¡Pobre Rajoy! es tanta su desesperación al verse despachado de Catalunya de una patada en delicada parte, que ahora se dedica al cultivo del perejil. Como se entere Aznar, pues Perejil es su isla, la vuelve a tener clara, y no de huevo precisamente.
Rajoy, como Manolete, no sabe torear y a torero se mete.