quiere decir que no mejore algo el tema de la falta de apetito o las naúseas [efectos secundarios del tratamiento]".
Según Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid, "es el momento de que se deje de mirar para otro lado". "Hay decenas de miles de enfermos que toman cannabis medicinal. Con el actual sistema abocamos a los pacientes no sólo a la inseguridad jurídica, sino también a la inseguridad sanitaria. Por eso hay que regular el uso terapéutico".