¿y qué otra cosa es el amor si no la idealización de un ser común que consideramos único y especial...?

Nunca amamos a nadie: amamos, sólo, la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos.
Fernando Pessoa

Cómo muchas veces se nos ha dicho, en la vida todo son ilusiones. Vemos en ese otro, objeto y sujeto de nuestro amor, cualidades que son reflejo de aquello que poseemos, que deseamos ver y que sentimos que hay, aunque tales cosas existan o no.
Amamos desaforadamente, de todo corazón y cuando el amor falla comenzamos a ver al otro tal como Dios lo trajo al mundo -es un decir- y empezamos a descubrir que ese del que nos enamoramos no existe, salvo en la imagen que formamos de él en nuestra mente.

Ustedes qué opinan, amamos un concepto de la persona o a la persona real.

No se la respuesta, pero se que a veces amamos algo diferente.Algo
que nos falta.

Pregunta Sukubis:
Ustedes qué opinan, amamos un concepto de la persona o a la persona real.


Cuando es un amor, luego de compartir con alguien , primero como amiga
y después nos enamoramos , si creo que amamos a la persona real.

“En las minas de sal de Salzburgo echamos en las profundidades abandonadas una rama de árbol deshojada y dos o tres meses después la hallaremos recubierta de cristalizaciones brillantes. Las más pequeñas ramas, aquellas que no son más gruesas que las patas de un pájaro, estarán guarnecidas por una infinidad de diamantes deslumbradores y no podremos reconocer la rama primitiva.
Lo que yo llamo cristalización, es la operación de nuestro espíritu que encuentra en el objeto amado cada día nuevas perfecciones. (…) este fenómeno que yo llamo cristalización tiene su origen en la naturaleza, que nos ordena gozar y que nos envía sangre al cerebro para que los placeres aumenten con la perfección del objeto amado.” (Sthendal, Del Amor, 1822)

Supongo que viene a decir lo mismo, que la rama desnuda es la otra persona, y que le vamos poniendo detalles propios para que sea especial, adornándola...

Ronaldo512 escribió:

No se la respuesta, pero se que a veces amamos algo diferente.Algo
que nos falta.

Pregunta Sukubis:
Ustedes qué opinan, amamos un concepto de la persona o a la persona real.


Cuando es un amor, luego de compartir con alguien , primero como amiga
y después nos enamoramos , si creo que amamos a la persona real.

Tiendo a coincidir contigo, aunque puedas conocer mucho a la persona, no se llega nunca a conocer completamente a alguien. Creo que aun así idealizamos al menos en parte al otro.

Tinajas escribió:

Estoy de acuerdo con lo que expones en el post, Sukubis, nos amamos a nosotros mismos o lo que nos gustaría ver en el otro que buscamos como ideal de persona, el único amor incondicional seguramente es el de la madre a su hijo.

En una relación de amor de pareja aunque tratemos de tener un proyecto en común y compartirlo con el otro, desde la sexualidad a la compañía y afinidades, nuestro Ego nos traiciona constantemente y proyectamos nuestras cosas y pensamientos en la persona que amamos, y para amar hay que aceptar como se es sin más condiciones, no intentando cambiar, ni cambiarnos a nosotros para gustar mas, hay que ser naturales eso es no perder nuestra identidad ni hacérsela perder al otro.

Decía el venerable Lama Zopa: "Mientras no consagres tu ego al servicio de los demás tendrás problemas, incluso aunque todos los seres de la tierra te amen".

Somos la medida del propio amor que damos y somos además el espejo que refleja a los que reciben ese amor. Muchas veces no estamos conscientes de amar ese reflejo, ni de las proyecciones que hacemos. No aprendemos tampoco a responsabilizarnos por todo lo que sentimos, decimos y pensamos. Qué decir de los que hacemos. Elegimos pensar que sólo actuamos en consecuencia, cuando la verdad es que todo es una elección. No siempre consciente. Una reacción.

Más que poner el ego a trabajar en función de otros, lo primero es asumir nuestro ego, que es lo mismo que decir nuestro yo y aprender a ser responsables de eso que sentimos, pensamos, decimos y hacemos. Mucho cambiaría en nuestras relaciones personales si fuésemos conscientes de esto.

Tatsumaru escribió:

“En las minas de sal de Salzburgo echamos en las profundidades abandonadas una rama de árbol deshojada y dos o tres meses después la hallaremos recubierta de cristalizaciones brillantes. Las más pequeñas ramas, aquellas que no son más gruesas que las patas de un pájaro, estarán guarnecidas por una infinidad de diamantes deslumbradores y no podremos reconocer la rama primitiva.
Lo que yo llamo cristalización, es la operación de nuestro espíritu que encuentra en el objeto amado cada día nuevas perfecciones. (…) este fenómeno que yo llamo cristalización tiene su origen en la naturaleza, que nos ordena gozar y que nos envía sangre al cerebro para que los placeres aumenten con la perfección del objeto amado.” (Sthendal, Del Amor, 1822)

Supongo que viene a decir lo mismo, que la rama desnuda es la otra persona, y que le vamos poniendo detalles propios para que sea especial, adornándola...

Maravilloso Tatsumaru

Sukus, te felicito por el hilo, me gusta mucho. Participaré...

Besos!

Querida Suku, ¡me has hecho caso!. Me alegro de que hayas abierto el tema.

Creo que amamos un ideal imaginado, siempre, incluído el caso del amor a uno mismo.

Nunca conocemos realmente a nadie, ni nadie se conoce realmente. Y menos en estos tiempos, donde nadie hace caso de sí mismo, sino de las convencionalidades. Todos quieren ser más altos, más jóvenes y más guapos...¡ah, y tener razón!. Pero nadie se pone a quererse con virtudes y defectos, porque las virtudes se destacan pero los defectos se rechazan, nada de pulirlos...En los demás queremos ver lo mismo, hasta que llega el "zarpazo" y esa persona nos daña; entonces vemos que "no era como pensábamos",¡claro, nunca lo es!....,lo que no sé es si hace falta que lo sea.

Pues si Atlántida, hice caso a tu sugerencia.

Creo que a esto del amor, no terminamos de agarrarle el truco. No creo que sea necesario conocer 100% a nadie para amarlo, porque si no no amaríamos a nadie, incluidos nosotros mismos ya que cada día -si tenemos la suerte- nos sorprendemos de facetas de nuestro ser que nos sorprenden.

Yo amo a mis hijas, pero no las conozco al 100%, ni lo requiero. Las amo a pesar de sus defectos y por sus defectos. De la misma manera creo que me aman a mí.

Se puede amar a otro sin idealizarlo, creo que no. Nos ilusionamos y eso es lo que le da alegría a la aventura de amar a ese otro. Lo soñamos, lo presentimos y en el camino vamos desmitificando ese ideal. Quizás en ese momento, como apuntaba Ronaldo, el sentimiento que nos inspira aquella persona sea lo suficientemente fuerte como para quererlo a pesar de haber roto el molde ideal que habíamos construido.

Creo también, que como dice Tatsumaru, aprendemos con el tiempo a adornar y embellecer, a cristalizar, la imagen que tenemos de esa persona, porque el tiempo al lado de alguien enriquece la imagen o la percepción que tenemos de ella. En definitiva, pienso que lo que hay es que profundizar y lograr ver más allá de la apariencia superficial.

Yo pienso que no siempre se idealiza al ser amado, si por idealizar se entiende enamorarse de una persona creyendo que es mejor de lo que en realidad es, o que tiene más virtudes y menos defectos de los que en realidad tiene.

A mi me gusta enamorarme del defecto, o de la imperfección, y acostumbrarme a ellas hasta que, con el tiempo, en vez de desilusionarme, acabe consiguiendo que no las vea como tales.

Por supuesto, para terminar enamorándose de la imperfección, hay que dejarse seducir por la virtud, pero sin ensalzarla, solamente en la medida que el otro pueda ofrecerla, porque así es como se evita querer cambiarle, y se acaba deseando que no cambie.

Hola tay, este proceso nunca es transparente, ni es puro, todo pasa por la percepción y nuestra percepción sólo ve lo que quiere ver y generaliza, eso es lo que se llama idealización.
Es común en el uso de atribuciones. Atribuimos pensamientos y conductas o como decía Tinaj proyectamos en el otro cosas nuestras. No somos capaces de reconocer en otro aquello que no conocemos por experiencia personal. De modo que terminamos idealizando, creyendo que lo que creemos es lo que existe y amando eso que hemos creado.
Que se corresponda o no con la realidad... puede.
No tiene que ver con ver defectos y enamorarse de imperfecciones, si no que tales defectos e imperfecciones son el resultado de nuestra visión personal del sujeto objeto de ese afecto.

Saludos

Conocía la cita de Pessoa, es muy buena. A mi se me ocurre también: Amamos la idea de amar a alguien.
Queremos ver cualidades que poseemos, reflejadas en la otra persona porque, de alguna manera, nos garantiza afinidad.
En la fase de enamoramiento, si pienso que nos dejamos llevar por una corriente de expectativas y un concepto dimensionado por la ilusión y porque dimensionarlas nos genera admiración. Y la admiración es esencial para el enamoramiento.
Pero es con el tiempo cuando verdaderamente se ama a la persona
que realmente es, o lo que llegamos a conocer de ella, con sus virtudes, sus defectos... Para mi éste es uno de los grandes ingrediente del amor, el respeto.

Batty escribió:

Conocía la cita de Pessoa, es muy buena. A mi se me ocurre también: Amamos la idea de amar a alguien.
Queremos ver cualidades que poseemos, reflejadas en la otra persona porque, de alguna manera, nos garantiza afinidad.
En la fase de enamoramiento, si pienso que nos dejamos llevar por una corriente de expectativas y un concepto dimensionado por la ilusión y porque dimensionarlas nos genera admiración. Y la admiración es esencial para el enamoramiento.
Pero es con el tiempo cuando verdaderamente se ama a la persona
que realmente es, o lo que llegamos a conocer de ella, con sus virtudes, sus defectos... Para mi éste es uno de los grandes ingrediente del amor, el respeto.

Si, aunque no lo tengo muy claro. Siempre tiene que suscitarte expectativa, emoción, cierto vértigo y desconcierto la persona sujeto de ese amor. Si "te lo sabes" llega un momento a ser todo tan predecible que la sensación de estancamiento sería fatal.
Creo, como me decía alguien muy querido, que debemos conservar siempre un secreto, cierto misterio. No implica no ser transparente, si no, no perder el atractivo.

Siempre puedes responder, nada...

Sukubis escribió:

Siempre puedes responder, nada...

jaaaaa qué buena!!! Pero no cuela y es peor. Yo pienso que le pregunta sería (si te ven pensativa...): Te preocupa algo??

No sé, es lo que yo preguntaría, si es que le pregunto. Porque considero que si tiene que decirme algo lo hará sin que yo le pregunte. No es fácil Sukus, la verdad que no lo es.

Yo discrepo, Sukubis.
Sí que pienso que en las fases iniciales de enamoramiento se idealiza al otro. Pero pasada esa fase, muchas parejas profundizan en un concepto de amor más real, menos idealizado, y conscientes de los defectos mutuos.
Y fuera del amor de pareja, está claro que el amor a un hijo, por poner un ejemplo, no tiene nada de idealización. Un buen padre llega a amar a sus hijos por encima de lo que se ama a sí mismo.

Sart escribió:

Yo discrepo, Sukubis.
Sí que pienso que en las fases iniciales de enamoramiento se idealiza al otro. Pero pasada esa fase, muchas parejas profundizan en un concepto de amor más real, menos idealizado, y conscientes de los defectos mutuos.
Y fuera del amor de pareja, está claro que el amor a un hijo, por poner un ejemplo, no tiene nada de idealización. Un buen padre llega a amar a sus hijos por encima de lo que se ama a sí mismo.

¿Y en qué difieres?... a pesar de lo que dices, amas la imagen que tiene de ellos. La imagen, puede acercarse o no a lo que realmente son en esencia, pero sigue siendo una imagen, ergo una idealización. Que a pesar del uso común dado a la palabra no tiene que ver con el enamoramiento taimado e idealista de algo que no es pero parece.

Yo creo que coincidimos y no te has dado cuenta.

jajajaj, no, no, y no!!!.
O no me has entendido, Suku, o no me has querido entender.
Creo que cuando llevas mucho tiempo con una persona, a nivel de pareja, ya no idealizas. Puedes amar a alguien ciñéndote objetivamente a sus virtudes y sus defectos. Sin idealización alguna. Eso es lo que yo opino. No sé si coincide o no con lo que opinas tú...

Yo también lo pienso... Hay una cita que dice: El amor es ciego pero el matrimonio le devuelve la vista (matrimonio, convivencia o los años...). Al final, sí terminamos por conocernos bastante.. Las cosas buenas, las malas... Si siempre idealizáramos, no veríamos nunca los defectos.

¿Quien llega a conocerse a sí mismo? Mal se podría conocer a otros, si no alcanzamos a conocernos a nosotros mismos.

En el proceso de aprendizaje, hay algo que se llama la generalización. Aprendemos qué es una pelota una vez... las demás veces, sea grande, pequeña, dura o blanda, sabemos que es una pelota. Incluso en una imagen bidimensional. Eso es igual cuando conocemos a alguien... no llegaremos a poder conocerlo, ergo amamos la imagen que se produce de esa persona en nuestra mente...

Y Sart, si te entiendo.

Sukubis escribió:

¿Quien llega a conocerse a sí mismo? Mal se podría conocer a otros, si no alcanzamos a conocernos a nosotros mismos.

En el proceso de aprendizaje, hay algo que se llama la generalización. Aprendemos qué es una pelota una vez... las demás veces, sea grande, pequeña, dura o blanda, sabemos que es una pelota. Incluso en una imagen bidimensional. Eso es igual cuando conocemos a alguien... no llegaremos a poder conocerlo, ergo amamos la imagen que se produce de esa persona en nuestra mente...

Y Sart, si te entiendo.

En profundidad nunca llegaremos a conocer... Pero si es cierto que no todos somos iguales, y que hay personas que nos gustan más que otras. Personas con las que compartimos una forma de ver la vida, ideas, hobbies...lo que sea que para nosotros es importante. Y más o menos te puedes hacer una buena idea de cómo es la persona. Si no fuese así, todo el mundo nos serviría para ser nuestra pareja...

Besoos