AL COMPAÑERO ERRE…JONS

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Estimado camarada: La cosa está muy delicada; no hay un puto euro en la caja, y así es muy difícil gobernar. No exageremos demandando dimisiones ni presentando mociones de censura. Lo primero hagámoslo con la boca pequeña, lo segundo intentando que lo haga Pedrito para quedar él en mal lugar, ya que nosotros luego, por A o por B, nos desentenderemos. En definitiva nos conviene que siga el PP gobernando, desgastándose más, y ya nos llegará el momento. Tanto es así que, mediáticos como somos, usemos de este nuestro buen saber y hacer para que toda la atención no recaiga sobre el PP, y así, entre pitos y flautas que llegue al final de la legislatura por si la economía de verdad sale a flote, y seamos nosotros los que lleguemos a la Caja Fuerte saneada para administrarla.
 
Es verdad que tenemos una competencia muy fuerte, el catalán-andaluz Albertito, que ha sabido sacar pecho con la tricolor ante la estelada catalana y va camino de la Moncloaca, pero si insistimos en que son madera del mismo árbol, al final, dominadores como somos de los medios y las redes sociales, embaucaremos a mucha gente: nuestra especialidad. ¡Qué garndes somos como embaucadores!
 
No tengas prisas por alcanzar gobernanza alguna, ya que si lo haces en tiempos tan paupérrimos en cuanto al dinero, te puedes dar un gran tortazo. Lo que nos interesa en conseguir cuantos más monaguillos mejor y que vayan minando las seseras de las gentes hacia nuestro favor. Hay que conseguir mucho vocero, sin importarnos si alcanzan el nivel de bocazas, aquí lo que nos interesa es confundir.
 
Esta peleíta de ahora no nos viene mal. Se habla de nosotros; hacemos el paripé de que no nos llevamos muy bien, y luego nos damos el consabido morreo con lengua y tornillo, nuestros monaguillos, voceros y bocazas entusiasmados cantarán aleluyas y hosannas, y ganaremos adeptos.
 
 
Arriba oposición pepera,
en pie famélica legión
atruena nuestro asalto al cielo
como el fin de la era Rajoy.

Del pasado hagamos añicos,
basta ya de ser oposición,
proscribamos la absurda democracia
e instalemos nuestra coerción.

Agrupémonos todos
en la expropiación nacional,
adueñarnos de cuanto hay en España
ha de ser nuestra ambición final.
 
Pablín

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Juas... el que acusa a Podemos de ser igual que los demás, indicándo a Errejón que sea igual que los demás...

Además: ¿que no pidan dimisiones ni hagan mociones de censura?

El ridículo empieza a ser supino.

Salud y República.

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Estimado Pablín, emocionado estoy y hasta lágrimas de felicidad recorren mis mejillas tras leer esa misiva que guardaré en mi corazón hasta el último instante de mi vida. Creo que nunca en España entenderán de tu grandeza, porque esta España tan sometida por el fascismo franquista, ha perdido la razón y el entendimiento.
 
Porque no entienden que cuando tú proclamas que la expropiación es el gesto más democrático que existe, hay un fondo de humanidad casi cristiana, y es quitar al rico lo que ha conseguido, seguramente con malas artes, o mejor dicho, no seguramente, sino ciertamente, para dárselo a los más necesitados.
 
Yo cierro mis almendrados ojos y te veo expropiando, como hiciera el Gran Maestro de la Expropiación, el bolivariano Chávez, expropiando viviendas en el barrio madrileño de Salamanca y dándoselas a los sin techo de tu humilde barriada, Vallecas. Y lloro de emoción. Pero también lloro de rabia, porque hay gente mala que no ve la generosidad que hay en tu alma, y ve tu gesto como un robo, como una sisa, como una provocación, cuando es justicia casi divina. Pablín, si siempre te he admirado como se admira al hermano mayor, hoy te lo digo sin rubor: te quiero. No te diré que te quiero más que a mi vida, más que al aire que respiro y más que a la madre mía, porque no soy una folclórica andaluza, por eso no diré que se me paren los pulsos si te dejo de querer o las campanas me doblen si te falto alguna vez.
 
Mi amor es un amor fraternal, puro y limpio, amor de admiración del aprendiz hacia el Maestro, del alumno al profesor, del hijo al padre que ve con admiración toda su sapiencia, toda su valentía, todo su coraje ante los embates de la vida. Y te quiero y creo en ti, y te necesito, como el recodo necesita del camino, como la vela necesita del viento para mover el bajel, o el necesitado de la mano amiga que lo levante del suelo y le regale amistad.
 
No diré nunca contigo pan y cebolla, mi buen camarada, porque sé que tu persigues otros majares y otros manteles de fino hilo de Holanda, de ahí que yo ya sueñe con caviares iraníes, ostras cantábricas, exquisitos dulces árabes y de monasterios de enclaustradas salesas, licores de las mejores abadías centroeuropeas, champañas franceses, y olorosos Vega Sicilia.
 
Tuyo por siempre
 
Erre-JONS

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El Postiguet escribió:

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Estimado Pablín, emocionado estoy y hasta lágrimas de felicidad recorren mis mejillas tras leer esa misiva que guardaré en mi corazón hasta el último instante de mi vida. Creo que nunca en España entenderán de tu grandeza, porque esta España tan sometida por el fascismo franquista, ha perdido la razón y el entendimiento.
 
Porque no entienden que cuando tú proclamas que la expropiación es el gesto más democrático que existe, hay un fondo de humanidad casi cristiana, y es quitar al rico lo que ha conseguido, seguramente con malas artes, o mejor dicho, no seguramente, sino ciertamente, para dárselo a los más necesitados.
 
Yo cierro mis almendrados ojos y te veo expropiando, como hiciera el Gran Maestro de la Expropiación, el bolivariano Chávez, expropiando viviendas en el barrio madrileño de Salamanca y dándoselas a los sin techo de tu humilde barriada, Vallecas. Y lloro de emoción. Pero también lloro de rabia, porque hay gente mala que no ve la generosidad que hay en tu alma, y ve tu gesto como un robo, como una sisa, como una provocación, cuando es justicia casi divina. Pablín, si siempre te he admirado como se admira al hermano mayor, hoy te lo digo sin rubor: te quiero. No te diré que te quiero más que a mi vida, más que al aire que respiro y más que a la madre mía, porque no soy una folclórica andaluza, por eso no diré que se me paren los pulsos si te dejo de querer o las campanas me doblen si te falto alguna vez.
 
Mi amor es un amor fraternal, puro y limpio, amor de admiración del aprendiz hacia el Maestro, del alumno al profesor, del hijo al padre que ve con admiración toda su sapiencia, toda su valentía, todo su coraje ante los embates de la vida. Y te quiero y creo en ti, y te necesito, como el recodo necesita del camino, como la vela necesita del viento para mover el bajel, o el necesitado de la mano amiga que lo levante del suelo y le regale amistad.
 
No diré nunca contigo pan y cebolla, mi buen camarada, porque sé que tu persigues otros majares y otros manteles de fino hilo de Holanda, de ahí que yo ya sueñe con caviares iraníes, ostras cantábricas, exquisitos dulces árabes y de monasterios de enclaustradas salesas, licores de las mejores abadías centroeuropeas, champañas franceses, y olorosos Vega Sicilia.
 
Tuyo por siempre
 
Erre-JONS

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La insistencia y cerrilidad de hablar de lo que no se tiene ni puta idea es gloriosa, la expropiación no es, como desbabaya el Postiguet, "quitar al rico lo que ha conseguido, seguramente con malas artes, o mejor dicho, no seguramente, sino ciertamente, para dárselo a los más necesitados", sino "requisar una propiedad por motivos de interés público, generalmente dando a cambio una indemnización".

Y buscar el bien público anteponiéndolo al privado no sólo es democrático, sino muy democrático y mucho democrático.

Salud y República.