En los pueblos pequeños antes existía la figura de la cotilla oficial. Para todo tenía uns opinión y su fuerza radicaba en sus criticas y su visión de la realidad que casi nunca era favorable. La gente del pueblo de boquillas decía que pasaba de ella pero de hecho se tenía muy en cuenta, alguna vez alguien se hartaba y la mandaba a tomar por saco, como es natural, pero debían ser personas especialmente valientes y decididas. Bien, ¿a qué viene todo esto? Que cada uno de nosotros con Internet ha heredado la vocación y cualquier hecho espontáneo tiene que pasar por la interpretación de la cibercotilla del pueblo criticona. La solución, tanto a las cotilla tradicional como con los cibercotillas nuevos, es no hacer absolutamente nada, los cotillas tampoco lo hacen esperando cumplir con su papel de jueces de los comportamientos.
Un chalado va al sepelio de Rubalacaba y exige hablar con el director del Cni y el presidente, lanza unos papeles al aire. Pdr se acerca y le dice: "acompañeme." Esa es la historia desprovista de adornos...Pero "huele a manipulación bolivariana", se preguntan "qué había en los papeles" y que "conocía el hombre de antes a Pdr y director del Cni." Las explicaciones simples y los hechos anécdoticos y casuales no existen para los cibercotillas, que ven más allá. Conclusión: no hagas nada, de hacer algo siempre habrá una interpretación con tintes negativos. Y mañana a por otro asunto al que dedicarse y plantearse "dudas".