A pesar de mis años no logro aprender, creo que cada uno tenemos una personalidad y por mucho que seamos conscientes de lo mal que nos va con ella, no podemos cambiarla, está implícita en nuestros genes. Mi personalidad me causa muchos disgustos y sinsabores y es mi ingenuidad respecto a los amigos, yo llamo amigo rápidamente y no solo lo llamo, sino que lo siento, me doy al completo, incluso en personas que no conozco personalmente.
Podéis creerme si os digo que simplemente por una relación epistolar, al poco tiempo ya quiero a esa persona, me preocupo por ella, enseguida la hago un hueco en mi corazón y comprendo que eso es un error, pues luego me llevo unas desilusiones tremendas y no es porque yo lo haga para recibir lo mismo que doy, pero no nos engañemos, a todo ser humano le gusta y necesita ser correspondido.
Tengo grandes amig@s, pero no solo para las diversiones, sino también, como hace unos meses que me han operado y allí estaban a la cabecera de mi cama, pidiendo permisos en sus trabajos para atenderme, me han mimado y me han colmado de atenciones, me han llevado y traído, en fin algo que yo sé apreciar en lo que vale. Creo que la familia son los amigos escogidos por ti, ya que al ser escogidos son mucho más afines a ti y lo que hacen no es por obligación, es por cariño.
Claro que el tener la suerte de esas amistades me ha costado muchas decepciones, ya que al tener un amigo así, te cuesta desechar a 99 que no lo merecen, no obstante es un buen negocio sacar uno de verdad de 100
En los momentos tristes de tu vida es cuando te das cuenta quien son amigos de verdad y quien solo lo parecen.
Seguiré sufriendo decepciones, pero es el precio que pago por tener AMIGOS y no “amiguetes”
Estoy conforme con mi forma de ser.