Sopla un viento nuevo, sopla sobre el planeta
viento de renacer, viento de esperanza.”
Hace bailar las ramas en las altas florestas,
sale de su noche para despertar el alma.
Nace del corazón de las selvas africanas
bailando, suave, a orillas del Congo.
Es viento del cambio, revolución natural,
inspirado por los astros o inspirado por Dios.
Ahí está, lo siento, borrando mis temores
endurece mi brazo, es viento de combate
por la emancipación de los pueblos negros
amarillos y blancos, por la humanidad.
Sopla un viento nuevo, sopla sobre la superficie
viento de renacer, viento de esperanza.
Nos abre los ojos, nos llena el corazón
de luz y fe, es viento de alegría.
Se nos infla el torso, y se cierran los puños.
Al señor presidente se le cae el semblante.
Frente a los fusiles que aúllan, el pueblo se junta,
avanza el pueblo y retrocede el rey.
Silban las balas en torno y la muerte me roza
pero no tiemblo, no, de aquí no me muevo.
Se acabó, vivo estoy, no retrocederé,
matarme pueden, a mi familia matar.
No lo podrán parar, ese viento que viene,
que nos ha despertado, ya el sol se levanta.
Nos calienta el corazón, hace reír los niños,
apaga los temores, nos llena de coraje.
Es el fin de las mentiras, la marcha que comienza,
a la oscuridad no volveremos más.
Sopla un viento nuevo, sopla sobre el planeta,
viento de renacer, viento de esperanza.
El Maligno se aferra a las ramas de su orgullo,
se resiste y se clava y pierde su sentido.
Nadie resiste, no, al gran viento de la fe,
hay que inclinarse o morir, señores mentirosos.
Sopla un viento nuevo, sopla sobre la superficie,
viento de renacer, viento de esperanza.
Qué bien me siento, ya respiro y veo
ya siento y creo, sí, en la esperanza, en la vida.
Sigue el viento soplando, hasta cuándo no sé.
No es grave, ya se verá, ahí está y en él creo.
Sopla un viento nuevo, sopla sobre el planeta,
viento de renacer, viento de esperanza.
Sopla un viento nuevo, sopla sobre el planeta
viento de renacer, viento de esperanza.
Traducción: María Poumier.