[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]El contradictómetro del Gobierno El Gobierno apenas lleva tiempo al mando, pero ya acumulan algunas
contradicciones importantes. Primero y fundamental entre lo que dijeron
que harían y lo que hacen y segundo entre lo que hacen y lo que
confiesan pensar. Es de esperar, como buen Gobierno que son, que la
lista aumente, así que este post tiene vocación de ir creciendo en el
tiempo. La última actualización es del 14 de febrero.
El increible déficit menguanteEl segundo Consejo de Ministros del Gobierno vino con sorpresa: la estimación del Ejecutivo era que el déficit público era dos puntos mayor
de lo que el anterior Ejecutivo había asegurado. Eso, traducido a euros
alcanza la nada despreciable suma de 20.000 millones de euros de deuda
que no se habían contado. La reacción socialista fue inmediata: negarlo y
decir que, en todo caso, ese déficit no era estatal, sino autonómico,
a sabiendas de que el PP controla la inmensa mayoría de las autonomías
del país. La clave es precisamente esa, que el cálculo era adelantado,
no definitivo. Ningún país europeo había dado esos datos tan pronto,
pero un Gobierno que no llevaba ni dos semanas en el cargo lo
adelantaba. Montoro, ministro de Hacienda, corrió a señalar a los
socialistas como responsables de la ocultación de datos que hacía imposible calcular bien el déficit.
Con tamaña desviación era necesario tomar medidas: subir impuestos,
recortar aquí, recortar allá, emprender una reforma financiera y una
laboral, no importa lo duras que sean. Ahora que todo eso ya está hecho
salta la liebre: Europa sospecha que el Gobierno trucó las cifras de déficit para que el cierre de 2011 pareciera peor y que así 2012, año íntegramente gobernado por el PP, acabara con una mejora sustancial. El Gobierno ya ha salido en tromba a desmentir esa información.
El ‘malentendido’ de las primariasEsperanza Aguirre, la mejor enemiga en el seno de los populares,
suelta a pocos días del inicio del Congreso Nacional del PP que deberían
ser los militantes quienes decidieran quién es el presidente
del partido. Horas después preguntan a la ‘número dos’ del partido,
María Dolores de Cospedal, y asegura que ha hablado con Aguirre y que todo ha sido un malentendido que va a matizar.
Malentendido o no, la propuesta acabará llegando al Congreso del
partido con apoyos como el de Cristina Cifuentes, fiel ‘aguirrista’ y
recién nombrada delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid.
Una reforma laboral… que no crea empleo¿Para
qué sirve una reforma laboral? En primer término para muchas cosas,
pero en segundo término y como objetivo final siempre servirá para
intenar crear empleo. Es lo suyo. Así lo veía el ministro de Economía,
Luis de Guindos, que aventuró que la recién aprobada reforma laboral
tendría “efectos positivos a medio plazo”.
Por si alguien entendía que eso significaba que se iba a crear empleo
ahí estaba Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, para decir que no, que no creará empleo “por sí misma”. La pregunta es entonces saber para quién serán positivos esos efectos a medio plazo si no es para los trabajadores.
No abaratar, sino rebajarHasta siete veces aseguraron diversos responsables del Partido Popular que la intención no era abaratar el despido, sino la contratación.
Según la recopilación de El País, Mariano Rajoy, Esteban González Pons,
Cristóbal Montoro y hasta la cuenta oficial de Twitter del partido
recogieron esta promesa. Mes y medio después, ya en el Gobierno,
aprueban una reforma laboral que hace justamente lo contrario.
La caza al guiñolNada mejor para exacerbar el patriotismo que un enemigo común.
Resulta que un programa humorístico francés -nada menos- ha ironizado
con el dopaje español. Será porque en este país no nos burlamos
-humorísticamente- del resto de vecinos, o porque ningún deportista
español ha dado positivo por dopaje nunca. La cuestión es que el tema no
sólo ha enervado al común ciudadano, sino que ha picado en el Gobierno:
Margallo, de Exteriores, y Wert, de Deportes -entre otras cosas-, se
lanzaron al ataque furibundo como una cuestión de Estado.
Que si denuncias, que si “ataque xenófobo”, que si protesta formal, que
si “mal gusto”. Hasta que llega Rajoy y después del papelón prefiere
solventar el tema: suelta un muy gallego “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio” y santas pascuas.
Usted al dictado, pero yo doy parteMariano Rajoy, entonces líder de la oposición, acusó al Gobierno de
Zapatero de actuar al dictado de Merkel a la hora de tomar decisiones.
Luis de Guindos, ministro de Economía, avisaba al comisario europeo Oli
Rehn de cómo iba a ser la reforma laboral que dos días después
presentaría en sociedad. El alemán escuchaba asintiendo, como quien oye
recitar la lección a un alumno.
¿Agresiva? ¿Quién dijo agresiva?Por si ser pillado con las manos en la masa haciendo lo que
criticabas de tu antecesor no fuera suficiente, mejor aventurarse a dar
una explicación absurda.
El ministro De Guindos, después de que una cámara le pillara diciendo
que la reforma laboral iba a ser “extremadamente agresiva”, matiza sus
palabras: claro, la reforma laboral será “extremadamente agresiva…
contra los problemas del empleo”.
Vendo armas, pero no vendo armasEl ministro de Defensa, Pedro Morenés, trabajaba en una de las
mayores exportadoras de armas del país. De hecho, por sus manos pasaron
las bombas de racimo que España había prohibido en virtud de un acuerdo
internacional pero que estallaron en la reciente guerra de Libia. La
contradicción en este caso viene por la declaración de bienes del propio
Morenés, que hasta hace poco aseguraba que en 2007 dejó de trabajar con
dicha empresa… hasta que se supo que trabajó en ella hasta 2009. Los detalles sobre tan turbio pasado laboral, por cierto, no aparecen en su biografía ministerial.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Médico, pero sin serloTomás Burgos es el nuevo secretario de Estado de la Seguridad Social,
‘número dos’ de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Hasta ahí bien. El
problema viene cuando en La Moncloa le presentan como médico, pero
resulta que no lo es. Y no lo presentan una vez, sino dos. Primero en la
web de La Moncloa y después en la biografía oficial en la web del
ministerio. Pero El País ha llamado para preguntar y resulta que no, que
el máximo responsable del servicio público sanitario de nuestro país no tiene la licenciatura en medicina,
aunque hayan dicho que sí. Por si deciden cambiar la biografía tras
haberse descubierto la falsa atribución de méritos, las capturas
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Embajadores de carrera, o noEl ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció apenas una semana después de ser nombrado que los embajadores serían diplomáticos de carrera
salvo casos excepcionales. El anuncio lo hizo en la toma de posesión
del secretario de Estado para la UE, lo que debería dar seriedad a las
palabras del ministro… pero claro, era el 28 de diciembre. Menos de cuarenta días tardó en olvidar esa excepcionalidad
para poner a Federico Trillo al frente de la embajada más importante,
la de EEUU, quién sabe si como pago del partido a los servicios
prestados por el exministro por la asesoría prestada a los variados
miembros populares salpicados por la corrupción.
Medio ambiente sui generis¿Es imaginable un insumiso como ministro de Justicia? ¿O un
analfabeto al frente de Cultura? No hay mayor contradicción que poner al
frente de un ministerio a quien contradice la esencia del propio
ministerio. Es el caso de Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura y
Medio Ambiente, que será el encargado de defender la sostenibilidad
medioambiental a pesar de tener intereses claramente contrapuestos.
Cañete tiene acciones por 325.000 euros en dos empresas petroleras.
Lógico de alguien que es un conocido coleccionista de automóviles
antiguos, con siete coches llenando los garajes de sus cuatro casas: un
Morgan; un Unipower 1300 GT del ’67, un Suzuki Vitara, un Mercedes
Benzdel ’83, un Volvo S40 T4 de 8, un Austin Cooper del ’67, un Alfa
Romeo del ’71 y una Scooter Piaggio.
Contrato único: sí, pero noLuis de Guindos, anterior cabeza de Lehman Brothers a este lado del charco, escribía un artículo en The Wall Street Journal
poco después de convertirse en ministro de Economía. En él sostenía que
era necesario simplificar los modelos de contratación vigentes en
España, ya que más de cuarenta posibilidades eran excesivas. Defendía
crear un contrato único con estas palabras:
Actualmente tenemos unos 40 tipos diferentes de contratos
de empleo. Esto tiene que simplificarse: un único contrato a tiempo
completo con cláusulas comunes para todos los nuevos trabajadores, y
otro para cubrir la contratación a tiempo parcial.
Veinte días después es la titular de Empleo la que rechaza el contrato único porque, en sus palabras, es “inconstitucional”.
Control presupuestario, pero sin controlDe Guindos, titular de Economía, aventuraba que equilibrar la balanza del déficit estatal pasaría por un férreo control presupuestario a las autonomías.
El ministro al que más se ha rectificado en público en el nuevo
Gobierno no tuvo una, sino dos respuestas. Primer Gallardón, ministro de
Justicia, dijo públicamente estar en desacuerdo y después Montoro,
ministro de Hacienda, le rectificó.
El paro lo primero, después del aborto y CiudadaníaMariano
Rajoy ganó las elecciones un 20 de noviembre, formó Gobierno un mes
después y en su primera comparecencia fijó las prioridades de su
flamante Ejecutivo. Con cinco millones de parados y una previsión de
déficit alejada de las exigencias de la Unión Europea, Rajoy dejó claro
que el desempleo y luchar contra la deuda pública serían sus
prioridades.
Pero sus ministros deberían estar en otras cosas cuando él hablaba,
porque apenas un mes después de esa priorización intervenían ante las
comisiones del Congreso para fijar sus prioridades. Las primeras
acciones contra el paro y el déficit fueron, por este orden, deshacer la
Ley del aborto y eliminar educación para la Ciudadanía.
La Ciudadanía que adoctrina… u otraEl ministro Wert era entrevistado en la Cadena SER poco después de
comunicar la eliminación de Educación para la Ciudadanía en su primera
intervención como titular de Cultura y Educación. En el primer tercio de
la conversación el ministro cita dos ejemplos para demostrar que es una
asignatura “adoctrinadora”. El problema: que las citas pertenecen a un ensayo de Akal, no a un libro de texto como él asegura. Es lo que pasa cuando uno sólo lee un tipo de medios y les da credibilidad absoluta.
¿Lo mejor de todo? Después de quedar en evidencia, el ministro aseguró que en ningún momento dijo que la cita pertenecía a un libro de Educación para la Ciudadanía. ¿Entonces?
Matrimonio gay: en contra, pero a favorEl Partido Popular presentó un recurso contra el matrimonio
homosexual ante el Tribunal Constitucional. Corría el año 2005 y siete
años después esa asamblea de Ents que tiene nuestro sistema judicial
sigue sin decidirse. Mientras, y aunque la ley sigue recurrida, algunos
de los máximos representantes del Gobierno van en contra de su propio
partido. Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso, casaba a
homosexuales siendo alcalde de Vitoria. O, más llamativo aún, Alberto
Ruiz Gallardón, actual ministro de Justicia, hacía lo propio como
alcalde de Madrid. El propio Gallardón, cabeza visible del sistema
judicial patrio, dice que no aprecia inconstitucionalidad en la ley y le
contesta su compañero en Interior, el catoliquísimo Fernández Díaz
diciendo lo contrario.
El problema son los inmigrantes, pese a los datosEl ministro de Cultura y Educación tuvo prisa por señalar a los
culpables de los problemas de nuestro sistema educativo. ¿Cambiar el
plan con cada cambio de Gobierno, como él mismo ha hecho nada más
llegar? No, los inmigrantes. Según el ministro es difícil enseñar en
Ceuta y Melilla “por la avalancha marroquí”.
Lo difícil realmente es afirmar eso cuando los datos oficiales del
propio ministerio indican que ambas ciudades autónomas están por debajo de la media nacional en porcentaje de extranjeros: Ceuta es la de menor incidencia y Melilla tiene casi la mitad de incidencia que la españolísima capital.
Subir impuestos: antes no, después síDurante toda la campaña electoral varios representantes del PP se
llenaron la boca de acusaciones contra el Gobierno socialista por su
política en materia de impuestos. Subir impuestos era una medida
inaceptable, venían a decir. Apenas unas semanas después, ya instalados
en la Moncloa, subieron los impuestos. A la izquierda el actual ministro
de Hacienda cuando rechazaba la medida, a la derecha la actual
vicepresidenta anunciando la medida.
A los toros, como los francesesEl ministro de Cultura quiso poner en marcha la vuelta al escenario
cultural en el que enmarcó el Gobierno socialista al toreo, pero
dignificándolo y protegiéndolo de agresiones. Así, dijo que Francia marcaba el camino a seguir
creyendo que el país vecino había iniciado trámites para que las
corridas fueran declaradas Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. Pero nada
más lejos de la realidad: una ONG animalista preguntó al Gobierno
francés y éste le aseguró que nada más lejos de su intención.
Al parecer los taurinos pidieron ‘asilo’ en Francia tras la prohibición
de los toros en Cataluña, pero la petición puso en pie a los
antitaurinos galos y no prosperó.
Empleos al pesoCon el Partido Popular lanzado en las encuestas, la campaña electoral
se convirtió en un paseo militar. Preso de la euforia, Esteban González
Pons, portavoz del PP en su última etapa en la oposición, se atrevió a
poner un número: el objetivo del futuro Gobierno sería la creación de
3,5 millones de puestos de trabajo. La apuesta era demasiado arriesgada,
así que acabó rectificando.
Bonus track: merecemos un Gobierno que no nos mientaen el enlace ...estan las pruebas en forma de video.