Carne Cruda

marapez escribió:

Mira, no es lugar adecuado para ello, pero te contestaré para que no vayas pregonando por ahi que eludimos el debate:

No nos escucha, o mejor dicho no hace caso:

Quien tiene la obligación de representarnos y no lo hace.

Los chorizos que se meten en política para sacar dinero de los demás.

Los que se venden a las grandes fortunas perjudicando a unos pocos a unos muchos o al vecino.

Los que creen que somos borregos y nos pueden manipular con una televisión autonómica que usan solo para autobombo y censuran aquello que no les conviene.

Los que vieron venir la que se venia encima y siguieron pensando que superman aparecería para salvarnos.

Los que permiten que haya señres o señoras que se auto-asignan una jubilación millonaria, dejando a sus empresas y sus empleados en la ruina.

Los que se dan cuenta de que el sistema no fuciona, pero siguen empeñados en usar el sistema, provocando que los que dejemos de funcionar seamos los ciudadanos.

Los que deberían aplicar las leyes y cerrar los paraisos fiscales y encerrar en la carcel a especuladores, usureros y ladrones que llevan decidiendo como manejar las riendas de este y de otros muchos paises.

Los que después de esta mierda deberían haber dimitido y no lo han hecho, y continúan criticando a los demás pensando que son "divinos".

Y sobretodo... los que después de oir todo esto, no solamente permiten que les sigan tratando de la misma manera, sino que además critican y menosprecian (cuando no insultan) a los que han decidido decir basta y poner todos los medios a su alcance para evitar, al menos, que esto vuelva a ocurrir... es decir, a gente como tu.

Espero haberte contestado.

Saludos

Y yo espero que te hayan escuchado... Yo lo he hecho.Gracias, mara!!

Un abrazo!

Un abrazo Majo... gracias por leer.

Venid a las cloacas

17 oct 2011

El sábado en la manifestación había un chico que llevaba una camiseta suya: letras rojo sangre chorreantes sobre un fondo negro. Como si fuera una metáfora de uno de estos días: el fondo es negro y la gente está harta de que les den tajos y les sajen y les hierve la sangre como un grito. Un grito como el suyo… No era ni mucho menos un grito tan sucio, tan desagradable, tan violento ni tan asesino ni tan destructivo como el suyo, pero expresaba la misma hartura que ellos cantaban con esa voz berreante que parecía tener un cáncer de garganta. A pesar de las distancias, cuando vi a aquel chico con la camiseta pensé que aquella llamada desde las cloacas seguía berreando hoy más que hace unos meses y que aquella era la perfecta banda sonora para tirar piedras con la boca, que es lo que pide este día a día. Y eso hizo la gente el sábado, salir de las cloacas y gritar como si respondieran a la llamada de su canción “Venid a las cloacas”. Como dice esa canción, la gente se ha hartado de vivir en un rincón de mierda, entre cuatro paredes, de vivir en bloques verdes con tensión, agobiados del mal olor de aceite de cocina barato, se han cansado de soportar las cuatro paredes, los impuestos y la humillación, se ha cansado de vivir en la Ciudad Satélite con el barro hasta el pantalón y sólo una miserable parada de metro que les une con el centro del universo donde se decide cómo llevarles al matadero o a la paredón. El sábado la gente salía de los rincones de su ciudad para reunirse en el centro como las ratas de la canción que salen a destruir las heces que deja la sociedad. Los currelas, los curriquis de barrio, los amigos del obrero, el obrero, los nacidos del polvo de un borracho y una puta, estaban allí. Lo ha dicho el ex presidente Aznar: “son marginales, marginales de extrema izquierda”.

Pues hay miles de marginales de extrema izquierda en medio mundo y de todas las edades. Algunos hasta tienen un aspecto saludable. Todos están hartos de los eunucos mentales y han salido a tocar por cojones ruido fuerte y contundente y a tocarles los cojones para asustar a los concejales que se van indignados a protestar al mismo ayuntamiento de la capital, como cantaba aquella banda salvaje. El sábado sus letras volvieron a sonar en mi cabeza. La camiseta de aquel chaval de unos 20 años, mucho más joven que aquella banda trapera y cutre, me hizo pensar que no todo está muerto. Puedes quedarte en casa y decir que esto no cambiará nada, que es un movimiento ingenuo, que es todo sentimiento pero sin un claro pensamiento, que no quedará en nada… Por lo pronto, hoy en Alemania el gobierno le ha dicho a los bancos que a partir de ahora va a ser la política la que empiece a mandar porque así lo está pidiendo la calle. Por lo pronto, eso son propuestas que se están empezando a realizar. Haber cuanto tardan aquí en escuchar el grito de las ratas.

Tampoco parecía que aquel grupo hubiera quedado en nada y 30 años después un chaval de 20 tacos lleva orgulloso su camiseta. Y cada día más ratas salen de sus cloacas al exterior en todo el mundo al grito de “Venid a las cloacas”, a cambiar las cloacas y hacerlas un poco más habitables. No todo está perdido…

Hoy volvemos a escuchar el grito de aquellas ratas que salieron de las cloacas, de la mugre, del barro. Asquerosos, sucios, inmundos, ninguna banda ha expresado con tanta violencia, tanta crudeza y tanta rabia, el asco, la desesperación y la ira de los que llevan una vida de mierda en una Ciudad Satélite entre cuatro paredes malolientes a miles de kilómetros del bienestar con los pantalones metidos en el barro y explotado como un cabrón. Ninguna banda ha sacado tanta poesía de la mugre, de la basura, de la bazofia. Ninguna ha puesto voz como ellos al curriqui barriobajero, al bastardo, a las ratas, a los desheredados, los manguis, los olvidados, los obreros, los habitantes del descampado, los nacidos del polvo de un borracho y una puta, los descastados. Ninguna banda hasta entonces, ni ninguna después, ha sido tan extrema, tan guarra, tan zafia, tan amenazante, tan incontrolable. Eran demasiado grasientos, demasiado indecentes, demasiado ásperos, demasiado calorros, demasiado punks incluso para el punk. Ellos fueron los primeros punks sin saberlo. Los primeros salvajes. Los destructores de las buenas costumbres, del buen gusto y los creadores de un nuevo universo en el que se podía gritar con la voz destrozada que querías destrozarlo todo y pegarle fuego. Los ingleses tuvieron a los Sex Pistols. Los yanquis a los Stooges y los Ramones. Nosotros tuvimos a unos tipos mucho más guarros y marginales, escupidos de la boca de Dios: La Banda Trapera del Río…

Los mudos hablaron a los sordos‏

18 oct 2011

Ocurrió el pasado 12 de marzo pero sigue siendo actual hoy y lo será mañana y me temo que también pasado mañana porque lo que pasó entonces sigue pasando ahora. Ocurrió en Roma. Se celebraba el 150 aniversario de la creación de Italia, la fiesta nacional. Para festejarlo tuvo lugar un concierto al que asistía el presidente Silvio Berlusconi y otros miembros del gobierno italiano. Dirigía la orquesta y coro, el temperamental Riccardo Muti que precisamente hoy llega a España para recibir el Premio Príncipe de Asturias, con Leonard Cohen entre otros.

Se representaba el Nabucco, la ópera de Verdi que evoca la esclavitud de los judíos en Babilonia y que alcanza su momento álgido en el famoso “Va pensiero”, entonado por un coro de esclavos que cantan a su tierra perdida y a la libertad del pensamiento ya que sus cuerpos están presos. En Italia, este canto es un himno a la libertad desde que se estrenó en 1842, cuando los italianos aún estaban bajo el dominio de los Habsburgo. Y el pasado 12 de marzo, al llegar a ese momento, una ola de emoción insólita recorrió el teatro de Roma: “El silencio se llenó de verdadero fervor cuando el coro entonaba el lamento de los esclavos "Oh patria mía, tan bella y tan perdida”, explicaba Riccardo Muti después. Puede verse en las imágenes. Termina el coro y el público prorrumpe en un aplauso furioso tan largo que la ópera no puede seguir adelante. Los cantantes permanecen en el escenario, sus caras rotas, al borde de las lágrimas, por la intensidad del momento. Se oyen voces que piden un bis de este coro y entre ellas una voz que grita: “¡Larga vida a Italia!”

Y entonces, Muti, el mudo, como dice su apellido, rompió su silencio. Se dio la vuelta hacia el público y mirando también al presidente del gobierno, empezó a hablar en clara referencia a los recortes en su país y en especial a los recortes del gobierno en el campo de la cultura: "Sí, estoy de acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30 años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo. Y hoy siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición de un bis del "Va Pensiero" pero no lo hago tanto por patriotismo sino porque esta noche, cuando dirigía al coro que cantaba "Ay mi país, bello y perdido", pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia y entonces nuestra patria sí que estará verdaderamente "bella y perdida".

No sólo el público, también el coro que permanece sentado en su mayoría durante ese canto, se levantó para aplaudir a Muti que se permitió un juego de palabras con su apellido dirigido a los políticos: “Los mudos (muti) le hablan a los sordos (sordi)”. Y por segunda vez en su vida, el director de orquesta accedió a interrumpir el curso de la ópera y a hacer un bis del “Va pensiero” pero con una condición: "Hagamos una cosa. Como el coro lo ha cantado magníficamente y la orquesta le ha acompañado estupendamente, les propongo ahora que se unan al coro y que cantemos todos el "Vapensiero… Pero ojo, a tempo".

Entonces, mirando al público, no a la orquesta ni al coro, Muti dirigió el “Va Pensiero” mientras cientos de papeles, el programa de la noche, volaban desde los palcos superiores como si la gente tirase sobre la cabeza de los políticos sus programas inservibles, mientras cantaba:

¡Vuela, pensamiento, con alas doradas, pósate en las praderas y en las cimas donde exhala su suave fragancia el dulce aire de la tierra natal! ¡Oh, mi patria, tan bella y perdida! ¡Oh recuerdo tan caro y fatal! Arpa de oro de fatídicos vates, ¿por qué cuelgas muda del sauce? Revive en nuestros pechos el recuerdo, canta un aire de crudo lamento, que te inspire el Señor un aliento, que al padecer infunda virtud! ¡Que hable del tiempo que fue!

Al terminar, el teatro entero se puso en pie en un nuevo aplauso. Los cantantes también. Muchos de ellos y ellas lloraban ya sin poder contener la emoción, dándose consuelo en un abrazo o un beso. Hay momentos que te reconcilian con el mundo y con la vida y coros que son capaces de acallar bocazas. Es hermoso cuando los mudos hablan y cantan
aunque sea para los sordos…

Grande, muy grande...joder tengo un nudo en la garganta...

Sevedu escribió:

Grande, muy grande...joder tengo un nudo en la garganta...

Yo pasé la tarde con los pelos como escarpias!!. Gracias Sevedu.

El sentimiento que nos traen las flores

19 oct 2011

No puedo ni imaginar la pena de perder a un hermano. Yo que tengo la suerte de que el mío sea también mi mejor amigo y lo que me devuelve al camino cuando se me extravía el pensamiento y me angustio porque no sé encontrarlo, no quiero ni ponerme en la piel de quien ha perdido a su hermano. Manu perdió al suyo que tenía sólo 21 años y un talento para hacer canciones que no le cabía todo en el pecho por lo que tuvo que sacarlo fuera para que le diera el aire de la calle y a nosotros en el entrecejo.

El hermano de Manu era “er Migue” de Los Delinqüentes, ese chaval con cara de pillo y de haber quemado la cama para no dormir, que en un par de discos dejó dicho lo suficiente para que desde Kiko Veneno hasta Raimundo lo adoptasen como su legítimo heredero. Er Migue no había ni nacido cuando Veneno dieron a luz a un nuevo flamenco allá por el año 77, cuando el punk pegaba en Inglaterra y aquí unos hippies de lunares le hacían un roto punki al flamenco. Aquel niño envenenao fue creciendo hasta que se hizo mayor y pudo engendrar otro hijo que fueron Los Delinqüentes, llamados así por la famosa canción de los Veneno e infectados por ellos con el virus de la poesía callejera, trompetera y psicodélica que volvió a sonar con voz renovada, la voz de Miguel que se rasgaba por Camarón y chillaba a lo Bon Scott de los “eisi disi”.

Nunca conocí “ar Migue” de Los Delinqüentes del que todos los que le tuvieron cerca dicen que tenía madera de genio pero sí he tenido la suerte de conocer a su hermano y sé que está hecho de la pasta de la buena gente y de una madera que resiste incluso al fuego. A él, el fuego le quemó por dentro el 6 de julio de 2004 cuando su hermano apareció muerto en la cama. Pero no ha dejado que le abrase sino que ha aprovechado esa llama para que la de su hermano siga luciendo y para meterle candela a todo el que se le acerca. Yo desde que me acerqué a Manuel no he parado de ver cómo prende hogueras musicales, como le da candela a la gente para tocar y cómo ha vuelto a encender la lumbre que dejó su hermano y que podría haberse apagado con su muerte. Manu sí que es puro veneno. Se le mete a la gente en las venas y le contagia las ganas de cantar y de tocar. Él es el culpable de que nos hayamos enterado de que en Jérez está uno de los mejores grupos de rock sureño, los Smiling Bulldogs, y sobre todo es el culpable de que los ladridos de su hermano sigan sonando.

Desde que Miguel se fue, su hermano no ha dejado de buscarle en el aire de las flores, escondío entre las nubes en alguna isla perdía, como decía una de las letras de su hermano. Desde entonces ha tenido que aprender cómo apretar los dientes para que la pérdida duela un poco menos. “Cómo apretar los dientes” se llamó la edición especial que hizo Manu del inmenso proyecto inacabado de su hermano, Matajare, un disco que es una Mata Hari de buenas canciones descarnadas y poesía a flor de piel en el que consiguió liar a todo bicho viviente desde Josele Santiago a los Amador y al Kiko Veneno. Ahora Manu ha vuelto a remover cielo y tierra, nunca mejor dicho, para hacer una reedición, que da gusto verla y aún más oírla, del primer disco de su hermano y Los Delinqüentes: “El sentimiento garrapatero que traen las flores” que ahora cumple 10 años y lo celebramos con el hermano de Miguel. El hermano del Migue es todo sentimiento, sentimiento garrapatero que se te agarra y no te suelta y que huele bien como las flores. No puedo ni imaginar la pena de perder a un hermano. Pero si perdiera al mío, buscaría a Manu para pedirle el secreto de cómo apretar los dientes para mantener a tu hermano vivo.



Se fue Migue Benítez, el viajero del cartón y por ahí estará entre nubes escondías buscando una isla perdía. Hoy lo vamos a encontrar con su hermano, con Kiko Veneno, con Raimundo y con el Canijo y el Ratón, el resto de los delinqüentes. Era un duende garrapata, con el petate guarreao y su bocina “estropeá” que embarraba letras con la manteca del aire, el poeta de los claveles que pintaba olores en la arena con sus canciones, el que quemaba la noche porque si duermes no te enteras de vivir, el bohemio de pinreles sucios que no tenía más obligaciones que ver los charquitos de la plaza después de llover, un chaval que con sólo diecisiete años era un pequeño sabio capaz de revelarte el sentido de la vida con sólo decirte: “No uso reloj ni tiempo sólo un bolsillo colorao, en él meto mi suerte, mi sombrero para el relente y lo que me encuentro por to’ los laos. Vivo sin fronteras, vivo metío en mi pantalón”. Nosotros lo llevamos a él metío en los pantalones y hoy le recordamos pero no lloraremos por él porque él nunca lloraba, él vivía en carnavales y están aquí Los Delinqüentes para hacernos el carnaval.

Una desempleada menos‏

20 oct 2011

Quiero compartir con vosotros una buena noticia personal. Es tan difícil encontrar algo bueno en la radio o en los periódicos y más en estos tiempos, que reconforta poder contaros esta alegría que siento y que espero que le levante el ánimo a los que lo tienen más decaído. Una persona muy cercana a mí, tan cercana como que vivo con ella, la señora Cruda, vamos, ha conseguido trabajo. Y lo que es aún más milagroso, un buen trabajo, un contrato que no provoca sonrojo firmarlo. Ha conseguido trabajo después de trabajar mucho y mucho tiempo para lograrlo, de acumular títulos, cursos de formación, títulos complementarios, prácticas, más títulos y todo ese interminable purgatorio de dudosa utilidad por el que ahora te hacen pasar para abrirte la puerta de un despacho. Y mientras, ha visto con angustia cómo pasaban los años entre contratos precarios, trabajos temporales y eternas esperas en las que el teléfono no suena, las puertas se te cierran en las narices y lo único que se abre es una ventana por la que entra un aire destemplado. Todos sabéis de lo que estoy hablando. O vosotros o alguien muy cercano sufre o ha sufrido las inclemencias del paro y habréis sentido cómo las esperanzas se esfuman poco a poco entre tus manos, cómo tu confianza se debilita y cada día cuesta un poco más de esfuerzo afrontarlo, cómo acabas dudando de ti mismo, de tus fuerzas y te vas entregando al desánimo, por mucho que los que tienes al lado traten de evitarlo. Yo lo he pasado muy mal cuando me ha tocado. Y fatal cuando he visto que alguien a quien quiero está pasando por lo mismo. Por eso hoy estoy feliz, feliz por ella y por todos y todas los que ayer, hoy o mañana tendréis un nuevo trabajo.

Pero tengo un cabreo monumental. Me he levantado con una sonrisa invencible y un grupo de señores ha estado a punto de conseguir que la perdiera. Los señores de la patronal salieron ayer de sus despachos para explicarnos cómo acabar con la crisis. La CEOE tiene la fórmula para el milagro: un nuevo abaratamiento del despido. Bajar de 20 a 12 días la indemnización. Más facilidades para echarte. Y además, copago. Que los ciudadanos que ya pagamos nuestros impuestos para tener un sistema público de educación y sanitario, paguemos más. Lo mismo han dicho los señores de la Patronal madrileña: copago y abaratar el despido. Y además, apoyar la educación privada y suprimir el impuesto de Patrimonio, ése que les pide a los que más tienen que pongan algo más que los que están lampando. Por si alguno de vosotros tiene la tentación de montar una huelga ante tanto atraco, también han pedido que se limite ese derecho. Qué poco ambiciosos: ya que estaban, podrían haber pedido también la imposición de grilletes que te aten a la mesa de trabajo, tandas de latigazos para los empleados díscolos, lapidación para huelguistas y la horca para los que le levanten la voz al jefe. Así sí que acabamos con la crisis y con el paro de un plumazo: por defunción.

Lo que está de huelga en este país es la humanidad, la decencia y el respeto al prójimo. Con lo que cuesta estos días encontrar un trabajo, con los años que tienes penar para que te den una oportunidad, me parece una indecencia, una falta de respeto y una inhumanidad plantear estas medidas. Pero hoy no me van a quitar la sonrisa de la boca. Alguien a quien quiero tiene trabajo. Le ha costado mucho pero lo ha conseguido. A lo mejor esta historia no es consuelo para los que estáis sin trabajo o vais a estarlo pero son estas alegrías personales, de personas, las que nos salvan de los que perdieron al humano que llevaban dentro. Y una cosa está clara: al final, los humanos son más fuertes que los inhumanos.

Definitivamente

21 oct 2011

Creí que nunca iba a verlo. Que nunca iba a vivir el final del terrorismo en nuestro país. Yo sí creo que es definitivo, que no hay vuelta atrás, que el anuncio de ETA ayer de que deja definitivamente la lucha armada no es una trampa más. Esta vez no. No caigamos en la trampa nosotros de no creer nunca, de estropear las buenas noticias, de poner más piedras aún en este camino, en un día en el que mucha gente ha empezado a respirar y se siente feliz, mucha gente que sabe lo que es el miedo y lo que es perder a alguien cuya vida te es imprescindible. Por ellos, los que vivimos mucho más tranquilos, no seamos cenizos. Esta vez no. Esta vez creo que definitivamente nadie volverá a salir de casa con miedo a que le maten. Definitivamente ninguna familia se despedirá con la inquietud de que a lo mejor no se volverán a ver por culpa del conflicto político de Euskadi. Definitivamente nadie volverá a recibir un tiro en la cabeza ni le volarán las manos o las piernas por sus ideas políticas o simplemente porque pasaba por allí. Definitivamente nadie volverá a mirar debajo del coche ni a recibir cartas amenazando su vida y la de su familia.

Definitivamente ninguna familia más se verá amputada por el terrorismo ni habrá una víctima más que añadir a las más de 800 víctimas de ETA. Definitivamente no nos despertaremos como tantas veces desde hace tantos años con el terror de un nuevo atentado, de cadáveres y calles destrozados. Definitivamente se podrá pasear por las calles del País Vasco y admirar ese lugar de geografía asombrosa donde se come mejor que en el cielo sin pensar todo el tiempo en el número de muertos y de dolor que hay enterrado en sus tierras. Definitivamente unos y otros podrán pasear tranquilamente por su tierra. Definitivamente no habrá más extorsión, persecución, represión, ni volverá a haber terrorismo de Estado. Definitivamente los vascos podrán empezar a discutir sobre su independencia y su derecho a decidir sin el muro de la violencia separándoles. Definitivamente unos y otros se podrán gritar, enfadar o descalificar sin que el ruido de las pistolas tape el de las palabras. Definitivamente se podrá defender cualquier visión de Euskadi sin miedo a las consecuencias.

Aunque todavía no les hayan pedido perdón a las víctimas, aunque todavía no se hayan quitado las capuchas, aunque todavía haya muchas heridas que cerrar, aunque sea demasiado tarde para muchos, aunque todavía muchos seguirán utilizando el tema política y electoralmente, aunque todavía algunos periódicos y voceros quieran seguir crispando y enfrentando, aunque todavía haya que resolver el problema de los presos, aunque todavía las víctimas puedan sufrir decepciones, aunque todavía no haya arrepentimiento, aunque a lo mejor no lo haya nunca, aunque algunos nunca puedan mirarse a la cara, aunque todavía nos cueste creerlo, por todos los que hoy se han levantado por primera vez felices en mucho tiempo o en toda su vida, siento que es el día de decir: “definitivamente”.

Y definitivamente no ha ganado nadie, como hoy dicen todos los discursos políticos. Esto no es el fútbol ni unas elecciones. Todos hemos perdido. Algunos lo han perdido casi todo: años y vidas. En uno y otro lado. Ya era hora de que dejásemos de perder. La victoria aún hay que conquistarla a partir de ahora entre todos.

Qué asco de mundo

24 oct 2011

Este fin de semana he sentido ganas de quitarme las gafas para no ver, para no ver cómo cientos de personas hacían cola para ver un cadáver hinchado y ensangrentado por los golpes como si fuera una atracción de feria, para no ver cómo cientos de libios visitaban la cámara de refrigeración sobre la que los rebeldes han dejado el cuerpo sin vida de Gadafi tirado en un colchón mugriento con un agujero de bala en la sien. Muchos llevaban mascarillas para no respirar el aire putrefacto y en descomposición de la cámara y, al mismo tiempo, le hacían fotos con las cámaras de sus teléfonos móviles, como si no les gustase oler el hedor que deja la venganza y la destrucción a su paso pero les fascinase contemplarla. Al hombre le da asco el olor a mierda del mundo pero le encanta meter la cabeza en el váter para ver sus propias heces.

Y si metes la cabeza en el váter lo que ves es que, en el siglo XXI, tenemos móviles de última generación para hacerle fotos a un cadáver ajusticiado y expuesto públicamente como si estuviéramos en la plena Edad Media. Tenemos la tecnología más avanzada del mundo y la utilizamos para retroceder. Tenemos las armas más poderosas para evitar que haya matanzas pero también para provocarlas y sólo evitamos las que nos convienen. Tenemos una fuerza militar occidental que supuestamente entró en Libia para proteger los derechos fundamentales de la población pero que no ha hecho nada para proteger la justicia con los vencidos ni para evitar las matanzas de civiles enemigos. Tenemos un ejército que supuestamente estaba allí para evitar la venganza del régimen contra los civiles insurgentes pero que desapareció misteriosamente cuando había que evitar la venganza contra el dictador. Tenemos en nuestras manos la justicia internacional más poderosa pero nos lavamos las manos y dejamos que se a los dictadores y terroristas sean a-justiciados, es decir, liquidados sin justicia. Tenemos un Declaración de los Derechos Humanos firmada por los miembros de la ONU que también firmaron la entrada en Libia pero no han firmado ningún comunicado de protesta ante los métodos usados para acabar con la dictadura. Tenemos un presidente de la primera democracia mundial que no ha tenido una sola palabra para condenar la salchichera muerte de Gadafi pero sí se ha jactado de ser el líder en la retaguardia de la guerra, un Premio Nobel de la Paz que se ha acostumbrado a quitarse de en medio a sus enemigos a balazos, como si siguiéramos en una película del oeste aunque utilizando aviones reactores como en Cowboys y Aliens. Tenemos tecnología extraterrestre pero mentalidad de vaqueros. Tenemos un nivel de vida extraterrestre que necesita arrasar la tierra y sus recursos como si fuéramos sus dueños y señores. Tenemos unas democracias a las que se les llena la boca con la defensa de los derechos humanos cuando hay que buscar una buena excusa para entrar en un país pero que no abren el pico cuando son ellos o sus aliados los que los pisotean. Tenemos unos líderes que un día se hacen fotos dándole la mano a un dictador y al siguiente dejan que se le haga fotos a su cadáver tumefacto. No abren la boca porque están conteniendo el vómito por el mal olor que desprenden sus manos manchadas de mierda.

Lo peor es que nosotros también nos hemos acostumbrado al mal olor y a contener el vómito. Nos acostumbran desde niños. Lo más espeluznante de las imágenes de Libia es que había muchos niños entrando en la cámara frigorífica para ver el cadáver de Gadafi. Ellos son el futuro. Un futuro construido sobre un cadáver putrefacto, tirado sobre una colchoneta sucia y amoratado por los golpes, al que le han pegado un tiro en la cabeza: nuestro presente…

CasaBlanca escribió:

Cada vez estamos más deshumanizados...
...a veces parece que caminamos, pero hacia atrás.

Una pena de imágenes repetidas hasta decir basta.

Pues acabo de ver unas nuevas en el telediario......... un horror!!

Saber morir

25 oct 2011

Hace unos días murió Stacie Crimm. Nadie la conoce más allá de su familia y amigos. Y ahora también algunos lectores de páginas secundarias de periódicos aunque la mayoría no recordará su nombre. A mí me hubiera encantado conocerla y hoy me gustaría recordarlo porque esta mujer merecería haber ocupado las portadas mucho más que la mayoría de los personajes que ocupan las primeras planas. Sus últimos días de vida y su muerte nos enseñan más sobre nuestras vidas que la mayor parte de las muertes y desgracias con las que nos aturden cada día.

Stacie Crimm ha muerto a los 41 años arrasada por un cáncer porque renunció a la quimioterapia que le hubiera podido salvar la vida, por salvar la de su hija, Dottie. Durante años Stacie había creído que era estéril y cuando por fin consiguió quedarse embarazada, los médicos le diagnosticaron un cáncer salvaje que se extendía por su cuello y su cabeza. Para que su hija pudiese nacer ella tuvo que renunciar al tratamiento que quizá la hubiese curado pero que hubiese matado al feto. El cáncer de su cabeza aún no le había devorado el entendimiento y los sentimientos: prefirió ser madre, aunque sólo fuese por unos días. Lo fue durante 23, aunque pasó la mayoría inconsciente. Afortunadamente, el cáncer le dio una última tregua para que conociera a su hija. Poco antes de morir, volvió en sí y pudo abrazar a Dottie durante unos minutos. Seguro que fueron los minutos más felices de su vida, los minutos en los que fue madre. También fueron los últimos en los que estuvo consciente. Murió tres días después. No es triste: se fue feliz, con su mayor deseo cumplido, con su vida cumplida y con el mejor recuerdo posible, el del cuerpo caliente de su hija en sus brazos, el del tacto y el cálido olor de la vida que ella había permitido con su muerte. Murió como quería en lugar de vivir como no quería. Murió con los brazos llenos de su hija, en lugar de vivir miles de horas con las manos vacías.

No he dejado de pensar en Stacie en los últimos días. Muchas cosas que me pasan me hacen recordar su historia. También lo que estoy leyendo en la prensa estos días en los que tanto hablamos del fin del cáncer de ETA que ya no se llevará más vidas violenta e injustamente. Nacionalistas de izquierda y derecha están pidiendo gestos de generosidad al gobierno con los presos etarras. Miles de personas salieron a la calle el fin de semana reclamando su derecho a decidir sobre el futuro de su tierra y el acercamiento de presos, incluso su amnistía. Piden gestos de enorme sacrificio al otro lado. Me habría gustado que hubieran dejado de pensar por un momento en sus propias vidas y creencias y hubieran demostrado la misma valentía y generosidad que demandan, reclamándole a los terroristas que pidan perdón a las víctimas por las vidas de sus seres queridos que les han quitado. Como Stacie Crimm que sacrificó su propia vida con valentía para regalársela a otro ser humano. Lo que el cáncer le quitó ya no se lo devolverá nadie, pero al menos murió con la felicidad de haber dado lugar a una vida. El cáncer del terrorismo ya no devolverá las vidas que sesgó. Pero se puede sacar vida de tanta muerte. Para ello hay que ser tan valiente y generoso como Stacie y tener las agallas de renunciar a uno mismo por devolverle a otros el aliento de vida que perdieron. Que esa paz que ha nacido crezca orgullosa de su madre.

Stacie Crimm si merece todo mi respeto....descanse en paz

No somos tontos

26 oct 2011

No es fácil elegir de qué hablar cada día en este programa. No por falta de temas sino por todo lo contrario. Como los humoristas que dicen que a veces no tienen que inventar chistes que sólo tienen que esperar a que los hagan los políticos, a mí se me acumulan y no sé por cuál empezar. Podría empezar hablando de la enésima cumbre de la Unión Europea, que eso sí que parece un chiste. Han hecho ya tantas que creo que sólo se reúnen para decidir dónde y cuándo hacen la próxima. Este es el problema de Europa que nunca toman decisiones, sólo quedan para quedar otro día en el que tomarlas. Y cuando llega ese día lo que deciden es quedar para otro día. O sea que no hay mucho que contar de esto. Podría resumirse en una pregunta: ¿en tu casa o en la mía? El problema es que a los que nos follan es a nosotros, y con perdón (no por la palabra sino por la imagen de un coito entre ciudadanos y gobernantes, es de muy mal gusto, lo sé). Dicen que en esta cumbre nos jugamos nuestro futuro. Visto lo visto, deben de jugárselo a la ruleta cuando no les vemos. Ya nunca lo sabremos porque a los que podrían contarnos esos sucios secretos les han tapado la boca. Mira, podría hablar de eso: de cómo las grandes entidades financieras Visa, MasterCard, Bank of America y PayPal han le han cortado el grifo a Wikileaks para que no le lleguen las donaciones y no puedan seguir contando los oscuros tejemanejes de la política mundial. No hace falta que nos los cuenten, ya los vemos, ya vemos cómo las potencias mundiales se las ingenian para acallar las voces incómodas con la colaboración de sus entidades amigas, ésas a las que han dejado vender bonos basura y hundirnos en la basura mientras los gobiernos les filtran nuestro dinero para que ellos floten. Ya vemos cómo ahora los gobiernos les piden que les devuelvan el favor por anteriores favores. Precisamente, también podría hablar de eso, de cómo las cajas españolas pagaron a sus altos cargos un 47% más entre el 2004 y el 2010, a pesar de que el benefició cayó un 7%. Podría hablar de cómo en esos años el gobierno les dio dinero público a las cajas. O podríamos hablar de por qué, ni el gobierno ni el Banco de España, controlaron lo que se hacía con nuestro dinero. Estarían en una cumbre europea, supongo. O preparando una campaña publicitaria para las elecciones. Vaya, también podría hablar de eso, de las campañas electorales que ya están sacando los dos grandes partidos políticos de nuestro país. Podríamos hablar del vídeo que ha hecho el PSOE que no habla de lo que van a hacer sino de los recortes que está haciendo en educación y cultura el partido de la oposición. Podríamos recordarle al PSOE los recortes en pensiones y sueldos de funcionarios que ellos han hecho. Pero no hace falta que lo hagamos porque ya se lo recuerda el PP en unos caramelos electorales cuyo envoltorio lleva un dardo envenenado sobre los recortes del gobierno. También podría hablaros de los que están haciendo los populares en las comunidades autónomas en las que gobiernan. Aunque ayer la jefa de campaña del PP, Ana Mato, dijo que ellos no están recortando ni la sanidad ni la educación y que donde la educación está por los suelos es en Andalucía, gobernada por los socialistas, como muestra una foto de un periódico en la que unos niños aparecían dando clase en un colegio andaluz sentados en el suelo. También podría contaros que esos niños se sentaron en el suelo para escuchar a un cuentacuentos, como ha explicado el director del centro. Podría contarle eso a Ana Mato, que debe de pensar que somos tontos, niños tontos a los que se compra con caramelos envenenados y contándoles un cuento.

Podría yo también contaros un cuento pero estamos todos envenados de que no nos salgan las cuentas y de estar por los suelos escuchando a cuentistas que nos tratan como si fuéramos niños.

CasaBlanca escribió:

Bueno Mara, nos ha tocado la china a los andaluces qué le vamos a hacer...

Dejo el enlace de la noticia de esta mujer Ana Mato, el apellido le hace justicia, mata cada vez que habla. Podría decir también que es para matarla...pero bueno nos podrían también tildar de violentos a los andaluces. Así que ella misma se retrata...vaya panorama político tenemos, no tiene desperdicio...

http://www.publico.es/espana/403403/mato-los-ninos-dan-clase-en-el-suelo-en-andalucia

Si he oido esta mañana la noticia, y la he leido también en la prensa... desde luego, tiene delito la "jefa de campaña"!!
Por cierto Casablanca, muy buena la viñeta!!

El canario que se convirtió en buitre

27 oct 2011

Érase una vez un canario que tenía nombre de osito de peluche, era suave como la primavera y cantaba canciones cual periquito hasta que se dio cuenta de que ganaba mucho más dinero con lo que cantaban los demás y cambió su piel de trapo por la de trapero y de canario pasó a ser un buitre.

Probablemente habréis oído o leído el último capítulo de esta historia de alimañas y aves carroñeras, la última entrega de las aventuras y desventuras del ex presidente de la SGAE, Teddy Bautista. En libertad con cargos por su presunta participación una trama corrupta de desvío y apropiación indebida de fondos, Teddy ha pedido esta semana una indemnización a la sociedad que presidía. Nada, una minucia, calderilla: 1.200.000 euros. Eso es una descarga y no lo que haces tú en tu ordenador, piratilla. La próxima vez que te bajes un disco, bájate un disco de oro o de platino, aprende de Teddy. Se ve que los 250.000 euros que ganaba al año no le daban para ahorrar. Ya sabéis, los ositos de peluche gastan mucho en suavizante (que se lo digan a Mimosín).

En el caso de Teddy será para suavizar la pena de 10 años de cárcel que puede caerle. Diez años de pena con un millón y pico de euros esperándote a la salida, dan menos pena, está claro. Lo que no está tan claro es el argumento que ha utilizado Teddy para pedir esta indemnización: “despido improcedente”. Lo he buscado y no es el nombre de ninguna canción. Pero sí he encontrado que Teddy no fue despedido, se despidió. Debió de hacerlo cantando su discografía completa sino no se entiende que pida tanto dinero. O quizá cantó tanto en comisaría que ahora quiere cobrarse sus derechos de delator, digo, de autor. Aduce el ex presidente que fue presionado para forzar su dimisión. Quizá le enviaron a un cobrador de la SGAE de los que envían a cobrar a las peluquerías por poner la radio. Ésos, lo mismo te sacan la recaudación de una gala benéfica, que una dimisión.

No tienen nada que envidiarle a Teddy que lo mismo te saca un canon digital que supone que eres culpable hasta que se demuestre lo contrario, que pretende sacarte una indemnización por despido después de haber dimitido por estar imputado en una trama de corrupción. Ahora gracias a esos corruptos hemos descubierto que el canon digital no lo pagamos porque se nos considere unos ladrones sino para que algunos sujetos que trabajaban en la SGAE dejen de serlo. A lo mejor por eso Teddy pide tanta pasta para que nos aseguremos de que no nos sigue sacando los cuartos.

Lo que no ha sacado desde hace años es un disco. Ahora que tiene más tiempo libre podría volver a hacerlo. “El rock de la cárcel” puede ser un buen título.

Despido improcedente


Pues seguro que algún abogado lumbreras,lo consigue.Este p... pais es diferente

Besos marapez

Lo que hay que ver y leer...!!! Panda de apandadores!!!

Un abrazo, mara!! Y otro para ti, Rondero!!

Gracias chic@s... Besos!!