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Como ciudadano y contribuyente, y pensando que vivo en un Estado moderno y lejos de dictadores y políticos que llegados al poder o gobierno se creen estar en corral propio, expongo lo que sigue. Pues bien, por todo lo anterior, creo estar en condiciones de pedir y hasta exigir se me diga el coste que ha supuesto la estancia de los miles de policías y guardias civiles en Catalunya una vez pasado el tiempo de ese referéndum al que tanto miedo escénico tuvo el gobernante PP, el lacayo Ciudadanos y el no menos escudero PSOE.
Visto lo visto, en Catalunya no hubieron manifestaciones alborotadoras, sino completamente pacíficas, en donde desde niños de muy corta edad hasta personas muy mayores, se manifestaban pidiendo lo que, justo o injusto, consideraban necesario. Si no hay alboroto, si no hay desórdenes ¿a qué tanta policía y ese gasto que, supongo, será muy elevado, en un Estado casi en quiebra?
Pero hay algo más. Aunque estos servidores de la ley reciban emolumentos extras por esa labor fuera de sus cuarteles y ciudades, que con seguridad reciben, son personas que necesitan, como mínimo, un lugar adecentado y confortable estando lejos de sus casas y familias, y, por las quejas que hay, su situación es caótica, en barcos con camarotes ausentes de la limpieza diaria y en una situación de convivencia límite por las estrecheces y carencias. Es curioso que en determinado cuerpo los números haya de comprarse de sus bolsillos los chalecos antibalas y aquí se juegue con dinero público para amedrantar a unos ciudadanos, hasta hora españoles.
Siempre procuro hacer un esfuerzo para entender a todas las partes, y aunque en esta ocasión me parezca una barbaridad, el PP y sus adláteres necesitan mostrarse aguerridos para acobardar a los separatistas, aunque yo preferiría la razón y el diálogo y el entendimiento sobre todo, pues bien, demuestren su poder y acobárdenlos, pero nunca sacrificando la estancia de unos hombres en tierra para ellos hostil, y lejos de las mínimas condiciones de hábitat necesarias, y, por supuesto, necesitamos saber el coste, si hay o ha habido comisiones, que aquí se cobra comisión hasta por estornudar, y poder entender si es mejor el planteamiento de un gasto enorme para asustar, o emplear ese dinero en favorecer a tanto necesitado como entre PP y PSOE han hecho crecer estos últimos años en España.
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