Tema: Re: Curiosidades históricas. Dom Feb 03, 2013 4:21 pm
La delirante historia de la isla de Sark
La isla de Sark, con una superficie de 5 kilómetros cuadrados y situada en el Canal de la Mancha, es uno de esos lugares que parecen estancados en el tiempo. A pesar de tener una carretera construida por prisioneros alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, no se puede circular con ningún vehículo a motor y solo está permitido el uso de bicicletas y caballos.
Hasta los años 90, los poco más de 500 habitantes que residían en la isla de Sark tenían una vida tranquila. En los últimos 50 años, lo más grave que había ocurrido allí había sido un par de robos y el intento de invasión de la isla por parte de un solo hombre: André Gardes, un físico nuclear en paro de origen francés, que, en agosto de 1990, colgó varios carteles anunciando que a las 12 del mediodía del día siguiente se apoderaría del lugar. Gardes iba provisto con un arma semiautomática y fue detenido por uno de los dos policías que trabajan en Sark cuando se encontraba sentado en un banco esperando la hora de realizar la invasión. Sin embargo, la rutina de los habitantes de la tranquila y sosegada isla se vio sacudida cuando en 1993 aparecieron por allí los multimillonarios hermanos mellizos, David y Frederick Barclay, propietarios, entre otros negocios, del periódico más influyente del Reino Unido: The Daily Telegraph.
Llegaron allí con varios propósitos, entre ellos invertir en un privilegiado lugar libre de impuestos y con un régimen feudal como gobierno. Tenían grandes proyectos, proporcionales a la cantidad de millones de libras que estaban dispuestos a gastar, pero se encontraron con un fuerte obstáculo: John Michael Beaumont, Seigneur de Sark, o Señor Feudal. Nos referimos a un hombre con un sinfín de privilegios y que ocupaba el cargo, por herencia directa de su abuela, desde 1974. Beaumont era el único que podía poseer palomas, pichones o algo tan sencillo como un perro; un modo de vida privilegiado que vio peligrar al aparecer por allí a los dos magnates británicos. Beaumont puso todo tipo de trabas para evitar que los hermanos Barclay se instalaran allí. Aquel era un lugar tranquilo que gozaba de un estatus especial desde hacía más de 4 siglos, a pesar de pertenecer a Gran Bretaña. Pero su ideal localización, a tan solo una hora en helicóptero de Londres, hacía del lugar un privilegio donde la mayoría de las leyes vigentes fueron redactadas en 1565 por la reina Elisabet I de Inglaterra y en el que las decisiones importantes eran decididas por el señor feudal, con la ayuda de los 11 terratenientes más influyentes. Se agrupan en una comisión, conocida como Chief Pleas que, en cierto modo, es el parlamento representativo de la isla.
De este modo, David y Frederick Barclay se encontraron con un sinfín de obstáculos para llevar a buen puerto todos sus proyectos mercantiles, debido a las arcaicas leyes que se aplicaban en Sark. Por ese motivo, decidieron declarar la guerra a Beaumont. No les importaba el dinero y tiempo que emplearían en ello, pero se propusieron hacerle la vida imposible al señor feudal. Lo primero que hicieron fue adquirir la diminuta isla de Brecqhou, con una superficie de un kilómetro cuadrado, situada frente a Sark. Allí mandaron construir un ostentoso castillo desde donde controlarían todas las operaciones a realizar. El hecho de poseerla le daba a uno de los hermanos Barklay el derecho a ocupar un puesto entre los terratenientes del Chief Pleas. El siguiente paso fue solicitar a la Corte Europea de Derechos Humanos en Estrasburgo la revisión de las leyes en vigencia en Sark. Para ello, gastaron más de 3 millones de euros y casi 15 años hasta que, en el 2008, se celebraron las primeras elecciones democráticas en la isla.
John Michael Beaumont, el señor feudal de la isla de Sark
Se presentaron a las elecciones 57 candidatos, algo más del 10% de la población, que por entonces era de 507 habitantes. De todos ellos, 28 serían los representantes elegidos democráticamente. Conscientes del proceso, los audaces hermanos habían colocado a un buen puñado de hombres de su confianza entre los candidatos, aunque finalmente tan solo fueron cinco los elegidos en las urnas. En la última década previa a los comicios, los Barkley habían conseguido abrir un buen número de empresas entre las que se encontraban algunos hoteles, tiendas, inmobiliarias y empresas de la construcción. Al día siguiente de las elecciones y debido al nefasto resultado obtenido, mandaron cerrar todos sus negocios en la isla, dejando en el paro a cien empleados. Seis semanas después, volvieron a readmitir a todos los despedidos y a reabrir los negocios.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Feb 04, 2013 5:59 pm
La conquista del Oeste
"¿Qué tratado ha respetado el hombre blanco que el hombre rojo haya roto? Ninguno. ¿Qué tratado ha hecho el hombre blanco con nosotros que después él haya respetado? Ninguno. Cuando yo era niño, lo siux eran los dueños del mundo; el sol se levantaba y se ponía en sus tierras. Hasta diez mil hombres iban a la guerra. ¿Quién los ha exterminado? ¿Dónde están nuestras tierras?
Tatanka Iyotake, Toro Sentado"
Toro Sentado y Buffalo Bill (1885).
Los conflictos entre los blancos y los amerindios se remonta desde la época de los primeros colonos (guerras powhatan) hasta la masacre de Wounded Knee y la configuración definitiva de la frontera de Estados Unidos y generalmente concluían con la conquista de los pueblos amerindios, su asimilación cultural (les imponían las costumbres y creencias occidentales) y su localización forzosa en reservas.
Según una estimación realizada en 1894 por la Oficina del Censo de los Estados Unidos, se calcula que entre 1775 y 1890 perecieron 45.000 indios que defendían su territorio y 19.000 invasores. Estas cifras incluyen gran cantidad de mujeres y niños en ambos bandos, ya que era práctica habitual la eliminación de no combatientes en las masacres fronterizas. Esta cadena de acontecimientos bélicos es un claro ejemplo de limpieza étnica, de la expulsión de un territorio de una población indeseable.
Cuando Estados Unidos se independizó de Gran Bretaña en 1783, su territorio comprendía desde la costa atlántica hasta los Apalaches. Entre esta cordillera y la costa del océano Pacífico existía un extensísimo territorio en el que unos cuatro millones de nativos hacían sus vidas. La nación recién creada movería su frontera cada vez más allá en este vasto terreno, donde los únicos blancos que vivían eran comerciantes y tramperos.
En el año 1803 EE.UU. compró la Louisiana a Francia, en 1819 la Florida a España y entre los años 1845 y 1848 arrebató a México un territorio que abarca la tercera parte de su extensión actual.
La expansión tan apabullante tuvo como únicas víctimas a los pueblos indios del Oeste. Habitaban medios naturales dispares, desde las enormes extensiones del mar de hierba de la pradera (cheyenne, siux, comanches) hasta las áridas zonas del suroeste (navajos, apaches). Sus estilos de vida también eran muy diversos. Había pueblos sedentarios y nómadas, otros basaban su sustento en la caza, o eran ganaderos o recolectores. Sin embargo, todos tenían algo que les unía: para ellos no existía la propiedad privada. Desgraciadamente, en 1787 se aprobaba la ordenanza del Noroeste, que dictaminaba que los territorios del Oeste eran propiedad federal. Los gobiernos comenzaron a vender lotes de tierra a precios cada vez menores para favorecer así la colonización de aquella zona.
Tecumseh, jefe shawnee (1868).
Esta política, tan dispar para los nativos americanos fue denunciada por el jefe shawnee Tecumseh, una nación situada al noroeste. El jefe indio declaró:
"La tierra jamás estuvo dividida y pertenece a todos para el uso de cada uno. Nadie tiene el derecho de vender la menor parcela, ni siquiera a este o a aquel de nosotros, y menos todavía a esos extranjeros que lo quieren todo y no transigirán jamás. Los blancos no tienen ningún derecho sobre la tierra de los indios: ellos fueron los primeros en habitarla, es su tierra."
Tecumseh desafió a Estados Unidos pretendiendo formar una alianza entre las naciones indígenas que, de haberse consumado, hubiese supuesto una importante amenaza para toda la frontera, desde Canadá hasta México. Su rebelión (1810-1813), sin embargo fracasó en cuanto él murió en combate. Desde entonces, no hubo ningún otro intento de unificar a las naciones amerindias. La derrota de Tecumseh dejaba en evidencia que los indios contactaban con los blancos, pues no tenían otra opción de supervivencia como pueblo que integrarse en su mundo.
Los cherokee, choctaw, creek, seminola y chikasaw eligieron el camino de la integración. Las Cinco Tribus Civilizadas, que así les hicieron llamar, adoptaron el modelo social de los blancos, convirtiéndose al cristianismo, respetaron los modelos políticos europeos (de hecho, los cherokees adoptaron una Constitución en 1827) , practicaron sus modelos de agricultura e incluso poseyeron esclavos.
Lamentablemente, los indígenas ocupaban una vastísima cantidad de tierra para su reducido número. Unas diez millones de hectáreas del suroeste del país, estaban ocupadas por apenas 60.000 personas. Esta situación, desde el punto de vista de los estadounidenses, suponía un obstáculo enorme para el desarrollo de su nación. Andrew Jackson, presidente electo en 1828 se cuestionaba:
"¿Qué hombre de bien preferiría un país cubierto de bosques y poblado por unos pocos miles de salvajes a nuestra extensa República, salpicada de ciudades, pueblos y prósperas explotaciones agrícolas?"
Poco a poco el gobierno fue presionando a las Cinco Tribus Civilizadas para que se instalasen en el Territorio Indio, situado en los actuales estados de Kansas, Nebraska y Oklahoma. Les concedían la propiedad a perpetuidad. En el año 1830 el Congreso aprobó la ley de Traslados y permitió su deportación.
Algunos, como los chikasaw y los choctaw, las aceptaron. Otros, domo los creek y los seminola, se rebelaron y fueron derrotados. Por otro lado, el pueblo cherokee comenzó una incesante batalla legal que reposaba en su Constitución, donde se declaraban una nación independiente, soberana de los territorios de su tribu. Recurrieron al Tribunal Supremo, que decretó que las tribus indias eran naciones soberanas, pero dependientes, respecto a los Estados Unidos, en estado de “pupilaje”. El pueblo cherokee fue expulsado de su tierra y comenzó un penoso éxodo de 1300 kilómetros llamado Sendero de las Lágrimas, durante el que el hambre y las enfermedades terminaron con la vida de 4.000 de los 18.000 trasladados. De igual modo, los iroqueses y oneidas del noroeste, también fueron reubicados. Con la puesta en marcha de esta política, entre 1820 y 1845 el número de indígenas que vivían al este del río Mississippi se redujo de 120.000 a menos de 30.000.
Antes de que llegase el sistema de ferrocarriles, el viaje al Oeste era toda una odisea. Comenzaba desde las ciudades del río Missouri. De ahí partían caravanas como esta de la ilustración, largos convoyes de hasta un centenar de carretas. Estas eran llamadas “goletas de la pradera” y sus ocupantes se protegían del sol y otras inclemencias atmosféricas bajo un techo de lona impermeabilizada con linaza. Recorrían unos 20 kilómetros cada día, por lo que sus viajes se prolongaban varios meses hasta llegar a su destino.
Suprimido el problema territorial indígena, los invasores se aseguraban una fácil expansión hacia el Oeste. La revista Democratic Review (perteneciente al Partido Demócrata) llegó a redactar en un artículo publicado en 1845 lo que ellos consideraban el “destino manifiesto”:
Extendernos por el continente designado por la Providencia para el libre desarrollo de nuestros millones [de habitantes], que se multiplican cada año.
Los límites fronterizos de la región de Texas terminaron desembocando otro conflicto armado, en el que Estados Unidos declaró la guerra a México en 1846. La guerra terminó con la derrota mexicana. El 2 de febrero de 1848 se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo, en el que se reconocía la soberanía estadounidense sobre California y Nuevo México. El nuevo límite fronterizo quedó fijado, pues, en Río Grande.
Se propagó la noticia sobre la riqueza de estas nuevas tierras y las de Oregón, dando lugar a una importante corriente migratoria. Multitud de familias atravesaron calamitosamente el continente en sus caravanas siguiendo las rutas de Oregón, Santa Fe y California y se asentaron en territorios donde apenas había población blanca. Solo en aquellos dos estados, entre 1840 y 1870 recibieron entre 250.000 y 500.000 personas.
En 1848 se descubrió oro en los terrenos de John Sutter, en California. Un año más tarde, contagiadas con la “fiebre del oro” , llegaron unas 80.000 personas en busca del preciado metal. Se les bautizó como forty-niners a causa del año. Sin embargo, entre ellos no sólo había estadounidenses, sino también españoles, mexicanos, chinos, ingleses, peruanos, etc. Esta mezcolanza de culturas contribuyó de forma sustancial a la formación del estado de California. A pesar de que las noticias hablaban de una fácil obtención de riquezas, la realidad es que muy pocos se enriquecieron con la minería. Hubo explotaciones de oro y plata en Oregón, Nevada, Wyoming, Montana y Colorado.
Se produjeron tensiones entre los colonos y demás buscadores de fortuna a medida que se adentraban en territorio indio. Ello condujo al primer tratado de Fort Laramie, firmado en 1851 por los pueblos de las llanuras del norte, entre los que estaban los siux, cheyenne y los arapaho. Dicho acuerdo fijaba el territorio indígena y delimitaba las rutas de los blancos por el mismo. En 1853 se pactó otro tratado similar en Fort Atkinson con las tribus del sur (como los comanches o los kiowa), pero resultaron inevitables los altercados entre blancos e indios. En ocasiones, el ejército estadounidense respondía a los ataques indios con violentos asaltos a comunidades que nada tenían que ver con los atacantes.
Con el estallido de la guerra civil (1861-1865), que enfrentaba al Norte unionista y al Sur confederado, los problemas de los estadounidenses con los pueblos indios aumentaron considerablemente. Las tropas regulares se centraron en el conflicto y las milicias locales, que tomaron el relevo, llevaron a cabo sangrientas acciones como la matanza de cheyennes y arapahos en Sand Creek, bajo las órdenes del coronel John Chivington, de la milicia de Colorado.
Tras la victoria de la Unión en 1865, la población india se vio mucho más amenazada. Los colonos presionaban sobre el territorio de los siux, establecido en Fort Laramie, y fue paulatinamente reducido, lo que desembocó en la rebelión del jefe Nube Roja. Su éxito forzó al gobierno a firmar el segundo tratado de Fort Laramie en 1868, en el que se delimitaba la Gran Reserva Siux, donde se encontraban las montañas sagradas de este pueblo: las Black Hills.
Sin embargo, poco pudo frenar la victoria siux su fatal destino. El desarrollo ferroviario multiplicó la llegada de colonos. El tendido de ferrocarril transcontinental (1863-1869) propició además el exterminio del bisonte, animal crucial en la vida de los pueblos de las llanuras. En principio fueron cazados para la alimentación de los obreros del ferrocarril, más adelante los emplearon como una reserva asequible de carne y pieles, pero sobre todo, fueron eliminados por formar parte de la cultura india. En 1871 fueron abatidos unos cuatro millones de bisontes. Si a mediados del siglo XIX había unos 60 millones de estos rumiantes, en 1873 ni siquiera alcanzaban el millar.
La última gran rebelión de los indios ocurrió en 1876 cuando los mineros invadieron Black Hills tras el descubrimiento de oro en la zona. El Séptimo Regimiento de caballería, con unos 600 soldados, al mando del Coronel George Armstrong Custer, decidió atacar el campamento indio establecido junto al río Little Bighorn, en Montana. Su error fue desestimar por completo a las fuerzas del enemigo, unos 2.000 guerreros siux, cheyenne y arapaho. Fue duramente derrotado y muerto en combate. En apenas una hora y media que duró la contienda fallecieron 262 militares.
La derrota de Custer en Little Bighorn desató la cólera de los estadounidenses. Obligaron a las tribus a rendirse y confiscaron enormes cantidades de tierras.
La resistencia de los pueblos indios nunca fue de tamañas dimensiones como la que Toro Sentado lideró en Little Bighorn. El fin de su lucha terminó en 1886, cuando el jefe apache Gerónimo, al mando de una treintena de soldados, huía de miles de soldados estadounidenses. Su rendición dio por concluida la conquista del Oeste.
Wounded Knee: La última gran masacre
Fosa común en Wounded Knee.
El 29 de diciembre de 1890, 365 soldados del Séptimo de Caballería, apoyados por cuatro ametralladoras Hotchkiss, cercaron el campamento lakota de Minneconjou (Big Foot), cerca de Wounded Knee Creek, en Dakota del Sur. Tenían la orden de escoltar a sus habitantes hasta un tren que los deportaría a Omaha (Nebraska). En el momento de desarme, tuvo lugar un tiroteo del que aún no se sabe el motivo de su inicio. El resultado fue la muerte de unas 146 personas, entre las que se encontraban mujeres y niños. También fallecieron 25 soldados y 39 resultaron heridos, en parte víctimas del fuego amigo.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Mar Feb 05, 2013 3:57 pm
La derrota más amarga del Ejército español
El verano de 1921 alrededor de trece mil soldados españoles fueron masacrados por los rebeldes rifeños liderados por Abd El-Krim. El episodio despertó la indignación de la opinión pública.
Monte Arruit, repleto de cadáveres españoles
Annual, Marruecos, julio de 1921. Probablemente, la mayor catástrofe de la historia del Ejército español. Más de diez mil españoles quedaron muertos y despanzurrados en los campos del Rif tras ser el Ejército del General Silvestre desarbolado por las harcas indígenas lideradas por el caudillo Abd El-Krim. Soldados y oficiales españoles se desbandaron, matándose entre sí en muchos casos para hacerse con un transporte con el que huir a Melilla. La mayoría cayeron en el intento. Los que quedaron heridos en el campo fuero hechos prisioneros o torturados hasta la muerte por las tribus rifeñas.
Escritores como Ramón J. Sender, testigo del denominado «desastre» contaron cómo las mujeres indígenas seguían a la retaguardia mora torturando y rematando a los españoles heridos. A muchos les arrancaron las muelas aún vivos para hacerse con el oro de fundas y empastes. A otros los abrieron en canal a golpe de gumía. Hoy pocos lo recuerdan, pero el episodio conmocionó a la sociedad de la época, que de mala gana mandaba a sus hijos a luchar a África. Hacer la «mili» allí era acudir a una guerra colonial, en una tierra árida y hostil que el periodista Manuel Leguineche ha descrito como de «de pita y esparto». La matanza fue tal que muchos historiadores la identifican como uno de los factores para explicar el fin del modelo de la Restauración. La rabia nacional cuando fueron conociéndose los detalles de la ignominiosa derrota socavó la legitimidad de aquel régimen.
Cadáveres españoles recuperados en Monte Arruit
La semilla de la tragedia se había sembrado durante la primera mitad del año. El comandante general de Melilla, Manuel Fernández Silvestre, un militar audaz y afectuoso con la tropa, avanza por el territorio rifeño. Pretende llegar a Alhucemas y dominar la zona española del protectorado marroquí siguiendo una política de mano dura con las tribus locales. Pero algo no va bien. Se cubre de manera muy endeble un frente muy extenso y complejo. Silvestre, testarudo y temerario, decide, pese a las advertencias, continuar el avance. A espaldas de su superior, el general Dámaso Berenguer, alto comisario de España en Marruecos, prosigue el insensato despliegue de unos efectivos mal equipados, dispuestos y dirigidos. En alpargatas Calzados con unas rudimentarias abarcas, inadecuadas para moverse por aquel accidentado terreno, equipados con unos fusiles obsoletos y defectuosos, y mandados por unos oficiales más pendientes de encadenar permisos que de la guerra que estaban librando, los soldados españoles combaten la sed y la tensión en blocaos situados a pleno sol acechados por los guerreros nativos que desde los cerros colindantes contemplan la absurda operación hispana esperando su momento.
El enemigo: Abd El-Krim, el líder rifeño, en 1923
Ya en el mes de junio llega un primer aviso. Siguiendo órdenes de Silvestre, el comandante Villar avanza con cerca de 1.500 hombres hasta el mogote de Abarrán e instala allí un parapeto que quedará con una dotación de 26 artilleros y unos 250 soldados, 200 de ellos indígenas. En cuanto la columna de Villar, se retira del inhóspito paraje, las huestes de Abd El-Krim comienzan a tirotear la posición. Los españoles se afanan en contener a sus supuestos aliados indígenas, que se han pasado al enemigo, y en defenderse a cañonazos del ataque. La munición dura cuatro horas. Después los defensores son avasallados y pasados a cuchillo.
Es el anticipo de la masacre inminente. El siete de junio, las fuerzas del comandante Julio Benítez toman la posición de Igueriben. Por esas fechas, según relata el historiador Juan Pando Despierto, Berenguer informa al Gobierno de que «nada ofrece el Rif que pueda ocasionar la menor alarma ni inquietud». Los hechos demuestran pronto lo equivocado que está. El 17 de julio, Abd El-Krim lanza una sangrienta emboscada sobre el convoy de abastecimiento de la posición de Igueriben. A partir de ese momento, Benítez y los suyos quedan cercados. Sufrirán cuatro días de asedio, sin agua, y con el parapeto rodeado de cadáveres. «Los oficiales de Igueriben mueren, pero no se rinden», escribirá Benítez a unos jefes que no logran hacerle llegar auxilio. Silvestre asiste desesperado a la sangría que supone cada intento de romper el cerco.
El general Silvestre recorre la playa de Sidi Dris tras su ocupación
Encolerizado, harto de pedir en vano refuerzos a Berenguer, Silvestre le comunica el día 20 que la «humanidad y la dignidad» exigen auxiliar a Benítez e informa de que con tal propósito sale de Melilla «con todo». «Con todo» quiere decir que la plaza queda totalmente desguarnecida. Los habitantes de la ciudad verán partir casi todas las fuerzas que la custodiaban. Solo regresarán unos pocos errabundos, desechos y relatando entre delirios las atrocidades que están teniendo lugar extramuros de la ciudad. Los melillenses, que temen un inminente asalto rifeño, quedarán sumidos en un pánico que solo la llegada de los primeros efectivos de la Legión enviados desde la Península aplacará.
Tras la caída de Igueriben, en la que perecen Benítez y casi todos sus hombres, un Silvestre cada vez más desquiciado decide evacuar el campamento de Annual. En una retirada caótica y hostigada por un intenso fuego enemigo, oficiales y soldados huyen, algunos incluso se acuchillan entre sí por hacerse con un puesto en alguno de los camiones que a toda velocidad corren a Melilla. Los españoles se agolpan despavoridos por un terreno sobre el que no dejan de llover balas. Huyen y chillan, pero salvo ejemplares excepciones, no se defienden.
Los restos de la caballería del Regimiento Alcántara. Cubrieron la retirada heroicamente, permitiendo a muchos compañeros ponerse a salvo
La mayoría murieron. También Silvestre, del que no se supo más. Aunque circularon diferentes versiones, lo más probable es que ante la debacle optara por pegarse un tiro. En Madrid, el Gobierno y el Rey Alfonso XIII suspenden sus vacaciones y se decreta el envío urgente de refuerzos a Melilla. Pero es tarde. La escabechina y el oprobio son ya irremediables.
Legionarios disparando al enemigo en Taxarut. España trató de recuperar la iniciativa tras el desastre
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Vie Feb 08, 2013 5:07 pm
El hundimiento del Wilhelm Gustloff, una tragedia sin precedentes.
Tragedias navales ha habido centenares, pero solo unas pocas son las que se llevan la palma en lo que se refiere a difusión y conocimiento por parte de la mayoría de la población. Hoy en día, gracias a las redes sociales, cualquier hundimiento o problema marítimo es noticia al momento y llega hasta cualquier rincón del planeta, pero hasta no hace tanto tiempo la mayoría de estas catástrofes solo se conocían por lo que nos llegaba a través de los libros de Historia.
Si realizamos una encuesta, posiblemente, un gran número de personas respondería que la mayor tragedia naval de la Historia fue la ocurrida en el trasatlántico Titanic (con 1.514 personas fallecidas), debido a la cantidad de publicidad que se le ha realizado mediante la literatura, el cine y la reciente celebración del centenario a lo largo de todo el año 2012. En realidad, la mayor tragedia naval de la Historia, nada tiene que ver con el Titanic, sino que sucedió tres décadas después, en plena Segunda Guerra Mundial (el 30 de enero de 1945) con el hundimiento del barco ‘Wilhelm Gustloff’ en aguas del Mar Báltico y que se saldó con la muerte de 9.343 personas (la inmensa mayoría mujeres, niños, ancianos y hombres civiles).
Wilhelm Gustloff
La causa del hundimiento no fue ningún iceberg, sino tres torpedos lanzados desde un submarino soviético. Lo grave del asunto es que Alexander Marinesko, capitán del S-13 que ordenó disparar contra el barco, sabía que se trataba de una embarcación que trasladaba a un gran número de refugiados alemanes que huían de sus hogares ante el avance por el frente del Este del Ejército Rojo.
Tan solo bastó una hora para que el barco se hundiese tras recibir los tres impactos de torpedo y convertirse en la mayor tragedia naval de la Historia, la que suma más víctimas mortales.Cabe destacar, para acentuar más aún la tragedia, que la capacidad del Wilhelm Gustloff era para 1.865 pasajeros, aunque la autoridad marítima había permitido triplicar el número de viajeros hasta las 6.000 personas. Lo que no se sabía (y se conoció posteriormente) es que en el interior se habían colado cerca de 5.000 refugiados más, que viajaban como polizones.
Foto recreación del embarque de miles de personas al Wilhelm Gustloff
En el momento del hundimiento había a bordo un total de 10.582 personas, de las que tan solo se pudo salvar a un millar, falleciendo posteriormente muchos de éstos a causa de hipotermia tras pasar un gran número de horas dentro de las frías aguas del Báltico.
El capitán Alexander Marinesko, artífice del hundimiento, necesitaba lograr méritos en su cada vez más deteriorada carrera, debido a su difícil carácter, frecuente afición al alcohol y sus múltiples líos de faldas que lo habían hecho fallar en sus obligaciones con demasiada asiduidad.
A pesar de ser candidato a recibir una distinción como 'héroe de la Unión Soviética' por torpedear y hundir el Wilhelm Gustloff, no se le llegó a conceder debido a su conflictivo perfil personal y las continuas notas negativas que acumulaba en su expediente. Para justificar la no concesión de la medalla, el Alto Mando soviético señaló que en realidad el barco había sido hundido por la propia Luftwaffe alemana.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Dom Feb 10, 2013 1:33 pm
La inauguración del Coliseo, el mayor espectáculo de la Antigüedad
La construcción del Coliseo, un guiño a la plebe romana
Por una inscripción hallada, sabemos que en el año 70 dC Vespasiano tenía los bolsillos llenos gracias al botín obtenido en su victoriosa campaña militar en Judea.
Decidido a complacer al pueblo de Roma, tan voluble y traicionero, dedicó una parte sustancial de este botín a la construcción del mayor Anfiteatro del Imperio, que hoy en día conocemos como el Coliseo, con capacidad para 50.000 espectadores.
Para ello, hizo derruir una gran parte de la Domus Aurea, el palacio erigido por Nerón, y desecar el lago contiguo. Esto sólo puede ser interpretado como un gesto populista, dirigido a contentar a la plebe, ya que en lugar de erigir su Anfiteatro en las afueras de la ciudad, como hubiera sido normal, prescindió de unas edificaciones imperiales y lo construyó en pleno centro de Roma.
10 años más tarde, y muerto ya Vespasiano, inauguró el Anfiteatro Flavio su hijo y sucesor, Tito. Los Juegos que se celebraron estuvieron a la altura de las expectativas. Dión Casio nos habla de las diversas celebraciones que tuvieron lugar en la recién estrenada arena, y más en concreto, nos describe la cacería de más de 9.000 fieras salvajes, uno de los espectáculos más populares en aquella época. Imaginaos las caras que debían poner los senadores que poblaban la grada inferior o los plebeyos de la superior!!
Otra de las historias que nos han llegado de aquel acontecimiento único es la de Vero, un gladiador de Moesia, que luchó a muerte contra su amigo Prisco... por lo visto, a pesar de su amistad la lucha fue espantosa, ambos luchadores hicieron gala de fuerza y destreza con las armas. Cuando uno avanzaba, el otro resistía en su lugar, y cuando este devolvía los golpes, el otro los rechazaba firmemente con el escudo. Los 50.000 espectadores nunca habían visto nada igual. Parecía como si 2 reencarnaciones de Hércules se enfrentaran en la nueva arena de Roma, dejando sin respiración al César, a los senadores y al pueblo por igual.
El final fue del todo insospechado, y de hecho, no volvió a repetirse jamás. El relato del poeta Marcial sobre aquello dice así:
Como Prisco y Vero alargasen el combate, y el valor de ambos fuese el mismo durante largo rato, se pidió repetidamente y a grandes voces gracia para los hombres, pero el mismo César obedeció su ley: la ley era acudir al dedo tras dejar el escudo. Les entregó una y otra vez platos y regalos, lo que se permitía. Se halló, sin embargo, un final de combate igualado: lucharon iguales, cayeron iguales. César envió a ambos la palma y la vara de honor: el valor ingenioso ofreció esta recompensa. Bajo ningún otro príncipe, César, sucedió esto: que al luchar los dos, uno y otro fuesen vencedores.
Marcial (Sobre los espectáculos, 29)
Así fue como viendo el César la entrega de ambos, y habiendo alargado la lucha hasta la extenuación, no tuvo más remedio que declarar a ambos vencedores, lo que sin duda debió ser un digno colofón a la inauguración del mayor anfiteatro del Imperio.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Feb 11, 2013 1:15 pm
Las mujeres consuelo, esclavas sexuales en la Segunda Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses establecieron burdeles militares en los países que ocuparon. Miles de mujeres de Corea, China, Filipinas… se vieron obligadas a prestar servicios sexuales a los militares del ejército imperial japonés… fueron las llamadas “comfort women” (mujeres consuelo).
Las mujeres jóvenes de países bajo el control japonés eran secuestradas de sus hogares o engañadas con falsas promesas de trabajo. Una vez reclutadas, eran encarceladas en “confort stations” (auténticos prostíbulos) donde eran obligadas a satisfacer la necesidades de los japoneses. Muchos negaron la existencia de este tipo de esclavitud, otros llegaron a justificarlo con argumentos tan peregrinos y miserables como aumentar la moral de las tropas, para evitar masivas violaciones, prevenir la propagación de enfermedades de transmisión sexual… Todo permaneció oculto hasta que en 1991 la coreana Kim Hak-Soon, ya con 63 años, no pudo aguantar más y contó al mundo la existencia de las comfort women. Investigaciones posteriores y un informe de la Oficina de Guerra de los EEUU, tras la liberación de 20 coreanas, confirmaron los datos de Kim. El citado informe americano dejaba claro que no era un hecho puntual sino que todo estaba perfectamente regulado:
Para regular la masiva afluencia de soldados, se establecieron turnos para las distintas unidades del ejército:
◦Domingo – Infantería ◦Lunes – Caballería ◦Martes – Ingenieros ◦Miércoles – Día de descanso semanal y un examen físico. ◦Jueves – Los médicos ◦Viernes – Artillería ◦Sábado – Transporte
Se creó el Consejo Coreano para las Mujeres Reclutadas para la Esclavitud Sexual por Japón que exigió al gobierno japonés:
◦Admitir la existencia de las esclavas sexuales. ◦Una disculpa pública. ◦Un monumento homenaje a las víctimas. ◦Que los sobrevivientes y las familias de las víctimas reciban una compensación.
A fecha de hoy, todavía siguen esperando…
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Mar Feb 12, 2013 1:33 pm
El último Papa que renunció: Gregorio XII, en 1415
El Concilio de Constanza
Tras la renuncia de Benedicto XVI, comprobamos en la historia que no ha sido el único papa que ha renunciado a su papado. Te contamos la historia de la anterior renuncia.
Durante la baja Edad Media, a finales del siglo XIV, la Iglesia sufrió un periodo convulso tras establecer el Papado en la ciudad francesa de Aviñón (1309-1377), que derivó en el denominado Cisma de Occidente (1378-1417). Durante el periodo de Aviñón, a donde se había traslado en Pontificado por la inestabilidad política en Italia, se eligieron siete papas, el último de los cuales, Gregorio XI, trasladó, sin embargo, la sede de nuevo a Roma (1378), donde murió el mismo año.
En Fondi los cardenales franceses se aprestaron a elegir un nuevo Papa, Clemente VII, ignorando el cónclave de Roma, en el que las presiones populares y políticas instaron a sus cardenales a elegir a un nuevo Pontífice, si no romano, al menos italiano. En 1378, fue elegido Urbano VI, oriundo de Itri, región de Lazio y arzobispo de Bari, quedando así, el antipapa de Aviñón y el de Roma. Había comenzado el cisma que se prolongaría a la muerte de Clemente VII y Urbano VI con la elección de otros dos nuevos “antipapas”, el español Pedro Martínez de Luna (1328-1423), nombrado como Benedicto XIII en Aviñón y la sucesión en Roma de Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII, el veneciano Angelo Correr.
Durante el papado de los enfrentados Benedicto y Gregorio, se produce el Concilio de Pisa, que pretende arreglar la situación cismática eligiendo a un nuevo Papa que sirva para deponer a la vez a los dos anteriores, pero ni Gregorio XII, ni Benedicto XIII, reconocen la validez del Concilio de Pisa, al que acusaron de anticanónico ya que según sus argumentos sólo el Papa tenía potestad para convocarlo. No obstante, en Pisa se elige a un nuevo Pontífice, Alejandro V, (de 1409-1410) lo que produce la aún más confusa situación de tres “antipapas” simultáneos.
Alejandro V moría al año siguiente de ser elegido y el nuevo antipapa que le sucedía, Juan XXIII (no confundir con el Papa Juan XXIII del siglo XX) convoca el Concilio de Constanza (1414-1418), en el que se cambia el sistema de votación. El nuevo concilio, que tuerce los planes de Juan XXIII, resuelve su abdicación el 29 de mayo de 1415 y la renuncia de Gregorio XII, que acepta, presionado, el 4 de julio de ese mismo año, y declara válido el concilio, por lo que el único antipapa que queda es el español Benedicto XIII, que además ha sido expulsado de Aviñón.
La elección de Martín V durante este concilio, en 1417, supone el fin del Gran Cisma de Occidente y aunque Benedicto seguirá declarándose Papa hasta su muerte en 1423 en Peñíscola, Castellón (de ahí la expresión “seguir en sus trece”), esgrimiendo como argumento que era el único cardenal que quedaba anterior al cisma, la Iglesia se había reunificado en torno a la figura del nuevo Pontífice poniendo fin a la disputa. Antes de Gregorio XII había renunciado Celestino V, el 13 de diciembre de 1294 en Nápoles, tras alegar problemas de salud, Benedicto IX en 1045 (también forzado) y Juan XVIII en 1009.
Julio MARTÍN ALARCÓN
Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Jue Feb 14, 2013 4:56 pm
Nunca he timado a un hombre honesto, solo a granujas. Ellos querían algo a cambio de nada y yo les daba nada a cambio de algo.
Joseph “Yellow Kid” Weil
Weil comenzó su andadura en el mundo de la estafa con un auténtico clásico: los remedios milagrosos. Nacido en Chicago, pronto fue un habitual de las ferias y circos. Allí ofrecía sus crecepelos maravillosos y otros tónicos capaces de curar cualquier dolencia. Este timo, habitual hoy en día hasta en la teletienda, no tardó en aburrir a Weil. Quizá la razón fuera la naturaleza de esta estafa, en la que lo principal es aprovecharse de la inocencia de la víctima, lo que le llevó por otros caminos. En sus memorias confesó que cada una de sus víctimas tenía un timador en su interior y echando un vistazo a sus golpes más famosos comprobamos que no le faltaba razón.
¿Ha visto usted a mi perro?
Un bar cualquiera en Chicago. Principios de siglo. El camarero atiende a los clientes, limpia la barra y da conversación a los borrachos cuando un extraño personaje cruza la puerta. Tiene cara de preocupación y, lo que es peor, de querer compartir esa preocupación con alguien. Resignado, asumiendo que gran parte de su trabajo consiste en escuchar las penas de otros, el camarero se acerca dispuesto a atender al nuevo cliente. El extraño resulta tener acento extranjero y tras un par de cervezas confiesa la causa de su desgracia. Ha perdido su perro hoy mismo. Pero no un perro cualquiera, no. Ha perdido un Saulsazer Atigrado (o algo así) de pura raza, uno de los pocos que quedan. Se le escapó hace unas horas por el barrio y todavía no ha podido dar con él. El hombre, entre sollozos, habla maravillas de su mascota. En Europa es considerado un perro de aristócratas, solo la creme de la creme puede permitirse tener uno de ellos. El camarero sospecha que quizá tenga ante él a un noble europeo y comienza a interesarse por la conversación, quizá incluso invite al extraño a un par de copas. Antes de irse, el extranjero hace una descripción detallada del animal y pide al camarero que pregunte por él a sus clientes. Ese perro es irremplazable y está dispuesto a pagar quinientos dólares a quien le ayude a recuperarlo. El extraño promete volver al día siguiente para ver si hay alguna noticia sobre su valioso Saulsazer.
Horas después, ese mismo día, un nuevo cliente entra en el bar. El tipo es la afabilidad en persona. Con una sonrisa de oreja y un tono de voz que inspira confianza parece la clase de persona a la que dejarías al cuidado de tus hijos o el vecino al que darías una copia de la llave de tu casa. Es Joseph Weil.
-¡Mire que suerte he tenido! -dice el nuevo cliente tras sentarse y pedir una copa-. Acabo de encontrar este perro vagando a un par de calles de aquí. Y debe ser un buen perro pues tenía collar y todo.
El camarero no da crédito a lo que ve. ¡Es el Saulsazer Atigrado! La verdad es que a él le parece un vulgar chucho callejero pero no cabe duda de que su descripción coincide exactamente con la que le hizo el extraño aristócrata. El camarero, inmediatamente, inventa alguna excusa que justifique su interés en el animal. “La verdad es que vivo solo y no me haría mal un poco de compañía. Le pagaré cien dolares por el perro”, por ejemplo.
Pues lo cierto es que, en poco tiempo, ya he cogido cariño a este animal. Me daría pena deshacerme de él- responde Weil mientras acaricia la cabeza del Saulsazer.
Que sean doscientos dólares entonces- contesta el camarero.
La historia siempre acababa del mismo modo. Con Weil y su gancho embolsándose un gran fajo de dólares y con un camarero que creía haber hecho el negocio del siglo y que había pagado un pastón por un perro callejero como los que veía cada vez que sacaba la basura.
Con timos menores como éste Weil fue haciendo carrera en los bajos fondos de Chicago. Pronto conoció a otros estafadores con los que se asociaba a menudo como Frank Hogan, con quien formó pareja en 1903. Esta asociación es el origen del mote con el que es conocido Weil. Yellow Kid era un famoso personaje de comic norteamericano a quien siempre acompañaba su amigo Frank Hogan. Pero Weil no solo era famoso entre los estafadores. A medida que sus timos iban volviéndose más elaborados Weil necesitaba de una gran cantidad de mano de obra. Se hizo amigo de rateros, prostitutas, carteristas, jugadores profesionales, mendigos... Todos conocían a Weil y estaban más que dispuestos a participar en sus montajes. Después de todo era una forma bastante divertida de ganar dinero y los planes de Weil raras veces fallaban.
Invierta en tierra
Si la gente aprendiera -aunque dudo que suceda- que es imposible obtener algo a cambio de nada, el crimen desaparecería y todos viviríamos en armonía.
Joseph Weil
En algún selecto café un adinerado caballero observa como dos hombres de negocios se sientan en la mesa contigua a la suya. En cuanto llegan a sus oídos frases como “ganancia asegurada” o “negocio del siglo”, el honrado millonario comienza a interesarse por la conversación que está teniendo lugar a su lado.
Al parecer, el banco ha expropiado las tierras que un pobre diablo tenía en Indiana por impago de deudas y las ha sacado a la venta por 50.000$. Pero lo interesante es que esos terrenos, aunque el banco no lo sepa, tienen un valor cien veces mayor. Uno de los dos tipos que hay a su lado es geólogo y tiene información de primera mano sobre lo que hay bajo ese suelo.
Cuando trabajaba para la Standard Oil Company me encargaron que evaluara esos terrenos para una posible compra -está diciendo el geólogo a su acompañante-. ¡Aquello es una enorme bolsa de petroleo! Oculté esa información a la compañía pues ya entonces el dueño de las tierras estaba en bancarrota y sabía que podría hacerme con ellas a precio de ganga si esperaba un poco. Era una oportunidad única de ganar millones de dólares. ¿Y qué pasó? ¿Cómo es que no eres el nuevo Rockefeller? -pregunta el otro tipo. Ya sabes que pasó. Perdí mi empleo antes de poder reunir los malditos 50.000 dólares. El millonario espera ansioso a que a alguno de los dos se le escape el nombre del banco que vende los terrenos pero no hay forma. Finalmente decide intervenir en la conversación.
Perdone, caballero, pero no he podido evitar escuchar la conversación que estaba manteniendo con su amigo. Quizá si me aceptara como socio capitalista ambos podríamos repartirnos la propiedad en cuestión. Yo podría disponer con facilidad del dinero necesario.
El geólogo tras muchas dudas y preguntas acaba aceptando la oferta. Por supuesto no le dice al millonario donde se encuentra el banco sino que se ofrece a acompañarlo él mismo a cambio de figurar en la escritura de propiedad. Parece un trato justo, uno pone la información y otro el capital, así que se encaminan hacia la oficina bancaria donde poder comprar los terrenos bañados en petroleo.
Una vez allí todo sucede con normalidad. El banco se encuentra situado en un espacioso local y parece bastante próspero. Hay multitud de cajeras atareadas atendiendo a los numerosos clientes, pero no importa, no tienen que hacer cola porque es el mismo director bancario quien se encarga de cerrar el trato.
En efecto, la propiedad que mencionan está en venta por esa cantidad pero... ¿está seguro de querer invertir en un secarral sin valor? Sí, sí, usted háganos una escritura de propiedad a nombre de los dos y no se preocupe -dice el millonario con una sonrisa y dando un codazo cómplice al geólogo-. Aquí tiene los 50.000 dólares.
Una vez fuera ambos acuerdan quedar al día siguiente para planificar como venderán la propiedad por cien veces más de lo que les ha costado a alguna compañía petrolera. Habrá que hacer prospecciones, consultar con otros geólogos... Quizá hasta consigan más dinero del que esperaban. Con un abrazo ambos hombres se despiden... Y nunca más vuelven a encontrarse.
El feliz socio capitalista no tarda más que unos días en descubrir que no hay rastro del geólogo, ni de nadie con su nombre, por ningún lado. La propiedad no existe y la escritura no es más que una falsificación. Si decide acudir al banco donde se cerró el trato descubrirá un local vacío, sin rastro de cajeras, ni clientes, ni nada que recuerde a una sucursal bancaria.
Weil, que lo mismo hacia de banquero que de geólogo cuando llevaba a cabo esta estafa, lo había planeado todo a la perfección. Se alquilaba un local y se decoraba superficialmente para parecerse a una oficina bancaria. Las cajeras eran todas prostitutas y los clientes mendigos o carteristas. En ocasiones incluso contrataba compañías de teatro amateur para que todo quedara más creíble. En cuanto el millonario doblaba la esquina todo el tinglado era desmontado, cada uno de los participantes cobraba su parte del botín y desaparecían hasta que las cosas se calmasen. O hasta el próximo golpe.
El golpe
Pensaba acabar este artículo relatando la más famosa estafa de Joseph Weil pero no voy a hacerlo. No hay mejor descripción de ese timo que la que el director George Roy Hill y el escritor David S. Ward hicieron en 1973 y protagonizada por Paul Newman y Robert Redford. Quien haya visto “The Sting” ya sabe de que hablo y quien no ya está tardando en alquilar/comprar/descargar esa gran película.
Tema: Re: Curiosidades históricas. Vie Feb 15, 2013 12:40 pm
El Pecado de John Lennon
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Feb 18, 2013 8:54 pm
Buscando pareja en el siglo XVII
Hoy nos parece de los más normal la abundancia de portales de citas en internet o de páginas de contactos para buscar a tu “media naranja”, pero todo está inventado.
“Corazones solitarios” los ha habido siempre y aquí os dejo la prueba. El primer anuncio buscando pareja fechado nada menos que el 19 de Julio de 1695. Fue publicado en “A Collection for Improvement of Husbandry and Trade” (“Una Colección para el Mejoramiento del Buen Gobierno y el Comercio”) en Gran Bretaña.
Podemos leer como un “caballero” busca emparejarse con una “gentil dama”. Hoy contamos con tecnología más avanzada, pero en el fondo seguimos buscando la misma cosa.
Fuente: BBC Mundo
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Feb 18, 2013 8:58 pm
Leche de burra para las locuras de Jorge III
Jorge III fue un monarca británico que ocupó el trono en la 2ª mitad del siglo XVIII. Su reinado fue famoso por albergar uno de los grandes acontecimientos de la Historia Contemporánea, la Revolución de las 13 colonias que conducirá a la aparición de los Estados Unidos de América.
Pero no fue sólo el convertirse en el rey que perdió América lo que lo hizo famoso sino sus extravagentes locuras.
El rey sufrió varios episodios de locura tan sonados que fueron imposibles de ocultar y que llegaron a representar una amenaza para su propia vida. Hay muchos ejemplos de su católogo de locuras como cazar mariposas desnudo por los jardines de palacio u ordenar a los patos que habitaban en los estanques que pasearan con él y, al no obedecerlo, ahogarlos y exponer su cuerpo ante el resto de los patos. Charlaba durante horas y horas diciendo incoherencias y los que no le seguían en la conversación eran condenados a muerte. Entre las anécdotas que lo rodean se cuenta que cada día hacía anotaciones en su diario y que el día 4 de Julio de 1776 señaló
"Nada importante ha sucedido hoy"
Y eso el día en que los habitantes de las 13 colonias firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Los médicos atribuían las locuras del rey a una enfermedad misteriosa y para remediarla la medicación que recibía el monarca era leche de burra, algo que evidentemente no lo ayudaba nada. Estudios de 2004 sobre muestras capilares del rey detectaron niveles extramadamente altos de arsénico lo que hacía suponer que la verdadera enfermedad que padecía el rey era un tipo de Porfiria. El tratamiento debía haber sido alimentos ricos en carbohidratos y mientras tanto él solo recibía leche de burra.
Por ello no es de extrañar que muriera totalmente loco después de hablar sin parar durante más de 50 horas (logorrea) tras lo que entró en coma.
Por lo visto la leche de burra sólo le funcionó a Cleopatra.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Mar Feb 19, 2013 5:29 pm
Gases venenosos durante la Primera Guerra Mundial
Los gases venenosos se emplearon por primera vez en la guerra en Europa el 23 de abril de 1915, utilizando los alemanes el cloro (gas "oximuriático") contra las líneas francesas e inglesas en el saliente de Yprés. Aunque hay versiones que dicen que su primer uso fue francés en el primer mes de la guerra, en agosto de 1914, utilizaron granadas con bromuro contra los alemanes. Sin embargo, fue el ejército alemán el primero en estudiar y desarrollar armas químicas y utilizarlas a gran escala.
Un desertor había dado a conocer las intenciones del enemigo pero los aliados no creyeron que Alemania violase las reglas establecidas en La Haya, y no dieron importancia a este aviso. Atild en su obra "Gas y llama" describe el desconcertante momento en el que los soldados se ven envueltos en este nuevo ataque:
"Imaginaos, sí es posible, la situación y estado de ánimo de aquellas tropas, al ver una extensa nube de ceniciento gas amarillo brotando del suelo y arrastrándose, empujado por el viento hacia ellos; los vapores quemaban la tierra, introduciéndose por las grietas y huecos, llenando los agujeros hechos por las granadas y las trincheras según iba acercándose. Al principio, el asombro; después, el miedo, y por último, cuando las primeras capas de la nube envolvieron y dejaron a los hombres sin aliento y agonizantes, el pánico. Los que podían moverse huyeron, aunque en general en vano, pues la despiadada nube los seguía y alcanzaba."
Los primeros gases fueron fácilmente analizados y reconocido el cloro. Las autoridades militares consultaron entonces con los químicos, ideándose caretas o máscaras formadas de algodón en rama o almohadillas empapadas en varias soluciones, que sujetas frente a la nariz y la boca, protegían en cierta medida en el campo. En este tipo primitivo están basados todos los modelos hasta llegar al último y más eficaz. La parte esencial de la careta era la cestilla metálica donde se colocaban los preparados químicos capaces de absorber los varios tipos de gases mezclados con el aire respirado por los soldados.
Aparecen nuevos gases, especialmente los lacrimosos, surgiendo la necesidad de modificar las máscaras. Al principio se utilizaron preparaciones especiales para evitar se empañasen las piezas frente a los ojos y a causa de la respiración; pero más tarde se encontró el medio conveniente para hacer salir el aire directamente a través de estas mismas piezas oculares, como es el caso de la máscara Tissot.
Después del primer ataque, en abril, los alemanes no emplearon gases durante el verano y otoño de 1915 lo que permitió, afortunadamente, a los aliados estudiar los métodos de defensa antes del otro ataque.
El año 1916 fue el de mayor actividad por parte de los alemanes en el empleo de gases. Se hicieron cinco grandes ataques contra los ingleses y muchos otros contra Francia y Rusia. En estos ataques se emplearon gases más concentrados y mayores cantidades del venenoso fosgeno (oxicloruro de carbono).
La táctica consistió en ocultar por todos los medios posibles los preparativos previos, la utilización de nubes de humo para desviar la atención y el lanzamiento de los gases a intervalos variables. Esto último fue en realidad tristemente eficaz, pues la segunda emisión, después de la calma que seguía a la primera nube, encontraba desprevenidos a los hombres.
En agosto de 1916 se verificó el último ataque contra los ingleses con gases asfixiantes. Aquí se lanzó una espesa nube de fosgeno durante el momento de relevo y cuando era prácticamente doble el número de hombres en las trincheras. Fue tan fuerte, que se precisaron las máscaras contra los gases nueve millas a retaguardia del punto donde se descargaron. El empleo se abandonó a causa del limitado número de gases que podían ser utilizados, y también por el reducido numero de cilindros para lanzarlos a la vez, la dificultad de efectuar los ataques por sorpresa.
El empleo de granadas cargadas de gas aumentó rápidamente. Era mucho más fácil alcanzar el campo enemigo. Se tomaron cuidadosas medidas para evitar excesivas bajas en las trincheras, donde era evidente la persistente naturaleza de ciertos gases; se establecieron también cubiertas protectoras, sistemas especiales de alarma, rapidez en la colocación de las máscaras (seis segundos) y métodos eficaces para hacer desaparecer los gases.
Un ataque destacado fue el Arras en diciembre de 1916. Allí, grandes cantidades de granadas cayeron en los alrededores, saturando los pisos y muros de las casas. Como era muy intenso el frío, se evaporaron los gases lentamente. Al siguiente día, cuando aparentemente los gases habían desaparecido, muchos soldados se quitaron las máscaras. Un error porque con el aumento de las temperaturas la evaporación de los gases comenzó de nuevo, habiendo un gran número de atacados.
El gas mostaza (sulfocianato de alilo) es realmente un líquido bastante persistente, produciendo quemaduras en la piel. Pero no fue el gas más eficaz ni mortífero de los empleados en la guerra. En Nieuport se dispararon mas de 50.000 granadas en una sola noche, inundando prácticamente la ciudad. Se calculó que en el otoño de 1917 los alemanes lanzaron más de un millón de granadas conteniendo aproximadamente 2.500 toneladas de este gas. Una gran parte de este mismo año lo emplearon los aliados en estudiar varias disposiciones destinadas para proteger a las tropas contra sus efectos, y suministrando nuevas telas especiales, guantes botas y diferentes ungüentos.
La Ciencia, al servicio de la Guerra, combatió también, en una encarnizada competencia, por producir gases destructores. En abril de 1915, Tribune publicaba este artículo en relación al uso de gas en la guerra: Nueva York Tribune, 27 de abril de 1915
Boulogne, 25 de abril. -- El vapor gaseoso que los alemanes usaron contra las divisiones francesas cerca de Ypres el jueves pasado, contrariamente a las reglas de la convención de La Haya, introducen un nuevo elemento en la guerra. El ataque de la pasada tarde del jueves fue precedido por el levantamiento de una nube de vapor gris. (…) Su efecto sobre el soldado francés era de náuseas, seguidas de un derrumbamiento completo (…).
Todo indica que la preparación para este ataque es larga y cuidadosa. (…) Algunos testigos mantienen que los alemanes rociaron la tierra con un líquido que, siendo encendido, envió los humos. Las tropas alemanas sostuvieron respiradores en sus bocas, evitando así ser alcanzados por los humos.
Además de esto, los alemanes parecen haber encendido granadas explosivas ordinarias cargadas con algún producto químico que tenía un efecto que paralizaba a todos los hombres en la zona de la explosión. Un poco de producto químico en la composición de esas granadas produjo el riego violento de los ojos, de modo que cegaban a los hombres durante algunas horas.
El efecto del gas nocivo parece ser lento. Los hombres salen de su náusea en un estado del derrumbamiento completo. Algunos de los rescatados han muerto ya de los efectos secundarios (…).
Ronaldo512 V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Mar Feb 19, 2013 5:36 pm
Citación :
Por lo visto la leche de burra sólo le funcionó a Cleopatra.
De burra ??
Yo pensaba que se daba baños de leche de cabra ?? para la belleza.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Jue Feb 21, 2013 5:58 pm
El navegante de El Bierzo que descubrió las islas Salomón.
El «primer ministro de las Islas Salomón» no es un español como Mariano Rajoy, pero podría haber tenido sangre española si la historia hubiera tomado otros derroteros. Las más de 990 islas repartidas entre el archipiélago del mismo nombre, al sureste de Papúa Nueva Guinea, y las islas Santa Cruz, al norte de las islas Vanuatu, que hoy forman parte de la Mancomunidad Británica de Naciones fueron exploradas por un europeo por primera vez en el siglo XVI y fue un navegante de León, originario de la comarca de El Bierzo, quien dirigía la expedición.
Álvaro de Mendaña (Congosto, 1542) tenía apenas 25 años cuando partió de El Callao, en Lima, el 19 de noviembre de 1567 en busca de unas islas llenas de oro de las que hablaba la leyenda. Se creía que las minas de Ofir del rey Salomón se encontraban en los mares el Sur y las costas de Nueva Guinea. Mendaña era el sobrino de Lope García de Castro, que ejercía como virrey del Perú y fue el encargado de dirigir la expedición española hacia la supuesta «Terra Australis Incognita».
Unos 160 hombres, entre los que se encontraban cuatro frailes franciscanos, embarcaron a bordo de «Los Reyes» y «Todos los Santos» que capitaneaban Pedro Sarmiento de Gamboa y Pedro de Ortega. Tenían el deber de explorar y descubrir, dibujar mapas, informarse de los recursos y costumbres de los indígenas y evangelizar las islas.
«No habían pasado tres semanas del comienzo de la expedición cuando el oficial de la Audiencia escribió irónicamente al Rey: dicen que las islas llamadas Salomón están situadas en esta dirección, «y aunque no ay quien las aya visto ni saben donde estan, dizen que las ay y que ay mucha gente», recordaba Celsus Kelly en su artículo «Una hazaña que se adelantó a la del capitán Cook» en ABC en 1967. Nativos antropófagos
A los 80 días de su partida divisaron la primera de las islas Salomón, Santa Isabel, a donde llegaron el 7 de febrero de 1568. Los indios de la isla de Santa Isabel comían carne humana. «El cacique envió de presente a Mendaña un cuarto de un brazo con su mano de un muchacho, que el español enterró allí mismo ante el asombro del indio», se recogía en un artículo de ABC en 1964.
Desde allí y a bordo de un pequeño barco construido en el lugar, el «Santiago», exploraron las islas cercanas de Ramos (Malaita), La Galera, Buena Vista, Flores, San Dunas, San Germán, Guadalupe, Guadalcanal , San Jorge, San Nicolás, Arrecifes, San Marcos (Choiseul)... una veintena de islas a lo largo de seis meses.
Mendoza aprendió a defenderse en algunas lenguas locales, lo que le permitió conversar con los indígenas. Escribirá a Felipe II contándole una conversación con un jefe de Santa Isabel, Bile Banharra: «Le hice comprender que estaba sujeto a Vuestra Majestad y que yo había venido a su país por orden vuestra, para encontrarle a él y a los otros «tauriquis» (jefes) y para llevarles al conocimiento de Dios y de nuestra santa Fe Católica. Él escuchó todo con atención, después me preguntó dónde estaba el rey de Castilla......».
Las relaciones con los habitantes de las islas Salomón fueron dispares. Algunos manifestaron su voluntad de amistad. El inspector de la Corona que debía escribir el relato detallado del viaje, Gómez Hernández Catoira, destacó cómo Bile Banharra no dejaba de repetir «Mendaña, Mendaña» para no olvidar el nombre.
El 11 de agosto salieron de regreso a América, cuando las provisiones comenzaban a escasear. El 22 de julio llegaban al puerto de Lima tras 22 meses de expedición en la que 35 hombres murieron. El segundo viaje
Durante veinticinco años Mendaña intentó volver a las islas Salomón hasta que un nuevo virrey, García Hurtado de Mendoza Marqués de Cañete, patrocinó un segundo viaje con el objetivo de establecer una colonia e impedir que se convirtiera en un refugio para los piratas ingleses en el Pacífico. Unas 400 personas participaron en esta expedición que descubrió las islas Marquesas, bautizadas así en honor de la mujer del virrey.
Exploró las islas del sur del archipiélago y fundó una colonia en las islas Santa Cruz, pero enfermó de malaria y murió el 18 de octubre de 1595. La situación estaba descontrolada, los soldados cometían todo tipo de excesos con la población e incluso hubo un intento de rebelión. La mujer de Mendaña, Isabel de Barreto, tomó el mando y tras múltiples contratiempos logró llevar la expedición a Filipinas. Solo una de las cuatro naves con las que partieron de Perú llegaría a Manila en 1596 capitaneada por el portugués Pedro Fernández de Quirós.
Perú conmemoró la navegación de Álvaro de Mendaña en su cuarto centenario con un monolito inaugurado en 1967 por el entonces presidente peruano Fernando Belaúnde.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Vie Feb 22, 2013 4:58 pm
Experimentos nazis: Los doctores de la muerte. (Primera parte)
Prisioneros de un campo de concentración alemán posan ante las cámaras al ser liberados
Desde llevar a cabo esterilizaciones en masa de judíos hasta extirpar el pene para curar la homosexualidad. Sin duda, los científicos de Hitler sembraron el pánico con sus crueles experimentos, los cuales costaron la vida a miles y miles de indefensas víctimas.
Liderados por el «Ángel de la Muerte» Josef Mengele, decenas de médicos alemanes no tuvieron reparos en traicionar su juramento hipocrático en favor del «führer», ávido de conseguir nuevas técnicas masivas para asesinar y conocer las limitaciones del ser humano.
De hecho, a la llamada de Hitler acudieron todo tipo de científicos pertenecientes tanto a las Waffen SS (un cuerpo de soldados de élite creado, entre otras cosas, para la protección personal del líder) como a la Ahnenerbe (una secta ocultista obsesionada con lo paranormal).
Así lo afirma el periodista Óscar Herradón, autor del libro «La Orden Negra. El ejercito pagano del III Reich», editado por «Edaf». «Los experimentos concretos, más allá de los exterminios masivos en las cámaras de gas (…) fueron llevados a cabo no por uno, ni dos, ni tres “doctores de la muerte”, sino por varios centenares de profesionales de la medicina alemana que, de forma inexplicable, se dejaron llevar por la espiral asesina del régimen», determina el experto.
Los inicios: Eutanasia o «muerte por compasión» Aunque donde se llevaron a cabo un mayor número de experimentos fue en los campos de concentración, también se crearon varios programas para mantener la pureza de la raza fuera de estos centros de exterminio. Uno de ellos fue el de la «muerte por compasión», una forma de eutanasia que se realizó de forma masiva en toda Alemania.
El uso de la «muerte por compasión» se inició en 1938. Ese año, el gobierno nazi recibió una curiosa petición por parte de una familia alemana: solicitaban el permiso para acabar con la vida de uno de sus hijos, el cual estaba impedido. Tras producirse este suceso, Hitler autorizó un programa para acabar con miles de niños con deficiencias.
«Pronto también la eutanasia se convirtió en un medio eficiente para acabar con aquellos que los nazis consideraban lacras sociales. Era habitual que a los miembros de las Juventudes Hitlerianas se les llevara de “excursión” a las instituciones mentales para que vieran la situación en la que se encontraban los enfermos (…). Además, les explicaban el enorme coste que suponía para el Estado mantenerlos con vida», explica el periodista Óscar Herradón en su libro.
De esta forma, comenzaron los asesinatos en masa, como bien explica el experto: «El Ministerio del Interior solicitó a los médicos y a las parteras que informaran de todos los casos de recién nacidos que mostrasen enfermedades graves (…) como: idiotez, síndrome de Down, microcefalia, hidrocefalia, malformaciones de todo tipo (especialmente de extremidades, cabeza y columna vertebral); y parálisis, incluyendo condiciones de parálisis cerebral». A pesar de que para poder acabar con la vida de menores se necesitaba el consentimiento paterno, era bastante usual que se ejerciera presión sobre las familias para que acabaran cediendo y enviaran a sus hijos a los centros de muerte diseminados por Alemania. Allí, ya fuera mediante una inyección letal o mediante cámaras de gas, se acabó con cientos de vidas de enfermos no sólo extranjeros, sino también alemanes.
«Lo más escalofriante de todo ello fue el consiguiente “negocio” que los profesionales de la medicina y científicos alemanes vieron en los asesinatos de los discapacitados, cuyos cuerpos servían para sus retorcidos estudios raciales», destaca Herradón. Con el inicio de la guerra, estos escuadrones de la eutanasia recibirían de Hitler la orden de acabar con cientos de prisioneros recluidos en campos de concentración.
Sigmund Rascher revisa uno de sus crueles experimentos
Uno de los experimentos más crueles fue el protagonizado por el doctor Sigmund Rascher, un antiguo capitán médico de la Luftwaffe, la fuerza aérea nazi. Este médico obtuvo el permiso de Himmler, líder de las SS, para investigar sobre el comportamiento de los individuos en condiciones de alta o baja presión. Concretamente, pretendía averiguar cuál era la altura máxima a la que paracaidistas y pilotos de avión podían lanzarse al vacío sin sufrir daños. «Su laboratorio particular fue el campo de concentración de Dachau, al norte de Múnich», afirma Herradón.
Este doctor nazi llevó a cabo sus pruebas en 1942 ayudado por todo tipo de artilugios. «Utilizaba una cámara portátil capaz de simular la presión alcanzada en altitudes de hasta 20.000 m. y los efectos de las caídas a grandes alturas sin paracaídas ni oxígeno», añade el experto.
El nazismo puso a su disposición 200 reos con los que poder experimentar, de los cuales fallecieron 70. «En sus investigaciones, introducía a los prisioneros en la cámara, donde se sometía a los desdichados a bruscos cambios de presión que provocaban que algunos, por falta de oxígeno, entraran en convulsiones hasta morir», apunta el escritor.
De hecho, cuando fue juzgado por los aliados tras la guerra se dio a conocer uno de los experimentos más macabros que había llevado a cabo. «Se citó un informe en el que el propio Rascher señalaba tres pruebas sucesivas en un “judío de 37 años” al que obligó a “caer” desde una altura de 12 km. Tras la tercera caída, “entró en estado agónico”, muriendo poco después», finaliza Herradón, quien añade además que estas prácticas no sirvieron de nada a la Luftwaffe.
Sigue...
Ronaldo512 V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Sáb Feb 23, 2013 12:38 pm
Quién fue Cleopatra ?
Cleopatra, quien fue reina del Egipto Ptolomeico, nació el año 69 A.C., y murió el año 30 A.C. Fue la última reina de la dinastía Ptolomeica, la cuál co-gobernó el país junto con su padre Ptolomeo XII Auletes, y con sus hermanos (y esposos) Ptolomeo XIII y Ptlomeo XIV, así como con su hijo Ptolomeo Cesarión. Resulta interesante saber que fue descendiente directa de uno de los principales generales de Alejandro Magno, quién dio origen a la dinastía.
El nombre completo de quien fuera reina del antiguo Egipto fue Cleopatra Filopator Nea Thea, que significa "la diosa Cleopatra, la amada de su padre". Ella fue la tercera hija de Ptolomeo XII, y es muy probable que su madre haya sido una de las hermanas de quien fuera su progenitor. Se sabe muy poco acerca de su infancia, pero sin lugar a dudas pudo ver el desorden y el poco apoyo popular de la dinastía Ptolomeica bajo el reinado de su padre; situación debida a la degeneración de los soberanos y a la corrupción que sufría el reino. Como consecuencia, su hermana mayor Berenice IV tomó el poder. Posteriormente, su hermano y esposo Ptolomeo XII, bajo la colaboración del Imperio Romano, ejecutó a Berenice IV, lo que dejó a Celopatra y a su hermano menor (y esposo) Ptolomeo XIII, como los herederos del trono.
El faraón Ptolomeo XII murió el año 51 A.C., acontecimiento que implicó el reinado simultáneo de Cleopatra y Ptolomeo XIII. Durante este período tuvieron que sortear numerosos problemas reflejados en la pobre situación económica, sequías, y problemas políticos. A pesar de estar casada con su hermano menor, Cleopatra no mostró señal alguna de querer compartir el gobierno, lo que se vio reflejado en la actitud de la reina de borrar de los documentos a su esposo. Esto iba contra la tradición de la dinastía, la que tenía como principio una subordinación de las mujeres hacia el poder del soberano. Como resultado de lo anterior, Ptolomeo XIII junto con su asesor Pothinus expulsaron a su hermana del trono y la obligaron a exiliarse en Siria. Sin embargo, debido a que Ptolomeo XIII se inmiscuyó en la guerra civil romana, ordenando el asesinato de Pompeyo en Alejandría, Julio César interviene y restituye en el trono a Cleopatra. Durante la estadía de Julio César en Egipto, entre el año 48 A.C. y 47 A.C., éste se convierte en amante de Cleopatra, con la cual tuvo a Cesarión como hijo. Luego del Asesinato de César, Cleopatra nombra a quien fue hijo de ambos, como heredero del trono.
Durante el año 42 A.C. Marco Antonio, uno de los miembros del triunvirato que gobernaba Roma, quedó cautivo de la belleza de esta reina, por lo que decidió permanecer en Alejandría, la capital de la dinastía Ptolomeica, entre los años 41 A.C., y 40 A.C. De esta relación nacieron 2 hijos gemelos, Alejandro Helios y Cleopatra Selena. Cuatro años más tarde, Marco Antonio se establece en Alejandría y toma oficialmente a Celopatra como su esposa. De esta forma nace otro hijo más, Ptolomeo Filadelfo. En el año 34 A.C., se llevan a cabo las Donaciones de Alejandría, a través de las cuales se nombra como soberanos de extensas regiones tales como Libia, Siria, y Armenia, a los hijos de la legendaria reina del antiguo Egipto. Esta situación es considerada hostil por Roma, lo que trajo como resultado que Octaviano decida emprender una guerra contra los egipcios, derrotando a estos últimos en la batalla de Accio. Luego de ésta, Marco Antonio se suicida una vez que se le informa que su esposa estaba muerta aunque en realidad no lo estaba. Días más tarde Cleopatra también decide quitarse la vida. La leyenda cuenta que se hizo morder por una serpiente.
La importancia de Cleopatra no solo la ha hecho figurar en la historia universal, sino que ha hecho que también tenga un lugar en el mundo del Arte. Es así como quien fue el autor inglés más grande de todos los tiempos, William Shakespeare, la hace protagonista en una de sus obras: "Antonio y Cleopatra".
En un ámbito de menor erudición, son famosos en la cultura popular los baños de leche de burra para mantener la juventud que se proporcionaba. También en el mundo del cine desde el año 1917 hasta nuestros días, se han lanzado numeroso films que tienen como personaje central a quien fue una legendaria reina de la antigüedad.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Sáb Feb 23, 2013 3:48 pm
Experimentos nazis: Los doctores de la muerte. 2ª Parte
Un grupo de presos judíos miran tras las rejas de Auschwitz
Además de las pruebas de altitud, Rascher también llevó a cabo multitud de experimentos para determinar la resistencia del cuerpo humano a la congelación y su capacidad para recuperarse de ella. De esta forma, pretendía averiguar las posibilidades de supervivencia que tenían los pilotos alemanes derribados en las gélidas aguas del Canal de la Mancha.
«Sumergía a los prisioneros de Dachau –la mayoría rusos-, en tanques que contenían agua helada durante tres horas o incluso más; en ocasiones obligaba a sus víctimas a permanecer tumbadas a la intemperie en pleno invierno, completamente desnudas, durante períodos de entre nueve y catorce horas, con temperaturas muchas veces bajo cero», destaca el periodista Óscar Herradón.
En estas pruebas la temperatura corporal de los prisioneros solía bajar hasta los 25 o 26 grados. Tales eran los dolores que padecían que, casi moribundos, solían pedir a los miembros de las SS que les custodiaban que se apiadaran de ellos matándoles de un disparo. No obstante, este experimento no finalizaba aquí, ya que a los supervivientes se les aplicaban todo tipo de macabros remedios contra el frío. Así, a algunos se les introducía en el estómago agua en ebullición o se les pretendía reanimar con un tratamiento conocido como «calor animal». En este sistema, se situaba al prisionero entre dos mujeres desnudas para comprobar si, mediante la excitación sexual, podía recuperar su temperatura.
«Parece que tras tanto sufrimiento infligido a sus prisioneros, Rascher llegó a la conclusión de que el método más eficiente para la reanimación era la inmersión rápida en un baño de agua a 40º centígrados, algo que ya había sido demostrado a finales del siglo XIX. Sigmund sólo aportó cadáveres a la ciencia», finaliza el experto en su libro «La Orden Negra».
Tropas alemanas destinadas en África
La siguiente prueba se realizó también en Dachau. «Klaus Schilling, de 73 años, profesor emérito de parasitología de la Facultad de Medicina de Berlín (…) realizó experimentos sobre el paludismo en prisioneros», determina el escritor y periodista Óscar Herradón.
Esta enfermedad, que causa vómitos y altas fiebres entre otros síntomas, fue en los años 30 y 40 un auténtico quebradero de cabeza para los soldados alemanes del Norte de África. De esta forma, y para evitar ver mermadas sus filas de forma drástica, se encargó la tarea de encontrar una cura a Schilling, al que le fueron concedidos centenares de prisioneros para experimentar.
«Entre 1942 y 1945 contagiaría de paludismo hasta a mil doscientos internos. El doctor colocaba unas cajas asidas a las manos de los prisioneros que contenían mosquitos infectados con la enfermedad –en ocasiones les inyectaba directamente glándulas de los insectos- hasta que, debido a las picaduras, la contraían», sentencia el periodista. Con su macabra práctica acabó con la vida de entre 400 y 500 prisioneros sin conseguir ninguna cura.
La cúpula nazi creadora de la ley de esterilización en un campo de concentración
En contra de lo que pueda parecer, los nazis comenzaron con sus políticas destinadas a la limpieza racial varios años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Concretamente, Hitler dio el pistoletazo de salida a las prácticas que pretendían mantener pura la raza al subir al poder.
Así, el «führer» decidió cortar el problema de la pureza racial de raíz. Para empezar, y con la intención de detener el aumento de toda aquella vida que pudiera considerarse impura para los nazis, ordenó la esterilización de cientos de miles de personas.
«Desde junio de 1933, todos aquellos individuos que padecían enfermedades congénitas mentales o físicas, así como aquellos con patologías hereditarias –ceguera, sordera y, para el régimen, incluso el alcoholismo-, “vidas indignas de ser vividas” eran candidatos para la esterilización, que se consideraba tanto una acción de compasión para los propios enfermos como para la comunidad en general», determina Herradón en su texto.
Concretamente, y según explica el periodista, se llegó a tratar con este peculiar método a un total de entre 300.000 y 400.000 personas. A su vez, y aunque en un principio no aparecían en la lista de las SS, finalmente también se terminó esterilizando a prostitutas, presidiarios o incluso a multitud de niños que vivían en orfanatos.
Sigue...
Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Sáb Feb 23, 2013 9:34 pm
Gloria escribió:
Leche de burra para las locuras de Jorge III
Jorge III fue un monarca británico que ocupó el trono en la 2ª mitad del siglo XVIII. Su reinado fue famoso por albergar uno de los grandes acontecimientos de la Historia Contemporánea, la Revolución de las 13 colonias que conducirá a la aparición de los Estados Unidos de América.
Pero no fue sólo el convertirse en el rey que perdió América lo que lo hizo famoso sino sus extravagentes locuras.
El rey sufrió varios episodios de locura tan sonados que fueron imposibles de ocultar y que llegaron a representar una amenaza para su propia vida. Hay muchos ejemplos de su católogo de locuras como cazar mariposas desnudo por los jardines de palacio u ordenar a los patos que habitaban en los estanques que pasearan con él y, al no obedecerlo, ahogarlos y exponer su cuerpo ante el resto de los patos. Charlaba durante horas y horas diciendo incoherencias y los que no le seguían en la conversación eran condenados a muerte. Entre las anécdotas que lo rodean se cuenta que cada día hacía anotaciones en su diario y que el día 4 de Julio de 1776 señaló
"Nada importante ha sucedido hoy"
Y eso el día en que los habitantes de las 13 colonias firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Los médicos atribuían las locuras del rey a una enfermedad misteriosa y para remediarla la medicación que recibía el monarca era leche de burra, algo que evidentemente no lo ayudaba nada. Estudios de 2004 sobre muestras capilares del rey detectaron niveles extramadamente altos de arsénico lo que hacía suponer que la verdadera enfermedad que padecía el rey era un tipo de Porfiria. El tratamiento debía haber sido alimentos ricos en carbohidratos y mientras tanto él solo recibía leche de burra.
Por ello no es de extrañar que muriera totalmente loco después de hablar sin parar durante más de 50 horas (logorrea) tras lo que entró en coma.
Por lo visto la leche de burra sólo le funcionó a Cleopatra.
Sacaron peli del tema , se puede ver en Youtube pero sin subtítulos así que nada de pillar mucho , la recuerdo de cuando la dieron por la tele:
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Sáb Feb 23, 2013 10:30 pm
Hola Tatsumaru, no he visto esa película, pero me encantaría verla. A ver si la encuentro en español.
Saludos.
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Sáb Feb 23, 2013 10:33 pm
Os dejo aquí la entrada que tiene Iñaki Anasagasti en su blog. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
RECUERDOS DE SABINO FERNÁNDEZ CAMPO. LO QUE PASÓ DE VERDAD EL 23 F
¡PÁSALO!
Aquella mañana llegué algo tarde a “Río Frío” (1) y Don Sabino ya estaba allí, en la mesa habitual donde nos sentábamos los sábados y con vistas a la plaza de Colón. Tenía un café delante, un vaso de agua, y ojeaba los periódicos del día. Nada más saludarnos me senté y casi sin mediar más palabras sacó unos folios doblados del bolsillo interior de su chaqueta y me dijo:
Ten, este es uno de los “Recuerdos” que estoy escribiendo. Lo escribí anoche casi de un tirón. Quiero que lo leas aquí y ahora y me des tu opinión.
Yo cogí aquellos folios y me puse a leer con verdadero interés. Reproduzco aquí las notas que allí mismo tomé a vuelapluma y cuando él me lo autorizó, pues no quiso dejármelos ni para sacar fotocopias. Los folios estaban escritos de su puño y letra. Y recordaré siempre su bella letra.
“Aquella tarde, la tarde del 23 de febrero de 1981, yo estaba en mi despacho revisando papeles, como casi todas las tardes, cuando de pronto irrumpió sin ni siquiera llamar a la puerta, Fernando Gutiérrez* y casi gritando me dijo:
¡Sabino, rápido, conecta la radio!
Inmediatamente conecté la radio y ambos escuchamos con asombro lo que todos los españoles: los gritos de Tejero y los tiros... y sentí como un latigazo en todo mi cuerpo. Debí ponerme blanco en segundos y sin pensarlo di un salto y me fui directo al despacho del Rey.
Cuando entré, tampoco yo llamé a la puerta, vi que el Rey y la Reina ya estaban pegados a la radio y escuchando atentamente. Eso sí, tranquilos.
- ¡Señor!, ¿qué está pasando en el Congreso?
- Sabino, por favor, no te alteres. ¡Estás pálido!
- ¡Señor, si ha habido tiros!.
- Lo sé, yo también lo he oído.
- Majestad, esto es muy grave. ¡Puede haber muertos!
- Tranquilo, hombre, tranquilo. No hay que perder la calma en situaciones difíciles. Ponte en contacto rápido con Seguridad y entérate de lo que está pasando.
- Señor, por si acaso voy a dar instrucciones para reforzar la seguridad del Palacio.
- Sí, me parece bien. ¡Hazlo!
La Reina no había dicho nada, aunque su cara era un poema. Pero, cuando fui a salir sonó el teléfono y el Rey, mientras lo cogía, me pidió que esperase.
Entonces Su Majestad, ya al teléfono, dijo muy alterado:
- ¡Alfonso!, ¿qué pasa? ¿Qué han sido esos tiros?
- ...¿?
- Naturalmente yo no escuché bien las palabras del otro lado del teléfono ni me enteraría salvo por las respuestas del Rey.
- ¡Qué coño es eso de intimidación! ¡Eso no estaba previsto! ¡Quiero saber urgentemente lo que está pasando ahora mismo allí.
- ... ¿?
- Sí, entérate de todo y te vienes urgente a la Zarzuela
- ... ¿?
- En ese momento y con señas le hice saber al Rey que pospusiese su respuesta. Entonces Su Majestad dijo:
- Alfonso, déjame unos minutos y me llamas después (y colgó el teléfono).
- ¿Qué pasa, Sabino?
- Señor, no sé lo que pasa, pero pienso que el General Armada debe quedarse en su puesto.
- ¿Por qué?
- Señor, en plena batalla un jefe no puede abandonar su puesto. Sería un disparate.
- Pero, es que necesito saber lo que ha pasado. Los tiros no estaban previstos.
- Señor, no lo entiendo.
- Sí, Sabino, perdona (y el rey volvió a su control habitual). Después te lo explicaré. Bueno, tal vez tengas razón. Le diré ahora que se quede en su puesto.
- Tiene razón Sabino –dijo la Reina.
Y entonces, no habían transcurrido ni tres minutos, volvió a sonar el teléfono y otra vez era el general Armada.
- Mira, Alfonso, hemos decidido que sigas ahí y no te muevas hasta nueva orden.
- ...¿?
- Sí, ya lo sé, Alfonso, ya sé que la situación es difícil y complicada. Pero, insisto, quédate ahí, más tarde volveremos a hablar.
- Señor, me voy a mi despacho –dije entonces, asombrado como estaba-. Voy a recabar información y a dar instrucciones a Seguridad.
- Vale, está bien.
Y me volví a mi despacho, donde esperaba angustiado Fernando Gutiérrez.
- Fernando, tienes que llamar urgentemente a la televisión, a las radios y a los periódicos, para enterarte qué está pasando y que noticias tienen ellos. Venga, rápido.
Al quedarme sólo me di cuenta que mi cabeza era un volcán y cien preguntas me surgieron como centellas. ¿Qué significaba lo de “no estaba previsto”? ¿Por qué el Rey aparentaba estar tranquilo conmigo y no con Armada? ¿Qué era aquello? ¿Era la acción individual del loco Tejero? ¿Era un Golpe de Estado? ¿Era la cabeza de puente de otra cosa mucho más seria?... ¡Y las dudas inundaron mi cabeza! ¡Dios, la situación apenas si me dejaba pensar!. Así que cogí el teléfono y llamé al teléfono especial que tenía del Congreso para hablar con la persona de la CASA que habíamos destacado aquella tarde para tener información directa. Pregunté, al descolgarlo alguien al otro lado, por el hombre de confianza que tenía allí destacado porque no estaba. Pero la persona que lo cogió me adelantó, muy nerviosa, lo que había pasado y lo que estaba pasando, y una cosa me produjo tal impacto que casi me tumba. Que Tejero había dicho que aquello lo hacía ¡¡EN NOMBRE DEL REY!!. Eso me nubló hasta la vista y hasta mi corazón empezó a latir peligrosamente. ¿En nombre del Rey? ¿Qué está pasando aquí? Entonces llamé también a mi amigo Lacaci, el Capitán General de Madrid, y comprobé que estaba tan desorientado y desconcertado como yo. El hombre estaba intentando saber con exactitud lo que estaba pasando en la Brunete. Quedamos en hablarnos después y estar en permanente contacto, porque era fundamental saber lo que iba a hacer la Acorazada.
Y otra vez me fui a ver al Rey. Entré en el despacho y Su Majestad estaba hablando por teléfono y a su interlocutor, que no era otro que el General Armada, le decía:
- Alfonso, si es verdad que ese loco ha entrado en el Congreso en nombre del Rey hay que desmentirlo urgentemente y quiero saber con urgencia –y el Rey casi gritó- por qué ha dicho Tejero semejante cosa.
- Y sin más colgó el teléfono. Yo me acerqué y sin sentarme, de pie (allí sentada seguía la Reina).
- Señor, veo que ya lo sabe. Eso es muy grave.
- Sí, Sabino, la cosa es grave. Creo que debemos autorizar a Armada a que venga a la Zarzuela y nos explique detalladamente lo que está pasando, porque creo que aquí están pasando cosas que no estaban previstas.
- ¿Cosas que no estaban previstas? ¿A qué se refiere Su Majestad?
- Bueno, es un decir (pero, por primera vez noté cierto nerviosismo en el Rey, como si quisiera ocultarme algo)
- Pues, Señor, sigo pensando que el General Armada debe quedarse en su puesto. Señor, creo que es urgente que Su Majestad hable directamente con los Capitanes Generales para saber qué opinan ellos y que está pasando en sus respectivas Regiones. También pienso que es urgente que Su Majestad desmienta públicamente lo que está diciendo Tejero en el Congreso. Creo que debería dirigirse a los españoles por Televisión Española.
- Muy bien, haz tú las gestiones con televisión y en cuanto termines te vienes aquí y hablamos con los Capitanes Generales.
- Así que volví a mi despacho, donde estaba supernervioso Fernando Gutiérrez, quien sin perder tiempo me dijo:
- Sabino, los militares han tomado Televisión Española y Radio Nacional.
- ¡Cómo! ¿Qué me dices?
- Me lo acaba de confirmar el propio director general*.
En ese momento sonó el teléfono. Era el General Juste que pedía hablar conmigo. Rápidamente me puse al habla.
- Juste, ¿qué pasa?
- Sabino (el general Juste y yo éramos muy amigos desde mi estancia en el Ministerio del Ejército). ¿Está el general Armada en la Zarzuela?
- No, ¿por qué me lo preguntas?
- Porque me han dicho que a estas horas el General Armada tenía que estar en la Zarzuela.
- Y eso ¿por qué? ¿Quién te ha informado de ello?
- El Comandante Pardo Zancada, que al parecer lo sabe de boca del General Milans.
- Pues, Juste, Armada no está en la Zarzuela, ni está ni se le espera.
- Gracias, Sabino, eso cambia las cosas. Gracias otra vez. Te llamaré después.
- Oye, oye, ¿por qué cambian las cosas? ¿qué cosas?
- Sabino, por favor, después te llamo.
Colgué el teléfono y mi cabeza era un hervidero. Por primera vez intuí algo sobre el General Armada, acaso por su insistencia en acudir a la Zarzuela. Mi instinto ya me puso en guardia. También que la noticia de Armada hubiese llegado a través de Milans del Bosch.
Y así, ya con “todas las moscas detrás de la oreja”, me dirigí de nuevo al despacho de Su Majestad y cuando entré me llevé la sorpresa de la noche, qué digo, la sorpresa de mi vida. Porque allí se estaba brindando. Y eso me nubló la mente y me enfureció. Así que, y ya sin protocolos, me dirigí a Su Majestad y sin pensarlo le dije mirándole de frente:
- ¡Señor!... ¿Está usted loco? Estamos al borde del precipicio y usted brindando con champán –y casi grité- ¡Señor!, ¿no se da cuenta de que la Monarquía está en peligro? ¿No se da cuenta que puede ser el final de su Reinado? ¡¡¡Recuerde lo que le pasó a su abuelo!!!
Entonces la cara del Rey cambió de color y vi como sus manos le empezaron a temblar y en voz casi inaudible mandó salir a los allí presentes, que de inmediato abandonaron el despacho. (*) Todos, menos la Reina, que tenía cara de póquer.
Una vez solos Su Majestad se vino hacia mí, y tembloroso y casi llorando, me tomó de las manos y en tono suplicante me dijo:
- ¡Sabino, por favor sálvame! ¡Sálvame, salva a la Monarquía, ahora mismo no sé lo que hago ni qué decir!
- Majestad, vamos a tranquilizarnos todos. No es el momento de pesares. Usted mismo me decía antes que no había que perder la calma en los momentos difíciles. Lo que hay que hacer es tratar de controlar la situación y para ello es fundamental hablar con los Capitanes Generales. Le advierto que la Brunete ha tomado ya Televisión Española y Radio Nacional.
- ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Yo lo sabía!
- ¿Qué sabía, Señor?
- Lo que iba a pasar
En ese momento la Reina se levantó y sin decir nada salió del despacho. Y yo me derrumbé. Me temblaban las piernas.
Entonces el Rey se sentó en su mesa y apoyó su cabeza entre las manos. Yo me senté enfrente y esperé unos segundos antes de hablar.
- Señor, no sé lo que Su Majestad sabía, pero fuere lo que fuere, ahora lo que hay que hacer es parar esta locura. Si triunfa “eso” la Monarquía caerá como cayó la de su abuelo.
- Sí, sí, tienes razón. Por favor, habla tú con los Capitanes Generales y haz lo que puedas.
- No, Señor, con los Capitanes Generales tiene que hablar el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y ese honor le corresponde a Su Majestad.
- Sí, tienes razón... pero, no te vayas de aquí. Y allí permanecí mientras el Rey hablaba por este orden, con Jaime Milans del Bosch (III Región Militar), Guillermo Quintana Lacacci (I Región), Pedro Merry Gordon (II Región), Antonio Pascual Galmes (IV Región), Antonio Elícegui Prieto (V Región), Luis Polanco Mejorada (VI Región), Angel Capano López (VII Región), Manuel Fernández Posse (VIII Región), Antonio Delgado Álvarez (IX Región), Manuel de la Torre Pascual (Baleares), Jesús González de Yerro (Canarias) e Ignacio Alfaro Arregui, en ese momento Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM) y Luis Arébalo Peyuz, almirante jefe del Estado Mayor de la Armada.
De lo que habló el Rey con los altos mandos del ejército hablaré en la siguiente entrega”.
- ¡¡Esto es una bomba, Sabino!!
- Ya lo sé.
- Esto lo cambia todo.
- Ya lo sé.
- Esto cambia la Historia.
- Ya lo sé... pero es la Verdad.
- ¿Sabes lo que puede suceder si esto se publica?
- No se publicará, al menos mientras yo viva.
- ¿Serán tus “Memorias”?
- No, ya sabes que yo no soy partidario de “Memorias”. Unas “Memorias” son una cosa muy seria y muy detallada. Yo prefiero llamar a esto que escribo “Recuerdos”. Un “Recuerdo” sólo te obliga a escribir lo que recuerdas.
- Pero, entiendo que esto es sólo el comienzo de lo que pasó aquella tarde-noche.
- Así es, el sábado que viene te mostraré lo que escriba estos días, si tengo ganas, porque tengo mis dudas... A veces pienso que la Historia que se ha escrito de “aquello” ya es inamovible. Además, me estoy viendo como el Prometeo encadenado.
- ¿Y eso?
- Sí, me veo encadenado a mis propias palabras y a todo lo que he venido diciendo desde 1981. Yo ayudé a crear la versión que ha pasado a la Historia y desdecirme ahora seguro que me lo echarían en cara todos. Porque bien pueden pensar que si entonces mentía, ahora también lo puedo estar haciendo. Muchos me achacarían que hablo ahora con resentimiento, por la “patada en el culo” que me dio Su Majestad el año pasado.
- No, Sabino, tu prestigio de hombre serio está fuera de toda duda y seguro que te creerán a pies juntillas. Muchos acontecimientos de la Historia han sufrido vaivenes y cambios importantes con el paso del tiempo. Lo que sí me preocupa es la postura que pueda adoptar el Monarca si tu versión de ahora se hiciera pública.
- Pues, te lo puedes imaginar.
- Es que podría ser hasta la caída de la Monarquía.
- No lo creo. Aunque muchos no lo crean España no tiene ahora mismo otra salida que la Monarquía. En eso tal vez Franco tenía razón y ¡todo estaba atado y bien atado!
- Sí, pero la imagen del Rey “salvador de la Democracia” se habrá terminado.
- Bueno, eso es verdad, pero entre la Historia, la Monarquía, el Rey o la Verdad, yo prefiero quedarme con la Verdad. Es mi conciencia. Voy a cumplir 77 años y ya estoy, como decía Baroja, en la última curva del camino. Además se lo debo a mi teniente Rubio, ya conoces la historia (2).
- Y ahí dejamos ese día la conversación. Fue entonces cuando me dijo que tomase las notas que quisiera, a sabiendas, como ya le había demostrado en muchas ocasiones que yo era una tumba.
Tema: Re: Curiosidades históricas. Dom Mar 03, 2013 11:26 am
Arabia Saudí permite casi un siglo después el acceso de turistas a esta joya arquitectónica tallada en la roca.
Una ciudad tallada en la roca hace más de 4.000 años. Situada en mitad del desierto con impresionantes templos y mausoleos en su interior como si se tratase de un oasis de vida rodeado de la desolación de un océano de arena y cuyo acceso está prohibido por un libro sagrado.
Evidentemente no se trata de Petra, sino Madaen Saleh. Un enclave situado en la región de Hejaz (Arabia Saudí) que ha permanecido oculto durante el último siglo. Nadie podía acceder a ella por orden del Corán. Hasta ahora. Las autoridades de Arabia Saudí han logrado convencer a los líderes religiosos para que esta joya arquitectónica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, pueda ser visitada.
Madaen Saleh fue construida por la tribu de los tamudeos en el segundo milenio antes de Cristo. Según relata el Corán, Alá envió al profeta Saleh a la ciudad para que sus habitantes abandonasen sus cultos paganos y abrazasen la verdadera fe. Cuenta la leyenda que para demostrar su poder, Saleh convirtió una roca en una camella con la capacidad suficiente de producir leche para alimentar a toda la población.
Sin embargo, los tamudeos querían deshacerse de Saleh y continuar con sus ritos. Para ello planificaron destruir su creación y mataron a la camella. Ante tal desafío, la respuesta de Dios fue contundente y exterminó a toda la tribu de los tamudeos. Según recoge el Corán, nadie puede entrar en esa ciudad a menos que lo haga llorando y en ayunas por el triste destino de los tamuedos.
Un centenar de tumbas.
En realidad, la ciudad fue habitada posteriormente por asirios y nabateos. Estos últimos fueron quienes realizaron la mayor parte de las construcciones e inscripciones entre los siglos IV y I a. C. Y es que este pueblo era experto en estas edificaciones, como demostraron con la impresionante ciudad de Petra. Pero la riqueza de Madaen Saleh no se limita a la espectacular excavación en arenisca de una ciudad de 15 kilómetros cuadrados, sino que en su interior también se esconden innumerables tesoros arqueológicos. De hecho, ya se han contabilizado hasta 138 tumbas, algunas de importantes dignatarios de esta cultura.
Sin embargo, esta joya arquitectónica quedó oculta con la llegada al poder en Arabia Saudí de la dinastía Al Saud en 1932. Desde ese año la entrada a la ciudad se vetó siguiendo la rigurosa interpretación del relato descrito en el Corán. Por suerte, casi un siglo después, las autoridades saudíes han logrado convencer a dos importantes ulemas (autoridad religiosa del islam) de la región para abrir al turismo esta impresionante construcción. Las autoridades esperan revitalizar la zona con la llegada de visitantes.
Fuente: http://www.abc.es/
Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Mar 04, 2013 12:26 pm
El Mesías Eléctrico
De todos los cultos estrafalarios habidos y por haber el culto al mesías eléctrico de John Murray Spear es por lejos mi favorito, ya que es el único culto que conozco que en en vez de esperar al mesías prefirieron ir a construirlo ellos mismos. Murray Spear comenzó a interesarse por la cultura y la teología desde una temprana edad, razón por la cual junto a su hermano Charles se preparó durante años para ser ministro de la iglesia universal, hoy parte de la unitaria, y en 1830 fue asignado como ministro a la congregación de Barnstable. Allí pasa poco más de veinte años, en los cuales se interesa en gran medida por los derechos de la mujer y los derechos civiles hasta que, repentinamente, comienza a recibir “visitas espirituales” de la Asociación de Electrizadores. Siendo éstos ‘electrizadores’ espíritus de personalidades de la talla de Thomas Jefferson y Benjamin Franklin. Decidido a cumplir con su rol en la historia, nuestro flamante predicador de lo eléctrico abandona la iglesia para dedicarse tiempo completo al espiritualismo y a la vez lanzarse en una peregrinación espiritual a pie por todo el noreste de los Estados Unidos, intentando de ésta manera descifrar qué era lo que los electrizadores deseaban.
Poco a poco un constantemente creciente culto de fascinados seguidores comenzó a seguir al atormentado Murray Spear, quien se desesperaba cada día más con poder descifrar las visiones; todos ellos tan fascinados con los relatos sobre la electricidad y los seres mecánicos del futuro que en cada sermón su líder traía a la vida en elocuentes y carismáticos relatos, que muchos de ellos llegaban al punto de abandonar sus familias para lanzarse en una “peregrinación profética” en búsqueda del ser eléctrico. Día tras día el ex-cura comenzaba a comprender más sobre su misión, hasta que al llegar a Lynn, estado de Massachusetts, tuvo la revelación: construir un mesías eléctrico a manera de motor llamado el New Motor, capaz de salvar a la humanidad de su destrucción iniciando así la era de paz del New Motive Power -Nuevo poder motivo-. Decidido a traer al mesías eléctrico a éste mundo se retira a una choza de madera en la cima de la colina High Rock, para así poder dedicarse tiempo completo a recibir instrucciones y construir cuidadosamente al mesías durante día y noche. Mientras tanto, sus seguidores lo esperaban pacientemente en la base de la colina, intrigados a más no poder y esperanzados por ver al prometido mesías eléctrico salir triunfante de la choza. Al cabo de un tiempo, y tras emplear gran cantidad de partes de motor, metales e imanes que conseguían, muchas veces no de manera muy legal, sus seguidores de las comunas locales, y de desarmar una mesa de comedor para utilizar las partes de madera como base, Murray Spear llama a una de sus seguidoras, una mujer a la cual renombra como Nueva María, cuya misión sería la de realizar un parto ritual para así dar nacimiento al mesías eléctrico.
Comienza la peregrinación
Tras la construcción y el parto ritual el culto comienza una gigantesca peregrinación por los Estados Unidos, dando sermones sobre el fin del mundo y mostrando en cada pueblo que tocaban al mesías eléctrico con su serie de engranajes, ruedas y pistones que se movían constantemente en un frenético baile mecánico mientras producían todo tipo de estridentes sonidos metálicos. Esto último no de forma curiosa llevando a causar gran revuelo e indignación entre las poblaciones locales, quienes en primer lugar eran atraídas a los sermones por la apariencia de ministro cristiano de Murray Spear para luego ser sorprendidas con las “revelaciones” proféticas. Ciertamente este revuelo e indignación supo explotar en Randolph, New York, cuando la población, harta de los discursos apocalípticos de Murray Spear y de la extraña máquina que presentaba como el nuevo mesías, durante la noche se armara de antorchas y palos y linchara a Murray Spear y sus seguidores destruyendo con saña al mesías eléctrico.
Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Mar 04, 2013 4:14 pm
Cuanto fanatismo acarrea la religión. Esto es lo más estrambótico que he leído hasta ahora, Tatsumaru,
Tatsumaru V.I.P.
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Mar 04, 2013 4:27 pm
Gloria escribió:
Cuanto fanatismo acarrea la religión. Esto es lo más estrambótico que he leído hasta ahora, Tatsumaru,
Desde luego que no deja indiferente, es curioso que reciban las visitas de espíritus divinos los fundadores de religiones y este fuese visitado por investigadores acerca de la electricidad y fuese degenerando en construirse un robot. Al final fracasó, pero ¿qué hubiese pasado si hubiese logrado mantener su culto? Ya digo que los que fundan religiones tienen ideas tan ridículas o más dictadas en sueños y salen adelante, los mormones, la cienciología...
Gloria Veterano/a
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Tema: Re: Curiosidades históricas. Lun Mar 04, 2013 5:21 pm
Los juicios de Salem
El 19 de julio de 1692, cinco mujeres acusadas de brujería fueron asesinadas en Salem, Massachusetts.
La pena correspondiente a este crimen según los llamados juicios de Salem correspondía a la horca. Como acto piadoso se consideraba el cortar la cabeza o ahogar antes o colgar un saco de pólvora al cuello.Son muchos los que dan por buena la teoría de la muerte en la hoguera, pero no era la practica habitual.
Durante la década de 1690 ocurrieron los juicios de Salem, una serie de audiencias locales y posteriormente seguidas por procesos judiciales formales llevados a cabo por las autoridades con el objetivo de procesar y después, en caso de culpabilidad castigar delitos de brujería en los condados de Essex, Suffolk, y Middlesex (Massachusetts). Este acontecimiento ha sido usado retóricamente en la política y la literatura popular como una advertencia real sobre los peligros del extremismo religioso, acusaciones falsas, fallos en el proceso y la intromisión gubernamental en las libertades individuales. A pesar de ser generalmente conocido como "Los juicios de Salem", las audiencias preliminares en 1692 se llevaron a cabo en diversas ciudades de toda la provincia: la aldea de Salem, Ipswich, Andover y la ciudad de Salem. Los juicios más conocidos tuvieron lugar en la ciudad de Salem, realizados por un Tribunal de Oyer and terminer en 1692. Más de 150 personas fueron detenidas y encarceladas, solo con acusaciones, sin embargo no llegaron a ser formalmente procesadas por el tribunal del condado. Al menos cinco de los acusados fallecieron en prisión y las veintiséis personas que fueron a juicio fueron condenadas ante este tribunal. Un rasgo particular de estos juicios fue que las denuncias de alucinaciones y contactos demoníacos surgieron entre un grupo de mujeres de la comunidad de Salem pero nunca se realizaron procedimientos serios para obtener pruebas de tales prácticas, sino que casi todas las acusaciones se basaban en rumores y chismes. Los propios jueces se dejaron llevar por la histeria religiosa de la comunidad de Salem, formada mayormente por puritanos, que exigía frenéticamente condenas a las presuntas brujas.
Las cuatro partes en las que se dividió la Corte Superior de la Judicatura de 1693 se celebraron en: la aldea de Salem, Ipswich,Boston, Charlestown, pero solo se produjeron tres condenas de los treinta y un juicios llevados a cabo por la Corte Superior de Judicatura. Los dos tribunales condenaron a veintinueve personas por brujería. Diecinueve de los acusados (catorce mujeres y cinco hombres) fueron ahorcados. Un hombre, Giles Corey se negó a emitir declaración, y fue aplastado con piedras en un intento de obligarlo.
Muchas teorías han intentado explicar por qué la comunidad de Salem explotó en ese delirio de brujas y perturbaciones demoníacas. La más difundida insiste en afirmar que los puritanos, que gobernaban la colonia de la bahía de Massachusetts prácticamente sin control real desde 1630 hasta la promulgación de la Carta Real de Massachusetts en 1692, atravesaban un período de alucinaciones masivas e histeria provocadas por fanatismo religioso.
La mayoría de los historiadores modernos encuentran esta explicación, cuando menos, «simplista». Otras teorías se apoyan en analizar hechos de maltrato de niños, adivinaciones invocando al maligno, y ergotismo (intoxicación plena con pan de centeno fermentado que contiene elementos químicos similares al alucinógeno LSD), la lucha por las propiedades, el complot de la familia Putnam para destruir a la familia rival Porter, y algunas otras aluden al tema del estrangulamiento social de la mujer, siendo que la suma de estos factores causó el estallido de fanatismo religioso.
Dentro de la pequeña comunidad de Salem existía una estricta conducta religiosa, en la cual cada persona vigilaba a sus vecinos y a su vez era vigilada por éstos en sus palabras y acciones, generando dudas y sospechas en caso que su conducta no se ajustase a los parámetros religiosos puritanos. Las mujeres eran consideradas como individuos destinados a servir a sus esposos, y a carecer de mayores derechos, mientras los niños eran destinados a educarse severamente desde temprana edad en las labores de los adultos en vez de simplemente jugar. Otra preocupación fundamental de esta comunidad era evitar la "ira de Dios" y por tanto sujetarse estrictamente a los dictados religiosos del puritanismo para así evitar el castigo divino que se traducía en pérdida de cosechas, mal clima, y muerte de ganado.
El número de acusados por brujería en estos juicios pudo fluctuar entre 150 y 200 e incluso un número mucho mayor si se tienen en cuenta los aprisionamientos que no fueron seguidos de acusaciones formales. Los acontecimientos en los juicios tuvieron una profunda influencia en la región y pudieron contribuir al deterioro de la influencia de los puritanos en el gobierno de Nueva Inglaterra.