Para ti la tarjeta y el teléfono, yo pago la mayoría de mis pagos con "contantes" y que no haya corrupción por pagar con tarjeta y teléfono me parece muy "naiv"...
Por cierto, guárdate la foto del fulano que se rie que no es de risa y da la impresión de que te burlas de mi y de mi comentario...
El banco no tiene porque saber en que gasto mi dinero...
Tómeselo como quiera. Usted suele intervenir alguna vez en mis escritos, pero no para debatir el tema, que sería lo lógico en un Foro de Debates, sino para llamarme la atención sobre mis "faltas", y, curiosamente, en las dos últimas intervenciones usted comete el error de tergiversar un refrán, al que le demuestro por medio del Instituto Cervantes (nada separatista catalán) de que lo he escrito correctamente; como hoy llama "atraso" a algo que es actual, y le explico el significado de atraso. Por lo tanto, no me río de usted, como tampoco de nadie; me río de que me llame la atención quien no está preparado para ello, como lo es usted. ¿Queda claro?
Y lo de "guárdate la foto" con ese tono imperativo y de orden cuartelera, como bien entenderá (si sabe entender) no le voy a hacer caso. Yo no doy órdenes y no acepto que me las den.
.
Respecto a la foto de burla te pido que no la uses para conmigo, yo no doy "órdenes" a nadie, eres libre de dar tu opinión pero sin poner fotos de burla, ya veo que tu eres muy delicado de como la gente se dirige a ti.
Así que déjate de bobadas tipo "orden cuartelera" y de prepotencia tipo: "me río de que me llame la atención quien no está preparado para ello, como lo es usted"...
Mientras escribas te arriesgas a que te contesten/comenten, y yo participo en este foro...
Por cierto respecto al dicho de "el hombre y el oso" el Instituto Cervantes está equivocado, el oso no es "feo", el oso es peludo!
ATRASO: Hecho o circunstancia de atrasar o atrasarse en el tiempo. Situación que se considera propia del subdesarrollo.
Salvo que se pagase con la tarjeta o el teléfono en los siglos pasados (cosa que yo desconozco) y se pretendiera a volver a ello, sí podría considerarse un atraso; pero en los siglos pasados no se pagaba por estos medios creo yo, por lo tanto no cabe atribuirle la palabra atraso.
En cuanto al control, quien no tiene nada que ocultar, no le puede tener miedo. En todo caso han de temerle los corruptos y traficantes ilegales. El ciudadano honesto, no tiene porqué, y creo que lo debiera exigir. Así nos evitaríamos la corrupción tan extendida, los negocios opacos, los pagos, grandes o pequeños sin impuestos, y un largo etcétera, que nos perjudican como sociedad.
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Para ti la tarjeta y el teléfono, yo pago la mayoría de mis pagos con "contantes" y que no haya corrupción por pagar con tarjeta y teléfono me parece muy "naiv"...
Por cierto, guárdate la foto del fulano que se rie que no es de risa y da la impresión de que te burlas de mi y de mi comentario...
El banco no tiene porque saber en que gasto mi dinero...
¿Desde cuándo das órdenes en este foro?...Postiguet ha dado su opinión, puedes rebatirla, pero con argumentos, nunca con órdenes.
Z V.I.P.
Mensajes : 21160 Edad : 71 Localización : Europa.
Tema: Re: OPINIÓN Dom Mar 19, 2023 8:51 pm
NEROCAESAR escribió:
Z escribió:
Para ti la tarjeta y el teléfono, yo pago la mayoría de mis pagos con "contantes" y que no haya corrupción por pagar con tarjeta y teléfono me parece muy "naiv"...
Por cierto, guárdate la foto del fulano que se rie que no es de risa y da la impresión de que te burlas de mi y de mi comentario...
El banco no tiene porque saber en que gasto mi dinero...
¿Desde cuándo das órdenes en este foro?...Postiguet ha dado su opinión, puedes rebatirla, pero con argumentos, nunca con órdenes.
Tómeselo como quiera. Usted suele intervenir alguna vez en mis escritos, pero no para debatir el tema, que sería lo lógico en un Foro de Debates, sino para llamarme la atención sobre mis "faltas", y, curiosamente, en las dos últimas intervenciones usted comete el error de tergiversar un refrán, al que le demuestro por medio del Instituto Cervantes (nada separatista catalán) de que lo he escrito correctamente; como hoy llama "atraso" a algo que es actual, y le explico el significado de atraso. Por lo tanto, no me río de usted, como tampoco de nadie; me río de que me llame la atención quien no está preparado para ello, como lo es usted. ¿Queda claro?
Y lo de "guárdate la foto" con ese tono imperativo y de orden cuartelera, como bien entenderá (si sabe entender) no le voy a hacer caso. Yo no doy órdenes y no acepto que me las den.
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Respecto a la foto de burla te pido que no la uses para conmigo, yo no doy "órdenes" a nadie, eres libre de dar tu opinión pero sin poner fotos de burla, ya veo que tu eres muy delicado de como la gente se dirige a ti.
Así que déjate de bobadas tipo "orden cuartelera" y de prepotencia tipo: "me río de que me llame la atención quien no está preparado para ello, como lo es usted"...
Mientras escribas te arriesgas a que te contesten/comenten, y yo participo en este foro...
Por cierto respecto al dicho de "el hombre y el oso" el Instituto Cervantes está equivocado, el oso no es "feo", el oso es peludo!
Todo eso te ocurre porque no argumentas...; precisamente escribimos para que nos contesten, pero con argumentos; nunca con órdenes ni con afirmaciones gratuitas.
NEROCAESAR Moderador
Mensajes : 33632 Edad : 123 Localización : ROMA
Tema: Re: OPINIÓN Dom Mar 19, 2023 8:54 pm
Z escribió:
NEROCAESAR escribió:
¿Desde cuándo das órdenes en este foro?...Postiguet ha dado su opinión, puedes rebatirla, pero con argumentos, nunca con órdenes.
Se conoce como olfato o sentido del olfato a uno de los cinco sentidos con los que los seres humanos contamos, y también otros animales, para poder percibir la realidad que nos rodea. En este caso, se trata de la eficacia para poder captar partículas y trazos de sustancias químicas expandidas en el aire, empleando los receptores sensoriales de la cavidad nasal, o sea, y más simple: la nariz.
El olfato es una facultad propia de los seres vivos, tanto es así que lo podemos definir como el sentido esencial de muchas especies animales. No obstante, es más complejo y menos reconocible en el caso de los animales invertebrados y anfibios, ya que éstos poseen la capacidad de percibir los químicos del ambiente a través de la piel y de otros órganos, muy distintos a la nariz de los vertebrados superiores.
Es a través del olfato donde los humanos percibimos los olores: aquellas partículas que se desprenden de la materia y están flotando en el aire, de donde son recibidas por medio de la respiración por las terminaciones nerviosas de la nariz. Quizás sea el sentido menos cuidado por los humanos, en relación a otros que les damos más importancia, como la vista y el oído, pero no por ello menos importante, ya que tiene la posibilidad de conectarse con nuestra memoria con mayor rapidez. Se calcula que el ser humano puede reconocer más de 10.000 olores diferentes de promedio a lo largo de su vida, que ya es decir, pudiendo distinguir entre los agradables y desagradables, como así mismo los placenteros y los estimulantes.
Pero ¿para qué nos sirve el olfato en realidad? Pues en mucho, ya que el sentido del olfato es de gran importancia crítica para los seres vivos, puesto que nos permite reconocer la materia de la que procede sin entrar en contacto directo con ella, e incluso sin tener idea de que está allí. Siendo por tanto un sentido pasivo, que requiere escasa concentración, es una fuente de información importante y continua respecto al entorno, pudiendo revelar con rapidez, por ejemplo, la presencia de humo u olores extraños, pudiéndonos alertar de un peligro o amenaza inminente. Por otra parte el olfato nos permite identificar entornos familiares (justo por eso los animales “marcan” con su olor) y advertirnos sobre el estado y la composición de los alimentos antes de ingerirlos, advirtiéndonos de su peligrosidad o no según su estado.
“La primavera ha venido, y no sé por qué ha sido”.
Así rezaba un viejo cuplé cantado por Luis Mariano, pero la primavera, como está ordenado por la madre Naturaleza, nos llega todos los años por estas fechas fiel a su cita, para que nuestros campos se cubran del verdor de las hojas en los árboles y las flores engalanen nuestros jardines. Incluso para que esa golondrina, que algunos dicen no hace verano, se nos acerque de nuevo.
Pero la primavera tiene una casa, que no es otra que la ciudad mediterránea de Alacant, así bautizada por un gallego, Wenceslao Fernández Flores, que natural de un lugar, también maravilloso como es su Galicia natal, se quedó prendado de los días de sol que Alacant tiene al año. Y es verdad. Aquí se dice que es donde el Sol pasa el invierno y la Brisa el verano. Un clima primaveral y excelente para el cuidado de muchas enfermedades propias de la edad avanzada, con lo que no es de extrañar que sea ciudad donde gran parte de las personas mayores de la Europa de los fríos, la escojan para sus últimos días vivirlos en comodidad.
Y para terminar diré el comienzo de unos versos que el Marqués de Molíns dirigió a su amigo Bretón de los Herreros, para referirse a la ciudad alicantina. Dicen así:
Sépades señor Bretón, que de Poniente a Levante, es sin disputa Alicante la millor terra del mon. Mientras que vos, embozado, por las mañanas de enero a la orilla del brasero os da un dolor de costado, yo voy, desabrochado, desde el muelle al malecón, que es sin disputa Alicante la millor terra del mon. Vos en remojo, y no es cuento, en una sartén de estaño, mientras tengo el mar por baño y por toldo el firmamento. Nunca el mar a esta ribera niega su plácida brisa, ni su apacible sonrisa esconde la primavera. Y sabed en fin, Bretón, que hasta el postrimer instante será para mí, Alicante, la millor terra del mon.
El significado de la expresión doble moral, tan de moda en los políticos de hoy, los llamados politiquillos, se refiere a que suelen predicar, de manera rimbombante, un cierto precepto de comportamiento, que ellos mismos no ponen en práctica. O sea, las personas con doble moral, también dicho con "doble rasero", poseen dos códigos morales, el primero y principal el que guía sus acciones y decisiones, y el otro el que catequizan para el resto de la gente: la eterna hipocresía.
Esta frase la oímos por primera vez al escritor británico Bertrand Russell, quien afirmaba "que la humanidad poseía una moral que predica y no practica, y otra que practica y no predica". Claramente nos indicaba que ciertos individuos consideran que los demás han de tener un comportamiento como a ellos les gustaría, pero que a ellos se les permita siempre estar libres de cumplir.
No cabe duda alguna de que tal actuación es un síntoma de deshonestidad, de carencia de compromiso con los propios ideales, o para ser más claros, de ser poseedores de una terrible hipocresía.
Algunos ejemplos donde el político aplica una doble moral, un doble rasero de medir, o una hipocresía deshonesta, pueden ser:
El político que condena la corrupción del político contrario, excepto en los miembros de su propio partido. Por desgracia aquí en España los conocemos.
El líder que pide a sus seguidores, o al pueblo en general, sacrificios cuando llegan las vacas flacas, o sin venir a cuento, pero al mismo tiempo no se priva de llevar una vida de lujos y derroches. ¿Qué tal de quien se sube el sueldo un 9%, siendo ya de por sí su sueldo millonario, y a los trabajadores no permite un 2 o un 3?
Aquel que se las da, con excesiva importancia, de ecologista, que dice luchar contra el consumismo, pero no recicla y despilfarra energía.
El defensor acérrimo del libre mercado cuya empresa goza de estímulos y favoritismos del Estado...
Y aunque podría poner muchos ejemplos más, creo que basta para entender que la doble moral, tan extendida, tiene mucho que ver con la discrepancia entre lo dicho y lo hecho, donde según el refranero “hay mucho trecho”; entre lo que se pide a los otros y lo que se concede a los propios. Por este motivo, tal comportamiento se trata de un principio muy alejado de la justicia, que concede libertades, beneficios y privilegios a unos, mientras se muestra inflexible e intolerante con otros. Toda doble moral doble rasero, o hipocresía, es, por tanto, contraria a la igualdad ante la ley y la imparcialidad de la justicia.
El problema, en España, con ser grave la existencia de políticos de esta talla, incluso en personalidades de mucha más alta importancia —que los hay—, es que llevan tras de sí una corte de trompeteros, monaguillos y palmeros, que les cantan jaculatorias y hosannas, cuando no echándoles pétalos de flores olorosas a su paso, con el fin de confundir a los demás. Si deshonestos son los primeros, causantes de la discriminación, deshonestos son los segundos, por seguirles el juego, o algo más, por ser cómplices.
No cabe duda, al menos en mí no cabe, que el término de país de pandereta a España le cae como anillo al dedo. Es como si a los dirigentes políticos, e incluso los de más alto poder y prestigio, les gustase hacer el ridículo, y hacerlo en nombre de España… y lo que es peor, que la ciudadanía lo consienta.
El espectáculo de la moción de censura presentada por Vox, es un claro ejemplo. Es presentar ante el mundo al parlamento, que es la casa de todos los españoles porque así lo representan, como un circo, como un sainete bufo del peor gusto, para la comicidad y regodeo de medio mundo.
Vox, un partido que intenta que el reloj de España se atrase varias décadas, y se implante el estilo dictatorial del fascista Franco, se presenta como alternativa al gobierno democrático actual, de la mano de un anciano, de 90 años, que, para más INRI, durante su larga vida, ha estado en la parte más opuesta, en el partido comunista, y que, entre otras cosas, fue preso de la dictadura que ahora pretende establecer. Mayor esperpento no creo se haya visto en parlamento alguno. Si Vox ha pretendido que de España vuelvan a reírse, lo ha conseguido, o, como poco, ha dejado a media humanidad con cara de incredulidad.
¿Cuándo los políticos de España la respetarán? El inventor de esta comedia, el señor Abascal, el de los caballos y las chaquetas muy ceñidas para aparentar no sé qué, ni siquiera ha tenido la valentía y el coraje de ser el quién se presente a quitar del Gobierno al partido socialista y de progreso si lo cree un peligro para esa España que quiere reverdecer, y bien debiera saber que la cobardía en España no se premia. Si Roma no premiaba a los traidores, España no premia a los cobardes, pusilánimes y medrosos. Esconderse tras un personaje, decrépito, decadente por la edad, escaso de argumentos, sin fuerza ni coraje, aunque respetable por supuesto que contra él no tengo nada salvo su insensatez de prestarse a ese juego vergonzoso, es como el miedoso niñato que se esconde entre las faldas de mamá ante lo que considera un peligro.
Abascal, creo yo, para los suyos, los españolazos, debe haberse rebajado mucho. Si en las próximas elecciones no solo baja en gran cantidad de apoyos, sino que mantiene los conseguidos, o lo que es peor, los aumenta, España, además de país de pandereta y opereta cómica, me demostrará que es la España del odio y rencor sin valentía para afrontar los problemas que se presentan cada día; que en realidad, el problema mayor son ellos, los españolazos de bandera en muñequera pero huérfanos de ideas y de deseos de mejora y progreso.
El resentimiento en el ser humano, en ocasiones también llamado rencor, es un sentimiento de profundo dolor que se le profesa a alguien por considerarlo responsable —directo o indirecto— de algún daño, dolor u ofensa padecido en el pasado. Esta sensación de malestar puede ser muy diverso en intensidad, ya sea como una molestia pasajera o como una animadversión u odio permanente, dependiendo de la sensación subjetiva del agraviado y de la gravedad del daño que le fue hecho.
El término “resentimiento” tiene raíces latinas, es una palabra formada fundamentalmente por las voces re, prefijo latino de repetición o intensidad, y el verbo sentire (sentir), por lo que puede explicarse como “volver a sentir lo vivido”. O sea, que una persona resentida vuelve a experimentar en el presente el daño sufrido antaño como si acabara de ocurrir; dicho de otro modo, no puede o no quiere dejar en el pasado lo ocurrido. Es una de esas personas “que no olvidan”.
El resentimiento puede ser causado por muy diferentes motivos, dependiendo de cada quién y de los eventos sufridos. Se puede estar resentido, incluso, no con alguien en particular, sino con un cierto tipo de gente o una clase social, al considerarlas responsables de los propios padecimientos. Esto último se conoce como resentimiento social.
El resentimiento puede engendrar diferentes consecuencias, entre las que se destaca la imposibilidad de empatizar con la persona por la cual se siente rencor, al punto tal de alegrarse por sus desgracias o sufrimientos. Asimismo, el resentimiento puede dar paso a emociones más intensas, como el odio o la ira, que pueden a su vez desembocar en venganzas y hechos violentos.
Rencor y resentimiento, lo que los difreencia
En términos generales el rencor y el resentimiento, aparentemente, son exactamente lo mismo. Se pueden usar ambas palabras como sinónimas. No obstante es común que se las distinga a través de ciertos matices de intensidad, que hacen del rencor un sentimiento mucho más grave, fruto de guardar un resentimiento durante largo tiempo. De hecho, si se busca “rencor” en el diccionario de la lengua, es común verlo definido como “un gran resentimiento”.
Esto parece reflejado en el origen del término “rencor”, proveniente del latín rancor. Esta palabra fue empleada por primera vez por el poeta latino Tito Lucrecio (c. 99-55 a. C.), quien la usó como metáfora para referirse a los resentimientos que, de tan añejos, acaban adquiriendo un mal olor, como los alimentos rancios. Visto así, el “rencor” es, literalmente, un rancio resentimiento.
Características del resentido
Las personas resentidas, generalmente, se muestran ofendidas, doloridas o rabiosas ante un hecho pretérito, al cual pueden retornar con facilidad, como si acabara de ocurrir. Prueba de esto es que, si se les pide una explicación, al relatar el daño sufrido, volverán a dar señales físicas y actitudinales de rabia o indignación. Esto se debe a que se trata de una herida que no ha cicatrizado con el tiempo, y el resentimiento es el síntoma más evidente de ello.
Es habitual en las personas resentidas el desear cierta reparación, a menudo en forma de disculpas o, cuando se obtiene por la propia mano, de venganza. Así, causarle daño a la persona por la cual se siente resentimiento es entendido como una forma subjetiva de justicia, aun cuando no lo sea. Asimismo, el afecto, el compañerismo y la fraternidad respecto a quien considera su agresor, es algo imposible para el resentido.
Sin embargo existen variadas formas de olvidar el resentimiento. Causar daño al otro nunca repara el daño recibido y rara vez ofrece paz al individuo con resentimiento, por lo que siempre es conveniente hacer el trabajo interior y personal para liberar la propia vida de cegarse con lo ocurrido en el pasado.
Algunos consejos para llevar a cabo esta (difícil) tarea:
Perdonar a quien nos ofendió. El perdón, aunque no satisfaga las expectativas de justicia del agraviado suele ser la más directa a la paz. Perdonar a quien nos ofendió en el pasado nos liberará del recuerdo permanente de lo vivido y conseguirá que el dolor sea sepultado por el tiempo. Para el perdón no siempre es necesario expresárselo a la persona que nos ofendió, basta con que nos lo permitamos nosotros mismos.
Contar y repasar lo ocurrido. En el psicoanálisis y otros espacios terapéuticos similares, suele ser aconsejado el camino a seguir: hablar de lo sucedido, con la esperanza de poder evaluarlo a una nueva luz y obtener así la sabiduría necesaria para dejarlo marchar. Esto puede hacerse en privado, en un entorno seguro, o a través de manifestaciones artísticas, como la escritura o la pintura.
Ser positivos. El resentimiento puede ser un camino hacia la positividad, siempre que se lo empleemos como un medio hacia el bien en lugar, erróneo, de un deseo de causar sufrimiento a otros.
Frases de personajes célebres sobre el resentimiento:
“El rencor es como tomar veneno y esperar que mate a tus enemigos” Nelson Mandela, político y luchador social sudafricano.
“Nada consume más rápidamente a un hombre que la pasión del resentimiento” Friedrich Nietzsche, filósofo alemán.
“El rencor es una efusión de sentimientos de inferioridad” José Ortega y Gasset, filósofo y escritor español.
“Es la prueba última del pacifismo que en un conflicto no violento no quede rencor, y que al final los enemigos se conviertan en amigos” Mahatma Gandhi, político y jurista indio.
“Si no estás muerto todavía, perdona. El rencor es denso, es mundano; déjalo en la tierra: muere liviano” Jean Paul Sartre, autor existencialista francés.
“Para vivir feliz hay que vivir sin rencor” Yasmina Khadra, escritor argelino.
Y los actores a su casa, a disfrutar de ser los vencedores, porque aquí todos ganan, y no me refiero al sueldo que tiene cada uno, que ese sí se refleja en su cuenta bancaria, pero de que se lo ganan lo dudo. Todos han salido convencidos de que han embaucado al personal...
Y el que más ha celebrado “su triunfo” ha sido, precisamente, el menos corajudo, el que ha presentado la moción de censura al gobierno, pero temeroso y cobarde a buscado a un señor, al que parece le falta algún tornillo por lo rocambolesco y esperpéntico del acto, para resguardarse tras él, yhacer que se presentara a defender una opción de gobierno de la que ha estado tantos años alejado de sus ideas. O quizás no tanto, y le ha movido a participar del sainete, como figura principal, por lo de dictadura que tiene el fascismo de Abascal y su comunismo añejo y obsoleto.
La verdad es que la media centena de diputados de la extrema derecha, celebrando y rodeando al comunista Tamames al pie de la tribuna de oradores en el Congreso, más patético, cómico y bufonesco no podía ser. Les faltó la copa de cava (¡cava no, por los dioses, que es bebida separatista!) de champán francés mejor, para el brindis final como si de la nueva Traviata se tratara; que, dicho de paso, por descarriada también podría entenderse la intentona de gobernar.
En definitiva que, una vez más, España hace el ridículo. El actual gobierno, con sus aciertos y errores, parece importarle pocola tragicomedia de Abascal y Tamames, y éstos, los buenos españolazos, los verdaderos, los auténticos, los que manda la tradición, tirando a España por los suelos presentándola como una república bananera, o un reinado de cuento de hadas y chichinabo. Y del PP, ni se sabe si va o si viene, y es que con un gallego gobernándolo, como Feijóo, no se sabe hacia dónde se dirige; bueno sí, a pasear por las hermosas rías gallegas con los amigos narcos mientras saborea unos de sus votantes, perdón, quise decir percebes...
Quien actúa con petulancia es un ser petulante, esto es, que acostumbra a demostrar, de manera exagerada y hasta ridícula, una excelente opinión de sí mismo, puesto que actúa de manera presumida ante los demás.
No hace falta extenderme mucho más para intuir a quién me refiero, pues en los foros es algo muy usual debido al anonimato. Es decir, el petulante actúa en todo momento presentándose como si fuera mejor que el resto y el que más sabe, el dueño de Verdades y Razones, y al hacerlo se ridiculiza a sí mismo por lo general. Recordando al refranero, podríamos decir que es el oficial de todo y aprendiz de nada.
¿De dónde nos llegan los términos petulancia y petulante? Como suele ser casi general en nuestro idioma, nos llegan del latín petulans, traducible como provocador, descarado o desvergonzado. Petulans, a su vez, proviene del verbo petulare, que significa pedir algo con descaro, y era empleado en la antigüedad para describir el comportamiento de las prostitutas que ofrecían sus servicios sexuales en la calle.
Con el paso del tiempo el término adquirió su sentido actual, pero su sentido figurado continúa siendo más o menos el mismo: la persona petulante “se presume”, se ofrece a los demás como si fuera más deseable o admirable de lo que realmente es. Por otro lado, los petulantes se muestrangeneralmente poco empáticos con el resto, siendo capaces de ofender o humillar a los demás con suma facilidad; ésto suelen hacerlo para compensar sus propias faltas o carencias.
Como sinónimos de petulancia podemos perfectamente emplear: engreimiento, vanidad,prepotencia y presunción. No obstante es muy convenienteseñalar que, a diferencia de estos sinónimos, la petulancia suele entenderse como un engreimiento hipócrita, o sea, totalmenteinfundado, pues carece de asidero y respaldo. Por otra parteeste término puede ser también utilizado como sinónimo de descaro, desfachatez o atrevimiento.
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El llobu V.I.P.
Mensajes : 47129 Edad : 63 Localización : La llobera (aquí si estás dentro, allí si estás fuera)
¿Conocen ustedes algún capítulo de la serie televisiva Colombo?
Colombo es un detective estadounidense de origen italiano, de aspecto descuidado, con una gabardina algo vieja y un coche impropio de tal inspector. Suele en ocasiones usar pequeñas triquiñuelas para desenmascarar a los delincuentes, o sea, como la carnaza que utiliza el pescador en su anzuelo para capturar a sus piezas. Y hete aquí que, servidor de ustedes, coloca un comentario acerca de los petulantes, con la intención de capturar al pez de igual carácter que merodee por estos mares, y, algo bobalicón el mero se deja pescar, respondiendo como si de él yo hablara.
El que se pica ajos come, dice el refranero español, tan certero en sus sentencias como propias del saber popular... Más claro, agua.
Seguiré con mis comentarios.
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El llobu V.I.P.
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Tema: Re: OPINIÓN Vie Mar 24, 2023 9:40 am
El único que parece haberse picado es el Postiguet, como un mero algo bobalicón, según sus propias palabras.
La altanería es una condición en el ser humano preñada de altivez, soberbia o prepotencia de quien acostumbra a mirar a los demás por encima del hombro, es decir, como si él fuera mejor que el resto.
La altanería pues, sin lugar a dudas, es un comportamiento de carácter grosero, descortés e irrespetuoso. A las personas que demuestran este comportamiento se las llama altaneras.
Altanero también lo es la persona que se muestra irrespetuosa y soberbia frente a sus superiores, o frente a sus padres y familiares mayores, pues está teniendo una actitud de altanería. No obstante ¿podría interpretarse esta la altanería como evidencia de un deseo de rebelarse contra la autoridad y el orden establecidos? Pues no, dista mucho de interpretarse como tal.
También solemos ver altanería (mísera altanería) en quienes, como trompeteros y monagos, alardean y vitorean a un líder político, deportista o similar, pues al considerarlos por encima de los demás lo hacen como suyo, al mismo tiempo que pretenden, con su defensa a ultranza, asemejarse.
Se remonta el origen de esta palabra al adjetivo latino altanus, empleado antiguamente para referirse a aquello que nos llega de lo profundo o de las alturas, como es el caso del viento que proviniendo de la mar barre la costa (altanus ventus). No obstante en el idioma castellano del medievo esta palabra derivó en altanería como adjetivo, usado por lo general para referirse a la cría de aves de rapiña de alto vuelo (caza de altanería), ya que éstas aprovechan, para planear los vientos.
Así nació altanero, adjetivo empleado para referirse a quienes practicaban la cetrería, por lo general aristócratas y nobles, de tal manera que por asociación, a quienes se comportan como si fueran de la nobleza o si pertenecieran a una clase superior (la casta política y sus imitadores) se les llama hoy en día “altaneros”.
Como sinónimos de altanería podemos emplear: soberbia, arrogancia, engreimiento, petulancia, presunción, orgullo y vanidad. Por el contrario, son antónimos: humildad, sencillez o modestia.
¿Qué se apuestan ustedes que algún altanero (aprendiz y monago de los políticos) aparecerá por aquí a enmendarme la plana? Como si lo viera. Y yo, y ustedes si lo desean, nos reiremos. Que la risa, aun contagiosa y mucho, es mejor que el covid, pues no deja residuos perniciosos...
El llobu V.I.P.
Mensajes : 47129 Edad : 63 Localización : La llobera (aquí si estás dentro, allí si estás fuera)
Tema: Re: OPINIÓN Vie Mar 24, 2023 9:59 pm
Soberbia.
Del lat. superbia.
1. f. Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros.
2. f. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás.
3. f. Exceso en la magnificencia, suntuosidad o pompa, especialmente de un edificio.
4. f. Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas e injuriosas.
En nuestra tradición social interpretamos como soberbia a una valoración excesiva de la propia persona, aquellos que se sitúan por encima de los demás. Con este término, la tradición católica cristiana bautizó a uno de los siete pecados capitales, como conductas opuestas a las llamadas virtudes teologales del buen cristiano.
Soberbia y orgullo suelen emplearse como sinónimos, pero según la RAE hay que distinguir ciertos matices entre uno y otro. Mientras el primero vendría a ser el esfuerzo desmesurado en destacar por encima de los demás, el segundo tendría que ver con la arrogancia, o el exceso de amor propio.
Quienes emplean estas conductas, sociales y morales, vienen siendo más o menos lo mismo, con la salvedad de que la soberbia posee siempre una connotación negativa, mientras que por contra el orgullo puede poseer cierto sentido positivo, como de satisfacción, al decir que estamos orgullosos de tal o cual persona.
La soberbia ha sido mal vista socialmente desde los tiempos antiguos. Los griegos la llamaban hybris siendo el motivo de descrédito de sus grandes héroes mitológicos, ya que en algún momento de sus valerosas gestas, rehusaban la ayuda de algún dios o se permitían competir con él, desatando de esta manera sobre ellos la tragedia, puesto que los dioses se valían para recordarles su humanidad y muy especialmente su mortalidad, o sea, que dejaban en claro cual era su lugar en el orden de las cosas.
La psicología moderna, por su parte, asocia estos conceptos con el llamado narcisismo y con las distintas formas posibles de compensar, personalmente, un sentimiento de inferioridad (un fenómeno llamado sobre-compensación). Esto se da mucho en los foros de internet por su anonimato: “Me doy gran importancia, me enjabono a diario, y así hago ignorar mi inferioridad”.
La tradición moral occidental, por su parte, como heredera del cristianismo, especialmente del catolicismo, ha identificado con la soberbia a uno de sus antagonistas mitológicos: Lucifer o Satanás, el Ángel caído, quien según el “Paraíso perdido” de John Milton cometió el pecado de considerarse igual a Dios, su creador.
Soberbia (del latín superbia, “superioridad”), vanidad (del latín vanitatis, “falsedad”) orgullo (del francés orgueil) son a menudo referidos por parte de la iglesia católica como pecados similares y dependiendo de la traducción bíblica, pueden preferirse unos u otros. Por parte de la sociedad, son defectos humanos.
La soberbia y el orgullo tienden a ser más o menos sinónimos, pero hay una gran diferencia. La soberbia siempre se interpreta desde un punto de vista negativo, es decir, como un exceso de confianza, amor propio o una sobreestimación de las capacidades personales. El orgullo, no obstante, puede significar un sentimiento de satisfacción general ante una tarea bien realizada, o ante el triunfo de un ser querido, lo cual podrían interpretarse como una valoración positiva de la experiencia, una suerte de mérito emocional. Aunque en algunas situaciones también puede ser considerado un rasgo negativo.
En cambio, la vanidad sí tiene que ver mucho con el ego y con el exceso de autoestima, especialmente en lo vinculado al atractivo y el aspecto físico del vanidoso. Una persona vanidosa es aquella que se pavonea, que hace alarde de su atractivo o de sus riquezas, creyéndose mejor de lo que realmente es. En ese particular sentido, la vanidad también podría considerarse también como una forma de soberbia.
Al margen de la chapuza de la ley del “sí es sí” atribuible a la ministra Montero, y alguna otra metedura de pata de las ministras feministas, el Gobierno de coalición actual se ha encontrado, nada más tomar posesión, con dos graves problemas no imputables a ellos, como es la pandemia del coronavirus y la guerra de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Ambos acontecimientos han contribuido a que la economía, parte importante del desarrollo de un país, se haya resquebrajado mucho, y los inconvenientes para remontar hayan sido muy graves, en especial en los países como España aún en vías de un mejor desarrollo. No obstante se ha equilibrado mucho.
Pero España se presenta, en los próximos meses, a una renovación en gran parte de sus autonomías y de los ayuntamientos, y que el fiel de la balanza de los votos se incline hacia la derecha o hacia la izquierda en estos momentos, tiene gran importancia.
Sobre la izquierda (el PSOE) ya sabemos con quienes pactará, ya que las mayorías absolutas no se vislumbran, y por lo acontecido antaño no son deseables. Hoy el PSOE no podrá pactar con Ciudadanos, ya que de nada le serviría y próximo a su desaparición definitiva no tiene sentido ni siquiera pensar en ello. Por lo tanto, nuevamente será Podemos quien le solucione la papeleta, pero ha de sentar las bases muy bien para que no se les desmadren estos aprendices de política, como últimamente han hecho. Hay que fijar muy bien los pactos. Aunque el previsible partido de la vicepresidenta Yolanda Díaz, de tendencia edulcorada del eurocomunismo, igual le sea suficiente a Pedro Sánchez, el seguro líder presidenciable.
La derecha del PP, lo tiene aún más crudo, porque el pacto que se prevé con el fascismo de Vox, cosa que en Europa no se ve con buenos ojos, solo le servirá, si le llega para gobernar, para dejar claro que en su interior las ideas fascistas no se han disipado al completo. Que la línea continua que les une al franquismo desde Alianza Popular, permanece intacta, aun con nuevas generaciones. Es como dice el viejo refrán, de los mismos perros (con perdón) pero con distinto collar. O sea, ideas viejas con ropajes nuevos. ¿De dónde recortará el señor Feijóo para seguir la ruta y práctica de su antecesor y paisano Rajoy? En el supuesto (no deseado) de que la Banca tambalee ¿de dónde sacará los millones para regalarles como hizo el inepto Rajoy?, porque tal como está el patio, al parecer es algo que se avecina. Son ideas neo liberales desordenadas, solo buscando el negocio particular, y obviando lo social.
También quiero manifestar que lo que ocurra no deberíamos achacarlo a los políticos en exclusiva. El ciudadano español ya los conoce, sabe cómo actúa cada uno según el color de su bandera, por lo tanto se hace solidario y cómplice de sus acciones con su voto; y más aún si después de depositarlo, y ver sus errores políticos, los ensalza, los magnifica, y como monaguillo trompetero usa de su botafumeiro particular para perfumarlo.
Hoy, ya no sé si por desgracia o por suerte, habida cuenta del desengaño, o del engaño producido, no hay en el horizonte un movimiento de indignados ciudadanos; aquellos que clamaban justicias sociales hace años, y que llegados al poder los líderes designados solo buscaron beneficios personales; algunos con hipocresías y engaños. Y digo por suerte para que la adversidad del engaño no aumente, y digo por desgracia si de ese movimiento pudiera aflorar hombres y mujeres entregados al servicio público de verdad, olvidándose de la busca de sus privilegios, soldadas y egos personales.
Se entiende como inmoral aquel acto que se pueda interpretar como contrario a un determinado código moral, es decir, que vaya en contra de las normas de lo considerado como bueno o deseable según las costumbres de una determinada sociedad. Dicho de una manera más simple, la inmoralidad es cualquier cosa que vaya en contra de la moral establecida.
Sin embargo no existe una regla universal a la hora de hablar de moral y moralidad. O sea, que no hay una regla que se dé en todas las sociedades del mundo para distinguir los asuntos morales de los inmorales, sino que este concepto es muy variable, ya que de echo es muy diferente de sociedad en sociedad o de cultura en cultura. En esto aspecto tiene mucho que ver la religión, como fuente de donde manan los códigos tradicionales de la moralidad, así como otros factores relacionados con el estilo de vida. Conforme la religión va perdiendo peso en una sociedad, la idea va cambiando.
Un ejemplo actual y muy definitorio de este concepto lo encontramos en el uso del velo en las mujeres en las sociedades musulmanas, considerado como una norma moral vigente e importante. Aquellas que no lo utilizan (en sus distintas variantes) incumplen una norma moral, exponiéndose a distintos tipos de consecuencias, incluso la más grave como es la pena capital dependiendo del grado de fundamentalismo en la sociedad en que viven.
Otro ejemplo lo constituye la prohibición de la homosexualidad. En la Inglaterra victoriana, era considerada como un acto inmoral y un delito: escritores como Oscar Wilde fueron apresados en numerosas ocasiones debido a su preferencia sexual. En cambio, en la antigüedad grecorromana, el amor entre personas del mismo sexo era considerado un hecho cotidiano. Hoy, como otro ejemplo de los cambios que sufre el concepto, ya no penalizada en la Cuba castrista dentro del mismo régimen comunista lo era no hace mucho tiempo
Inmoral e inmoralidad, así como sus contrarios moral y moralidad, nos llegan del latín moralis (relativo a las costumbres), y su equivalente en griego era ethikós. O sea, que en principio lo inmoral es aquello que atenta contra las (buenas) costumbres, contra el modo en que las cosas se deben hacer en una cultura dada.
No hace mucho, cuando usted abandonó su Galicia natal para hacerse cargo de desbancar a Pedro Sánchez de La Moncloa y llegó a Madrid, lo hizo con una aureola de persona pacífica, educada, moderada que sorprendió. Y es que, efectivamente daba esa impresión.
Pero, seguramente, por la influencia de sus compañeros de partido, la señora Cuca, por ejemplo, o por el mando que dentro de él profesa la presidenta de la Comunidad de Madrid, poco a poco ha ido cambiando sus maneras, y hoy se le ve agresivo, y, lo que es peor, ha copiado de su antecesor Asnar el ir a Bruselas a despotricar contra España y su Gobierno.
Y ahora se atreve a más, a decir que Sánchez se reúne con líderes sudamericanos con tendencias autocráticas muy alejados de las democracias. Pero claro, eso mismo ha hecho también el rey Felipe VI, con lo cual nos hace ver que el monarca tampoco mide sus relaciones internacionales. Con esas sus palabras le veo poco futuro como estadista, algo muy importante para gobernar, donde en ocasiones hay que estrechar la mano y mantener diálogo con quienes no son de tu agrado. España ha de estar con las verdes y las maduras, y si su influencia sirve para que en otros lugares se mejore en derechos humanos, hay que celebrarlo.
El presidente Pedro Sánchez visitará, en breve, como invitado, la República China, de régimen comunista y nada democrática, pero ¿cree usted que debiera negarse a ello? ¿Usted lo haría? Si me responde que sí, usted no sirve para presidir el Gobierno de España. Ni siquiera el gallego, que ya lo dejó muy maltrecho...
Y me resulta extraño sus palabras, aunque de quien no se sabe si va o viene, o sea, que no tiene una condición clara, se puede esperar de todo. Porque seamos sinceros ¿considera usted que es mejor entrevistarse con narcotraficantes, pasearse con ellos por las rías gallegas, mantener relaciones no se sabe si solo amistosas o de posibles negocios, a reunirse con líderes de países hermanos y de culturas entrañables por la larga historia mantenida con ellos? ¿Dónde pone usted el acento crítico? ¿en que esos líderes no trafican con drogas para considerarlos buenos compañeros de yate?
Usted, el moderado, el educado, el pacífico que nos llegaba de Galicia, se ha dejado llevar, y bailar desde los hilos enganchados a pies y manos que maneja la presidenta madrileña, y ha perdido toda su aureola; o bien que era una aureola falsa, hipócrita, una fachada para engañar, que en poco tiempo se le ha venido abajo. No lo sé; usted dirá, yo me limito a opinar según lo que veo…
Te dirijo esta carta abierta estimado amigo para, al propio tiempo que reconozco tus virtudes, darte un tirón de orejas, por algo que considero no has hecho bien de acuerdo con tus convicciones.
Es meridianamente claro tu españolidad, diría que eres el numero uno de los españolazos, de los que lo han dado todo por España, según has ido confesando tantas veces en tu dilatada vida. Vivías y te desvivías para España, trabajabas por España, todo tu afán era verla superior… en definitiva que por España lo dabas todo, hasta la última gota de tu sangre si ella te la hubiera pedido, pero ¿te has preguntado alguna vez si la verdad era que vivías de España? Porque no seamos pardillos, si ha España le has dado algo, España te ha recompensado con mucho, creo que con exceso.
Es verdad, amigo mío, que cuando Tijeras, alias “tricornio”, intentó quemar España como hoy se queman los montes castellonenses o asturianos, tú hiciste de bombero, de apagafuegos, aunque como en este país hay gente tan mala, tan malpensada, los hubieron que dijeron que tú entregaste la lata de gasolina y el manojo de sarmientos al aprendiz de incendiario ¡coño! cuantos enemigos tenías de pie y sentados.
Pero no voy por ahí. Verás. Tú, que como decía la canción de Julio Iglesias, tienes de truhán y de señor, has tenido tus aventurillas sexuales, pues rodeado de busconas de buen ver no te has hecho nunca atrás, que al español cuanto más manzanas tras las comilonas, mejor. Pero quiero cantarte las cuarenta, y es que como españolazo, no has medido bien, y mientras a las busconas extranjeras has pagado sus servicios generosamente, por ejemplo a la teutona Kol-Rinna, has rebajado en mucho a la españolísima leona Barbarinacarpa, regalándole una perla, ¡una sola perla! que además era artificial, y que para más cachondeo no era de tu propiedad, sin darte cuenta que, cuando la española besa, es que besa de verdad, pues a ninguna interesa besar por frivolidad.
Joanet, Joanet, ¡qué injusto has sido a veces!... cuando por Navidad siempre me enviabas un christma, con su arbolito dibujado, donde me decías que en España la justicia es igual para todos.
En fin, Serafín, que campechano lo eres, y mucho. Apagafuegos ya te digo, llevándote a tu exilio a tu nieto Flan Dehuevo para que por aquí no la arme gorda como acostumbre al muchacho. Un poco de bribón (con perdón) también. Imitador del prófugo Puigdemont, no hay que dudarlo, pero como españolazo, por el detalle del pago a las cortesanas de allende los Pirineos y el pago a la española, tan diferente, hoy te doy un tirón de orejas.
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Nota: Cualquier parecido con alguna historia personal, es pura coincidencia. Mi amigo Joanet, el Tijeras, la Kol-Rinna, Flan Dehuevo y la Barbacarpa, no existen; son fruto de mi imaginación. Los he visto mediante un sueño.
Al parecer la señora Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno de España, en su futuro recorrido político se ha desmarcado de Podemos y no concurrirá conjuntamente con ellos en las próximas elecciones autonómicas y municipales, y por descontado en las generales. Esto, según creen los podemitas, les restará fuerzas, ya que determinados votos hoy recibidos al estar bajo una misma coalición, se escaparán e irán a manos de la señora Díaz. Un desastre. Ya que, caso de necesitar el PSOE los mismos apoyos que en la actualidad para continuar gobernando, no es lo mismo acordar con un partido que con dos, más cuando la experiencia de la señora Yolanda no ha sido muy positiva con las señoras feministas podemitas.
Pero si ante esta perspectiva de la separación, de que cada uno vaya por su camino, cosa por otra parte muy natural, el que ya “no es político” como Iglesias, según el decir de sus acólitos, arremete furibundamente contra la vicepresidenta por su idea de tomar su propio camino, algo bueno debe hacer ésta para sí, porque si molesta tanto su independencia al ilustrado, es porque éste no ve su futuro muy boyante, con menos votos para aportar, menos exigencias podrá presentar, sino él, sí las que están bajo su control. Que no cabe duda que lo están directa o indirectamente.
¿Y si al PSOE le bastase con los votos conseguidos por la señora Yolanda para gobernar y dejar a Podemos aparte ante su experiencia de los palos colocados en sus ruedas? Pues tendríamos tragicomedia a la vista. Si durante el Gobierno de coalición no se han entendido los podemitas con los socialistas, entonces veríamos un ataque, quizás más furibundo del “no político” Iglesias contra el PSOE, que éste ya no sería de izquierdas según él no cabe duda, sino que emplearía esa palabra tan suya y tan en su boca sobre lo que no le gusta: fascismo.
Como para mi, la política que se ejerce en España es un sainete, una opereta bufa cargada de intenciones partidistas de ser más que el otro, me movería a la risa el cambio radical del señor del megáfono, la pancarta y el descuidado peinado y la camisa de mercadillo, ayer abrazado a Sánchez (lo que hace una vicepresidencia en cuanto al amor) y hoy sería despellejado vivo. Al tiempo...
