Akra-Leuke
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 | | Tema: TEMA PARA DEBATIR, SI SE QUIERE Miér Dic 18, 2019 11:09 pm | |
| . TEMA PARA DEBATIR, SI SE QUIERE No cabe duda, y no es bueno mirar hacia otra parte o peor aún negarlo, que España vive una profunda crisis política que perjudica a su economía, y por ende al bienestar de sus ciudadanos, y en gran parte es debida a la Constitución última que no se ha sabido desde su nacimiento (o no se ha hecho por miedo) adecuarla correctamente a la diversidad de sus pueblos y a sus hechos diferenciales, excepto en el País Vasco y Navarra.Nuestra Constitución es un modelo que supura por sus suturas autonómicas, y que cada vez que existe una recesión económica, ya sea por unos mercados defectuosos, ya por el complejo sistema financiero internacional o bien (o mejor dicho mal) por las posiciones geoestratégicas de las grandes potencias.Pero pensemos en lo nuestro. Hoy observamos que los socialistas catalanes, el PSC, partido federado con el PSOE, por medio de su recién elegido secretario general, el señor Iceta, no le teme pronunciar que España es una nación de naciones, o sea, un Estado plurinacional, mientras, por otra parte, abogan por un nuevo modelo territorial basado en el federalismo. Dos ideas a mi parecer completamente opuestas pues mientras el federalismo se fundamenta en la igualdad de las partes, la idea plurinacional resalta los hechos diferenciales entre unas partes y otras, pensando que no se pueden tratar de idéntica manera. Ciertamente al señor Iceta no le falta razón, Catalunya se ve encorsetada en el modelo actual de las autonomías, y necesita un mayor espacio, un espacio que no tiene por qué ser el mismo que otras regiones o naciones. Los problemas catalanes son muy diferentes a los que padece Extremadura, por poner un ejemplo. Y esto puede entenderse en base a los problemas cultural, lingüístico, económico o de estatus. Este no reconocimiento es el que ha llevado a la gran explosión del nacionalismo separatista, antaño minúsculo, es, como digo siempre, el vicio del político español, crear conflictos en vez de solucionar los existentes, y éstos magnificarlos.¿Se puede combinar esas ideas dentro de un mismo Estado? Por supuesto que sí, pero hace falta reconocer la realidad, querer corregirlo, y ponerse a trabajar en un plano más estatal que partidista. El propio PSOE, un partido de ámbito españolista que se manifiesta por una descentralización del Estado de corte federal, tiene un grave problema para identificar qué tipo de federalismo defiende, pues también se habla del “asimétrico” reservado para aquellas partes que se consideran nacionalidades con competencias propias como podía ser en su día tener ejército o el derecho a la autodeterminación.No obstante lo que sí parece estar claro que por parte del PSC nunca optaría, como en el caso de ERC o JxCat, a una proclamación de independencia unilateral, aunque ciertamente tampoco se opondrían a ella si ésta tuviera, una vez declarada, el reconocimiento internacional, hoy por hoy muy complejo y no fácil de conseguir.Las deficiencias estructurales que padecemos en España, tras ya varios años de no solucionar sus necesidades, no se corrigen por parte de los políticos, que deben ser los encargados de la misma, y la forma del Estado y su distribución del poder es una de las principales como el de la riqueza, cada vez en menos manos. Tanto es así que el enorme desempleo y las desigualdades sociales dimensionadas tras el gobierno de Rajoy no solo se mantienen, sino que se aumentan causando despego en los ciudadanos hacia la política, así como también la aparición última de fenómenos retrógrados y/o populistas como una rotunda respuesta de la indignación ciudadana. El caso de Vox así lo atestigua.Vemos, por tanto, que partidos tradicionales como PSOE y PP, padecen ellos mismos esta anormal situación. Una amplia mayoría de sus votantes se han radicalizado hacia perspectivas más extremas, con lo cual han conseguido una mayor fragmentación partidista y la imposibilidad de formar gobiernos estables. Pero, por otra parte, el miedo a presentarse como irrelevantes ante sus votantes, les impide consensuar grandes acuerdos que permitan al país avanzar en aquellas reformas constitucionales en el plano territorial y en el plano social la lucha verdadera contra el paro y la desigualdad, favorecer el crecimiento económico, la creación de riqueza y el avance tecnológico.Quizás los políticos piensen que el ciudadano o es tonto o no se preocupa de sus problemas, cosa incierta, pues vemos como en el CIS el principal problema para los españoles es el paro y en segundo lugar los políticos, porque entienden que no hacen su labor, sino que llegan a la política para solventar sus intereses, y si pueden complicar más los problemas, los complican.. | |
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