¿Porqué interesa en Occidente la creencia del holocausto judio?

Otorgado todos los años desde el 2019 en enero en memoria del cumpleaños del profesor Faurisson, el ingeniero químico Wolfgang Fröhlich (70 años) recibió el “Premio Internacional Robert Faurisson” 2021 por su investigación científica y su lucha personal a lo largo de los años. 90’s. Wolfgang Fröhlich reside en Viena, Austria, está casado y ha sido encarcelado durante 15 años en total por defender sus ideas.

Wolfgang Fröhlich es este ingeniero químico austriaco especializado en tratamientos vinculados al uso de productos químicos utilizados por motivos de salud, que no ha cesado, a pesar de una represión cada vez más violenta contra él por parte de un régimen corrupto, de hacer campaña para demostrar cuán técnicamente insostenible es la tesis oficial de que más de tres millones de judíos fueron ejecutados durante la guerra en cámaras de gas o camiones.

Es culpable del único delito de haber violado una censura que, en democracias como Austria, Alemania, Francia o incluso Suiza, prohíbe, desafiando la libertad de opinión y la investigación científica, el expresar públicamente sobre ciertos datos históricos relativos al período 1933-1945 una opinión que no se ajuste a la ideología dominante. Por haber violado esta censura, Wolfgang Fröhlich fue encarcelado durante casi 15 años, incluidos 11 años y 6 meses sin interrupción desde septiembre de 2007.

Cabe señalar que Wolfgang Fröhlich fue objeto de cinco juicios al final de los cuales fue condenado sistemáticamente por infracción de las prescripciones del artículo 1, párrafo 3 de la Verbotsgesetz, (ley de prohibición), una ley única en su tipo en el mundo, y para la que no es necesario explicar a los austriacos en qué consiste la prohibición: Dice el artículo 1, párrafo 3h, por el que Wolfgang Fröhlich no ha dejado de ser víctima: "sanciones previstas en el párrafo 3g [5 a 10 años de prisión, y hasta 20 años si el infractor se considera particularmente peligroso (sic)] cualquier persona que por medios impresos, radio o cualquier otro medio que permita el acceso a una gran audiencia: negar, minimizar groseramente, aprobar o buscar justificar el genocidio u otros crímenes nacionalsocialistas contra la humanidad”. En una carta privada dirigida a un ser querido después de su liberación, Wolfgang Fröhlich resumió admirablemente su lucha por la verdad, a costa de consecuencias que pueden parecernos increíbles, pero que sin embargo están en lo considerado normal ya que nadie o casi nadie se ha indignado públicamente. En ausencia de una reacción masiva, el trato injusto reservado a Wolfgang Fröhlich durante un cuarto de siglo se aplica ahora a todos aquellos que desafían la dictadura del COVID-19.

Dipl.-Ing. Wolfgang Fröhlich

Mauerbachstrasse37/13

A-1140 WIEN (AUSTRIA)

Carta de Fröhlich:

Probablemente hayáis oído hablar de mi liberación. Y ya se ha extendido el rumor: ¡me habría "rendido"! ¡Esto, por supuesto, es una absoluta tontería! Cualquiera que me conozca sabe que eso nunca sucederá. Es cierto que tuve que prometer a la Corte que no volvería a comunicarme con los órganos del Estado en el futuro, aun cuando, como ciudadano, mi deber es llamar la atención de las autoridades sobre las disfunciones del Estado. Además, mis cartas de información a los órganos estatales nunca se distribuyeron en el sentido de la ley de prohibición [censura] austriaca, cosa que el tribunal de Krems debería haber dado por sentado. Evidentemente, se quería evitar en las altas esferas que los funcionarios austriacos discutieran este asunto, y así encontrar que la gente ha sido engañada, lo que fue durante mucho tiempo mi plan: no se trata solo de los burócratas "estúpidos" que se sientan en las administraciones. En general, esta evolución es, por tanto, absolutamente positiva. En lo que a mí respecta, sin embargo, hay una connotación negativa: después de 25 años de terrorismo por parte de la Austro-Stasi, ¡ahora me enfrento a las espinosas cuestiones de mi supervivencia económica! Mi declaración del 14 de febrero de 2019 ayudó a poner fin a mi encarcelamiento político de una manera sorprendentemente repentina. Me han dicho que la acusación en la denuncia penal en cuestión podría haber causado un malestar considerable entre "gente ingenua".

Debería saberse que me he visto obligado a mantener este argumento decisivo en reserva hasta ahora porque estaba obligado por mis compromisos con mis antiguos compañeros judíos de la Universidad Tecnológica de Viena, que me habían proporcionado durante años el apoyo financiero y logístico. Hoy, después de tanto tiempo, están fuera del alcance de la justicia política austriaca, lo que anula mi promesa de no asociarlos con mi causa. De todos modos, no mencioné sus nombres en mi defensa.

La justicia política tenía sólo dos opciones para eliminar (temporalmente) "el problema Fröhlich". Una posibilidad hubiera sido que mi informe técnico [sobre el tema de las cámaras de gas] fuera examinado como lo requiere el StPO (Código de Procedimiento Penal), de acuerdo con la ley, los derechos humanos, la Constitución y las normas de la libre investigación científica, o bien, sin esperar 25 años, declararme irresponsable en el momento del acto por un trastorno grave de la personalidad (etc.) según el artículo 11 StGB (Código Penal) con el fin de concluir que no hay culpa. Conclusión lógica: los autoproclamados curanderos [charlatanes, impostores] aterrorizaron a un "loco" y a su familia durante un cuarto de siglo, ¡desperdiciando así decenas de millones de fondos públicos! -¡Embarazoso! ¡Muy embarazoso!

Aparentemente, era demasiado tentador utilizar este viejo truco estalinista.

Pero hubo dificultades, porque se necesitaron un total de diez (!) peritajes psiquiátricos para obtener el resultado esperado, porque fue necesario encontrar un psiquiatra dócil ante la justicia política para fabricar una valoración acorde con el sentido deseado por la fiscalía. Por supuesto, cualquier psiquiatra serio habría preguntado de antemano si, de acuerdo con el Código de Procedimiento Penal (StPO), mis tesis habían sido refutadas por un experto [en ingeniería química], en caso de que este experto hubiera llegado a la conclusión de que mi ¡informe técnico fue fruto de una mente delirante!

Saludos cordiales a su familia ya todos los que defienden la verdad como base para un mundo más justo.

Después de su liberación, Wolfgang Fröhlich se enfrentó a numerosos trámites burocráticos debido a sus antecedentes. A pesar de todo, Wolfgang Fröhlich persiste en su valiente lucha por la justicia y la verdad.