¿Por qué llamar Felipe al posible futuro rey de España?
La primera respuesta que se me ocurre es porque a sus padres les dio la gana, y sobre esto nada que objetar. Pero dudo que hasta el nombre del que fuera Príncipe de Asturias, y heredero de la corona española, se eligiera por que sí. En ciertos niveles de la política, no se da puntada sin hilo.
De todos los reyes que ha tenido España, creo que Felipe V, Borbón francés, es el que ha dejado un gran conflicto entre los españoles que, visto a los años que lleva vivo, es muy difícil de solucionar, y no es otro que la uniformidad de España con las leyes castellanas y toda la centralización que trajo desde Francia: La supresión de las leyes catalanas, de los fueros catalanes, y hasta de la intentona de suprimir la lengua eliminando los funcionarios nativos por funcionarios castellanos, nos está pasando una factura muy grande.
Catalunya, antes de la llegada del Borbón a Madrid, aceptaba de buen grado la monarquía pactada. Esto es, que fuera garante de sus libertades, de sus fueros, de su soberanía, contribuyendo a ello con los estipendios que se acordasen. Ni el rey, ni el Príncipe en su nombre o motu propio, podían abolir leyes, o legislarlas, sino más bien obligarse a ellas, cumplirlas y hacerlas cumplir. Así consta en los diversos documentos firmados existentes.
Pero Felipe V, auspiciado por las Cortes Castellanas, ávidas de gobernar todo el país bajo sus leyes, y el interés personal del conde-duque de Olivares, aprovechándose de una guerra sometieron a Catalunya (también al reino de València) a las leyes de Castilla. ¿Y ahora qué?… Ya tenemos un conflicto, que, pese a dictaduras, pronunciamientos militares y absolutismos pasados, el problema cada día está más enquistado.
Al margen del tema, que ahora no corresponde, de si la monarquía era la mejor solución en la llamada Transición, aunque tal vez sí para el franquismo, habida cuenta que el rey juró las leyes del Movimiento Nacionalsindicalista, elegir para el sucesor el nombre de Felipe, teniendo en cuenta lo que hizo el anterior “Felipe”, no parece muy acertado. Con tanto santo como tiene el santoral católico, al menos 365, elegir este nombre con las repercusiones políticas que se puede pensar, y que en siglos no se ha sabido solucionar, parece algo extraño.
