Manual de Vida

Un pequeño resumen del libro 'Manual de Vida', del filósofo Epicteto.

- Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.

- Veamos las cosas tal como son en verdad. Las circunstancias no se presentan para satisfacer nuestras expectativas. Las cosas suceden por sí mismas. La gente se comporta como realmente es. Aprovecha lo que realmente obtienes.

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

- Ni vergüenza ni culpa. Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran; no es asunto nuestro.

- Crea tu propio mérito. No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder nunca de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso las que te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¡Madura!¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!

- Tu voluntad está siempre bajo tu poder. En realidad nada te detiene. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo, pero ¿acaso eres sólo cuerpo? Tu voluntad no tiene por qué verse afectada por ningún incidente a no ser que tú se lo permitas.

- “Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.”

- Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.

- Nadie puede hacerte daño. La gente no tiene la facultad de hacerte daño. Incluso si te denigran a voz en grito, tuya es la decisión de considerar lo que ocurre como insultante o no.

- Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

- No entregues tu mente. Si alguien pretendiera entregar tu cuerpo a cualquier transeúnte, te pondrías naturalmente furioso. Entonces, ¿por qué no tienes pudor en prestar tu valiosa mente a cualquier persona que desee influenciarte?

- Define claramente la persona que quieres ser.

- Apártate de los entretenimientos populares. Casi todo lo que se acepta como legítimo entretenimiento es inferior o ridículo, y sólo atiende o explota las debilidades de la gente. La vida es demasiado corta y tú tienes cosas más importantes que hacer.

- El mero hecho de que la gente sea amable contigo no significa que debas pasar el tiempo con ellos.

- Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

- Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

Define claramente la persona que quieres ser.

Recuerda que no sabemos todo, mañana podemos descubrir que queremos ser de otra forma.



Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un
curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

Si descubres que tu forma de pensar estaba errada, cambia.


Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los
moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante
los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

Ten presente que existe maldad , que existen personas que pueden difamarte y engañar a parte de la gente todo el tiempo si no te defiendes y explicas la realidad de las cosas.

“Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y
si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud
en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte
ningún trastorno.”

Preocupate por tu hijo,para eso eres su padre, para si puedes lo
ayudes.

Recuerda que no sabemos todo, mañana podemos descubrir que queremos ser de otra forma.

No se refiere a aspectos triviales. Un ejemplo está en definir la profesión a la que te quieras dedicar (otra cosa es que lo consigas).

Si descubres que tu forma de pensar estaba errada, cambia.

De ahí que diga 'Después de deliberar y determinar que un
curso de acción es el acertado'.

Ten presente que existe maldad , que existen personas que pueden difamarte y engañar a parte de la gente todo el tiempo si no te defiendes y explicas la realidad de las cosas.

Regla nº 1: - Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.


Preocupate por tu hijo,para eso eres su padre, para si puedes lo
ayudes.

No dice nada de que no te preocupes. Al contrario.

Le falta la regla elemental: Sigue estas instrucciones al pié de la letra (de lo contrario, destruye el manual).

Pur escribió:

Le falta la regla elemental: Sigue estas instrucciones al pié de la letra (de lo contrario, destruye el manual).

Cierto.

Al autor se le olvidó.

Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.

Creo que no se le olvidó, sospechó que sería una regla bastante difícil de realizar (allí se dio cuenta que no servía mucho esto de sacar un manual de vida, pero atento a la última regla "Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.", continuó con la empresa.... alguien debía pagar la hipoteca de su casa y ese era él ).

Si, pero como "la filosofía ya expiró hace años" ahora no se puede aplicar, con unas pildoritas alcanza y sobra .

Pur escribió:

Si, pero como "la filosofía ya expiró hace años" ahora no se puede aplicar, con unas pildoritas alcanza y sobra .

Ahí le has dado. Jaaaajajaja.

¡Juer, cómo andaban los antecesores de los psicólogos!...¡como para hablar del ego!

Ciertamente, como dice Pur, ahora con una pildorita te matan el ego, la mente y hasta la sensibilidad de los dedos de los pies...¡y listo!. Las amebas no se preocupan más que de arrastrarse y aprovecharse de otros organismos, ya se sabe

Dr House escribió:

Un pequeño resumen del libro 'Manual de Vida', del filósofo Epicteto.

- Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.

- Veamos las cosas tal como son en verdad. Las circunstancias no se presentan para satisfacer nuestras expectativas. Las cosas suceden por sí mismas. La gente se comporta como realmente es. Aprovecha lo que realmente obtienes.

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

- Ni vergüenza ni culpa. Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran; no es asunto nuestro.

- Crea tu propio mérito. No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder nunca de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso las que te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¡Madura!¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!

- Tu voluntad está siempre bajo tu poder. En realidad nada te detiene. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo, pero ¿acaso eres sólo cuerpo? Tu voluntad no tiene por qué verse afectada por ningún incidente a no ser que tú se lo permitas.

- “Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.”

- Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.

- Nadie puede hacerte daño. La gente no tiene la facultad de hacerte daño. Incluso si te denigran a voz en grito, tuya es la decisión de considerar lo que ocurre como insultante o no.

- Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

- No entregues tu mente. Si alguien pretendiera entregar tu cuerpo a cualquier transeúnte, te pondrías naturalmente furioso. Entonces, ¿por qué no tienes pudor en prestar tu valiosa mente a cualquier persona que desee influenciarte?

- Define claramente la persona que quieres ser.

- Apártate de los entretenimientos populares. Casi todo lo que se acepta como legítimo entretenimiento es inferior o ridículo, y sólo atiende o explota las debilidades de la gente. La vida es demasiado corta y tú tienes cosas más importantes que hacer.

- El mero hecho de que la gente sea amable contigo no significa que debas pasar el tiempo con ellos.

- Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

- Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

No está nada mal para tenerlo en la mesita de noche y leerlo para programar el día siguiente.

Citación :

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

Que se lo digan a un muerto de hambre, a ver qué tal se lo toma.

Imagino que estas cosas dan por hecho que las necesidades básicas están cubiertas.

Pasa por completo de consejos acerca de manejar tu vida en forma de mandato...si es que vale la contradicción en términos presente en esta frase.

¡¡Be happyyyyy!!

Gloriana escribió:

Dr House escribió:

Un pequeño resumen del libro 'Manual de Vida', del filósofo Epicteto.

- Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.

- Veamos las cosas tal como son en verdad. Las circunstancias no se presentan para satisfacer nuestras expectativas. Las cosas suceden por sí mismas. La gente se comporta como realmente es. Aprovecha lo que realmente obtienes.

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

- Ni vergüenza ni culpa. Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran; no es asunto nuestro.

- Crea tu propio mérito. No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder nunca de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso las que te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¡Madura!¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!

- Tu voluntad está siempre bajo tu poder. En realidad nada te detiene. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo, pero ¿acaso eres sólo cuerpo? Tu voluntad no tiene por qué verse afectada por ningún incidente a no ser que tú se lo permitas.

- “Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.”

- Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.

- Nadie puede hacerte daño. La gente no tiene la facultad de hacerte daño. Incluso si te denigran a voz en grito, tuya es la decisión de considerar lo que ocurre como insultante o no.

- Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

- No entregues tu mente. Si alguien pretendiera entregar tu cuerpo a cualquier transeúnte, te pondrías naturalmente furioso. Entonces, ¿por qué no tienes pudor en prestar tu valiosa mente a cualquier persona que desee influenciarte?

- Define claramente la persona que quieres ser.

- Apártate de los entretenimientos populares. Casi todo lo que se acepta como legítimo entretenimiento es inferior o ridículo, y sólo atiende o explota las debilidades de la gente. La vida es demasiado corta y tú tienes cosas más importantes que hacer.

- El mero hecho de que la gente sea amable contigo no significa que debas pasar el tiempo con ellos.

- Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

- Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

No está nada mal para tenerlo en la mesita de noche y leerlo para programar el día siguiente.

Con matices, Gloriana, con muchos matices

¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues
bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus
enemigos.


Cuando hayas de sentenciar procura olvidar a los litigantes y acordarte sólo de la causa.

Epicteto de Fringia.

Qué divertido debe haber sido jugar al veo veo con este hombre

Ahora en serio, no deja de ser una línea de pensamiento centrada en la lógica y la física (como buen estoico que fue), que para muchos es aplicable aún en la actualidad, o por desconocimiento de los progresos sucesivos en el pensamiento filosófico en su conjunto, o por convencimiento absoluto (lo cual ya degenera la propia práctica filosófica).

A veces imagino que ciertos grandes pensadores del pasado serían hoy mismo los primeros rupturistas de sus propias escuelas, y los más férreos "enemigos" de sus seguidores ortodoxos. No sé, imagino que la genialidad y brillantez que han tenido para pensar lo que han pensado los dotaría de esa capacidad filosófica (como que reconocerían inadmisible sostener exactamente lo mismo durante 1500, 1000, 200 años).

Algo me dice que Epicteto no usaría su manual, hoy.

Liptuan escribió:

Citación :

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

Que se lo digan a un muerto de hambre, a ver qué tal se lo toma.

Imagino que estas cosas dan por hecho que las necesidades básicas están cubiertas.

él fue esclavo, seguramente debe haber pasado por eso.

De hecho ésta línea de pensamiento tiene mucho que ver con ese dato coyuntural... hoy parece cuestionable eso de que "no podemos elegir nuestras circunstancias externas" (es un juicio propio de la época, donde la cuestión de la libertad estaba en pañales).

_DESTELLO_ escribió:

Dr House escribió:

Un pequeño resumen del libro 'Manual de Vida', del filósofo Epicteto.

- Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.

- Veamos las cosas tal como son en verdad. Las circunstancias no se presentan para satisfacer nuestras expectativas. Las cosas suceden por sí mismas. La gente se comporta como realmente es. Aprovecha lo que realmente obtienes.

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

- Ni vergüenza ni culpa. Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran; no es asunto nuestro.

- Crea tu propio mérito. No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder nunca de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso las que te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¡Madura!¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!

- Tu voluntad está siempre bajo tu poder. En realidad nada te detiene. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo, pero ¿acaso eres sólo cuerpo? Tu voluntad no tiene por qué verse afectada por ningún incidente a no ser que tú se lo permitas.

- “Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.”

- Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.

- Nadie puede hacerte daño. La gente no tiene la facultad de hacerte daño. Incluso si te denigran a voz en grito, tuya es la decisión de considerar lo que ocurre como insultante o no.

- Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

- No entregues tu mente. Si alguien pretendiera entregar tu cuerpo a cualquier transeúnte, te pondrías naturalmente furioso. Entonces, ¿por qué no tienes pudor en prestar tu valiosa mente a cualquier persona que desee influenciarte?

- Define claramente la persona que quieres ser.

- Apártate de los entretenimientos populares. Casi todo lo que se acepta como legítimo entretenimiento es inferior o ridículo, y sólo atiende o explota las debilidades de la gente. La vida es demasiado corta y tú tienes cosas más importantes que hacer.

- El mero hecho de que la gente sea amable contigo no significa que debas pasar el tiempo con ellos.

- Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

- Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

Otro esquizoide más este Epícteto ,( que no se sabe ni si es su verdadero nombre ).

Cuanto abundan últimamente por aquí , ( en ocasiones veo esquizoides ). Los veo por todos lados , ¿ será la moda ?

Yo lo veo a este Epicteto como una especie de Chuck Norris mezclado con Pérez Reverte, me importa una mierda los demás, con mi voluntad pudo hacer lo que quiero, si tengo una idea no me bajo del burro, el que se divierte es una nenaza.

Atlántida escribió:

Gloriana escribió:

Dr House escribió:

Un pequeño resumen del libro 'Manual de Vida', del filósofo Epicteto.

- Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.

- Veamos las cosas tal como son en verdad. Las circunstancias no se presentan para satisfacer nuestras expectativas. Las cosas suceden por sí mismas. La gente se comporta como realmente es. Aprovecha lo que realmente obtienes.

- Los acontecimientos no nos hacen daño, pero nuestra visión de los mismos nos lo puede hacer. No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir la forma en la que reaccionamos a ellas.

- Ni vergüenza ni culpa. Las cosas son sencillamente lo que son. Los demás que piensen lo que quieran; no es asunto nuestro.

- Crea tu propio mérito. No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor. El mérito personal no puede proceder nunca de una fuente externa. No lo encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás. Es cosa probada que las personas, incluso las que te quieren, no estarán necesariamente de acuerdo con tus ideas, no te comprenderán ni compartirán tu entusiasmo. ¡Madura!¡A quién le importa lo que los demás piensen de ti!

- Tu voluntad está siempre bajo tu poder. En realidad nada te detiene. La enfermedad puede desafiar a tu cuerpo, pero ¿acaso eres sólo cuerpo? Tu voluntad no tiene por qué verse afectada por ningún incidente a no ser que tú se lo permitas.

- “Cuando llamas a tu hijo, debes estar preparado para que no responda, y si lo hace, tal vez no haga lo que le pidas. En tal caso, tu inquietud en nada le ayuda. Tu hijo no debería tener la facultad de causarte ningún trastorno.”

- Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.

- Nadie puede hacerte daño. La gente no tiene la facultad de hacerte daño. Incluso si te denigran a voz en grito, tuya es la decisión de considerar lo que ocurre como insultante o no.

- Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

- No entregues tu mente. Si alguien pretendiera entregar tu cuerpo a cualquier transeúnte, te pondrías naturalmente furioso. Entonces, ¿por qué no tienes pudor en prestar tu valiosa mente a cualquier persona que desee influenciarte?

- Define claramente la persona que quieres ser.

- Apártate de los entretenimientos populares. Casi todo lo que se acepta como legítimo entretenimiento es inferior o ridículo, y sólo atiende o explota las debilidades de la gente. La vida es demasiado corta y tú tienes cosas más importantes que hacer.

- El mero hecho de que la gente sea amable contigo no significa que debas pasar el tiempo con ellos.

- Abstente de defender tu reputación o tus intenciones. Sólo los moralmente débiles se sienten obligados a defenderse o explicarse ante los demás. Deja que la calidad de tus actos hable en tu nombre.

- Adopta una actitud firme. Después de deliberar y determinar que un curso de acción es el acertado, jamás pongas en duda tu juicio.

No está nada mal para tenerlo en la mesita de noche y leerlo para programar el día siguiente.

Con matices, Gloriana, con muchos matices

Naturalmente, con toda clase de matices. Son unas palabras destinadas a ayudar y solo cogeré las que en un determinado momento me sirvan. Cualquiera de estas recomendaciones leída por varias personas a la vez se pueden interpretarlas cada una de ellas según su problema en aquel momento. Lo importante es sacarles un provecho.