Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 4:13 pm
A mi no me gusta nada de lo que pongo..
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 6:58 pm
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 7:27 pm
Es así, el llobu dice que tampoco le gusta, pues es lo que hay, siento no escribir para el gusto de nadie..
A Z le gusta esta publicaciòn
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
Z V.I.P.
Mensajes : 23062 Edad : 71 Localización : Europa.
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 9:20 pm
Nolocreo escribió:
Es así, el llobu dice que tampoco le gusta, pues es lo que hay, siento no escribir para el gusto de nadie..
Muchas veces estoy de acuerdo con lo que escribes... (aunque no en todo)
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 9:50 pm
Nolocreo escribió:
A mi no me gusta nada de lo que pongo..
Nolocreo escribió:
Es así, el llobu dice que tampoco le gusta, pues es lo que hay, siento no escribir para el gusto de nadie..
Ni siquiera escribes a tu gusto... eres desternillante.
A Tinajas le gusta esta publicaciòn
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 11:19 pm
Si, aquí soy desternillante, allá soy un crack y mas adelante monotemático, descansa y deja esa cuestión pues mi condición como persona no es ni puede ser objeto de debate..
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 11:23 pm
Veo que no te sientan bien los halagos... tranquilo. A partir de ahora como si no existieses.
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Mar Jul 27, 2021 11:33 pm
¿Halagos? Ya me llegan bastantes desde todas partes por lo que escribo...
A Z le gusta esta publicaciòn
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 12:00 am
Nolocreo escribió:
Mas o menos eso hizo Pablo Iglesias rajándose de todo compromiso incluido el juramente a su cargo de vicepresidente cuando le pareció a el o mas le convino dejó todo en papel mojado, incumplió todos sus compromisos y promesas con su electorado y se fue a su chalet con un sueldo de 5.000 euros sin pegar chapa, ahora me parece que anda por Venezuela buscando trabajo porque el chollo de los 5.000 euros tampoco le va a durar toda la vida..
Hablando de Pablo Iglesias por aquí, el nuevo presidente electo de Perú Pedro Castillo comienza su mandato atacando a España desde su primer mensaje llamando al rey Felipillo y a los españoles conquistadores, da la casualidad (a falta de confirmación) de que Perú es uno de los países sudamericanos donde me parece que ha ido a dar Pablo Iglesias en busca de trabajo, no sería de extrañar pues que habiendo encontrado ese trabajo allí como asesor del gobierno peruano (ya lo fue del gobierno chavista) a continuación se dedique a atacar a la monarquía española desde los altiplanos peruanos utilizando a Pedro Castillo como un muñeco al estilo de Jose Luis Moreno ..
A marapez y a El llobu no les gusta este tema
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 12:51 am
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 9:53 am
Se confirma la presencia de Juan Carlos Monedero en Perú, Pablo Iglesias a un paso de manifestarse por allí, pronto sabremos de Él..
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
Nolocreo V.I.P.
Mensajes : 20909
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 4:46 pm
A mi tampoco me gusta nada esta publicación pero es lo que hay..
A El llobu no le gusta esta publicaciòn
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 4:46 pm
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 30, 2021 4:48 pm
¿Esa eres tú?? Mejor quita eso antes que se pase el tiempo..
A Tinajas y a El llobu no les gusta este tema
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 11:27 am
Un tema de la hostia
Menuda sorpresa escuchar a Villarejo venderle a la María Dolores de su Esperanza el penúltimo truño sobre Podemos. Menuda sorpresa verlo arañar su parte de agente doble de unos y otros tratando de liquidar favores tanto como ahora liquida cuentas... En 2017, en el equipo legal de Podemos, ya estábamos curados de asombro ante la ínfima calidad de los materiales para ensuciar un proyecto aún sin hipotecas. Quedaba quizá siempre la sorpresa eterna de ver arrastrarse a unos periodistas y a unas instituciones por el trazo grueso del titular, convirtiendo en pernada el derecho a la información y en obsceno el derecho público. Los audios de Villarejo que ahora se publican son tan interesados y tan inanes como lo fueron entonces. Una ficción programada para el espacio público de garrafón al servicio de esa manipulación que empieza su castillo de naipes en los digitales y la culmina en los telediarios. Por el camino aún veríamos el paisaje de siempre: esa Dirección operativa de la Policía buscando la sonrisa de los gobernantes, esos gobernantes buscando la sonrisa de los poderosos, esos periodistas contentando a esos anunciantes, esos anunciantes pagando a esos editores, esos jueces que dan aire a la noticia ─siempre así, como de refilón, sin llegar a mayores─ mientras firman el auto de procesamiento que siempre deja fuera a los que pactan la composición de los órganos de gobierno... Nada nuevo... Resquicios de ese poder que desde hace medio siglo camina paralelo a las aspiraciones democráticas de este país. Ni en 2017, ni mucho antes, fuimos del todo ingenuos. Sabíamos y sabemos que a la arena de la democracia siempre le llega el ruido que sale de la bancada de los poderosos, ruido para tratar de ensuciar el debate político, para marcar la agenda, para acallar las reivindicaciones de la gente normal. Y que a veces hay tanto ruido que no se oye nada, ni siquiera lo que de verdad esconden unas grabaciones que, más que “filtradas”, semejan un azafate de boñigas secas. Hoy seguimos sin ser ingenuos. Sabemos que no era Podemos lo que les daba miedo. Era la democracia. Era aquella herramienta al servicio de la participación ciudadana que decía lo que había que decir porque no tenía nada que perder, deudas que pagar, ni nombramiento alguno al que aspirar. Hoy, ayer y mañana seguimos teniendo que decir lo mismo. Que el camino de la democracia es el camino de la dignidad de los derechos, del debate público donde las personas pueden participar, proponer, trabajar e incluso protestar al abrigo de unas instituciones que al menos nominalmente les pertenecen. Que la información es un derecho de la ciudadanía y la Justicia un servicio público. Que los partidos políticos son herramientas de participación democrática y que la corrupción sigue siendo el sumidero estructural por el que se nos escapa la representación, la inteligencia pública y nuestro dinero... Mucho, mucho dinero. Y que ese es un camino en el que la ciudadanía debe asumir el protagonismo, porque apoderarnos de nuestra historia no es labor de héroes legendarios, víctimas sagradas, líderes sonrientes ni villanos de filtración interesada. Como entonces, como antes de entonces, como siempre y ahora, es una tarea que deben acometer los pueblos. Y lo bueno de la democracia es que, para alcanzarla, nunca es demasiado tarde.
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 11:30 am
'
No, es una "partitocracia"!
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 11:59 am
marapez escribió:
Un tema de la hostia
Menuda sorpresa escuchar a Villarejo venderle a la María Dolores de su Esperanza el penúltimo truño sobre Podemos. Menuda sorpresa verlo arañar su parte de agente doble de unos y otros tratando de liquidar favores tanto como ahora liquida cuentas... En 2017, en el equipo legal de Podemos, ya estábamos curados de asombro ante la ínfima calidad de los materiales para ensuciar un proyecto aún sin hipotecas. Quedaba quizá siempre la sorpresa eterna de ver arrastrarse a unos periodistas y a unas instituciones por el trazo grueso del titular, convirtiendo en pernada el derecho a la información y en obsceno el derecho público. Los audios de Villarejo que ahora se publican son tan interesados y tan inanes como lo fueron entonces. Una ficción programada para el espacio público de garrafón al servicio de esa manipulación que empieza su castillo de naipes en los digitales y la culmina en los telediarios. Por el camino aún veríamos el paisaje de siempre: esa Dirección operativa de la Policía buscando la sonrisa de los gobernantes, esos gobernantes buscando la sonrisa de los poderosos, esos periodistas contentando a esos anunciantes, esos anunciantes pagando a esos editores, esos jueces que dan aire a la noticia ─siempre así, como de refilón, sin llegar a mayores─ mientras firman el auto de procesamiento que siempre deja fuera a los que pactan la composición de los órganos de gobierno... Nada nuevo... Resquicios de ese poder que desde hace medio siglo camina paralelo a las aspiraciones democráticas de este país. Ni en 2017, ni mucho antes, fuimos del todo ingenuos. Sabíamos y sabemos que a la arena de la democracia siempre le llega el ruido que sale de la bancada de los poderosos, ruido para tratar de ensuciar el debate político, para marcar la agenda, para acallar las reivindicaciones de la gente normal. Y que a veces hay tanto ruido que no se oye nada, ni siquiera lo que de verdad esconden unas grabaciones que, más que “filtradas”, semejan un azafate de boñigas secas. Hoy seguimos sin ser ingenuos. Sabemos que no era Podemos lo que les daba miedo. Era la democracia. Era aquella herramienta al servicio de la participación ciudadana que decía lo que había que decir porque no tenía nada que perder, deudas que pagar, ni nombramiento alguno al que aspirar. Hoy, ayer y mañana seguimos teniendo que decir lo mismo. Que el camino de la democracia es el camino de la dignidad de los derechos, del debate público donde las personas pueden participar, proponer, trabajar e incluso protestar al abrigo de unas instituciones que al menos nominalmente les pertenecen. Que la información es un derecho de la ciudadanía y la Justicia un servicio público. Que los partidos políticos son herramientas de participación democrática y que la corrupción sigue siendo el sumidero estructural por el que se nos escapa la representación, la inteligencia pública y nuestro dinero... Mucho, mucho dinero. Y que ese es un camino en el que la ciudadanía debe asumir el protagonismo, porque apoderarnos de nuestra historia no es labor de héroes legendarios, víctimas sagradas, líderes sonrientes ni villanos de filtración interesada. Como entonces, como antes de entonces, como siempre y ahora, es una tarea que deben acometer los pueblos. Y lo bueno de la democracia es que, para alcanzarla, nunca es demasiado tarde.
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 12:03 pm
'
"Partitocracia", tan difícil es de entender? y no tengas miedo que tu tocho lo pueden leer...
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 12:11 pm
marapez escribió:
Un tema de la hostia
Menuda sorpresa escuchar a Villarejo venderle a la María Dolores de su Esperanza el penúltimo truño sobre Podemos. Menuda sorpresa verlo arañar su parte de agente doble de unos y otros tratando de liquidar favores tanto como ahora liquida cuentas... En 2017, en el equipo legal de Podemos, ya estábamos curados de asombro ante la ínfima calidad de los materiales para ensuciar un proyecto aún sin hipotecas. Quedaba quizá siempre la sorpresa eterna de ver arrastrarse a unos periodistas y a unas instituciones por el trazo grueso del titular, convirtiendo en pernada el derecho a la información y en obsceno el derecho público. Los audios de Villarejo que ahora se publican son tan interesados y tan inanes como lo fueron entonces. Una ficción programada para el espacio público de garrafón al servicio de esa manipulación que empieza su castillo de naipes en los digitales y la culmina en los telediarios. Por el camino aún veríamos el paisaje de siempre: esa Dirección operativa de la Policía buscando la sonrisa de los gobernantes, esos gobernantes buscando la sonrisa de los poderosos, esos periodistas contentando a esos anunciantes, esos anunciantes pagando a esos editores, esos jueces que dan aire a la noticia ─siempre así, como de refilón, sin llegar a mayores─ mientras firman el auto de procesamiento que siempre deja fuera a los que pactan la composición de los órganos de gobierno... Nada nuevo... Resquicios de ese poder que desde hace medio siglo camina paralelo a las aspiraciones democráticas de este país. Ni en 2017, ni mucho antes, fuimos del todo ingenuos. Sabíamos y sabemos que a la arena de la democracia siempre le llega el ruido que sale de la bancada de los poderosos, ruido para tratar de ensuciar el debate político, para marcar la agenda, para acallar las reivindicaciones de la gente normal. Y que a veces hay tanto ruido que no se oye nada, ni siquiera lo que de verdad esconden unas grabaciones que, más que “filtradas”, semejan un azafate de boñigas secas. Hoy seguimos sin ser ingenuos. Sabemos que no era Podemos lo que les daba miedo. Era la democracia. Era aquella herramienta al servicio de la participación ciudadana que decía lo que había que decir porque no tenía nada que perder, deudas que pagar, ni nombramiento alguno al que aspirar. Hoy, ayer y mañana seguimos teniendo que decir lo mismo. Que el camino de la democracia es el camino de la dignidad de los derechos, del debate público donde las personas pueden participar, proponer, trabajar e incluso protestar al abrigo de unas instituciones que al menos nominalmente les pertenecen. Que la información es un derecho de la ciudadanía y la Justicia un servicio público. Que los partidos políticos son herramientas de participación democrática y que la corrupción sigue siendo el sumidero estructural por el que se nos escapa la representación, la inteligencia pública y nuestro dinero... Mucho, mucho dinero. Y que ese es un camino en el que la ciudadanía debe asumir el protagonismo, porque apoderarnos de nuestra historia no es labor de héroes legendarios, víctimas sagradas, líderes sonrientes ni villanos de filtración interesada. Como entonces, como antes de entonces, como siempre y ahora, es una tarea que deben acometer los pueblos. Y lo bueno de la democracia es que, para alcanzarla, nunca es demasiado tarde.
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 12:13 pm
'
EDITADO POR LA MODERACION: NORMA 5.5. Mensajes que no tengan relación con el tema del hilo.
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Vie Jul 08, 2022 12:18 pm
marapez escribió:
Un tema de la hostia
Menuda sorpresa escuchar a Villarejo venderle a la María Dolores de su Esperanza el penúltimo truño sobre Podemos. Menuda sorpresa verlo arañar su parte de agente doble de unos y otros tratando de liquidar favores tanto como ahora liquida cuentas... En 2017, en el equipo legal de Podemos, ya estábamos curados de asombro ante la ínfima calidad de los materiales para ensuciar un proyecto aún sin hipotecas. Quedaba quizá siempre la sorpresa eterna de ver arrastrarse a unos periodistas y a unas instituciones por el trazo grueso del titular, convirtiendo en pernada el derecho a la información y en obsceno el derecho público. Los audios de Villarejo que ahora se publican son tan interesados y tan inanes como lo fueron entonces. Una ficción programada para el espacio público de garrafón al servicio de esa manipulación que empieza su castillo de naipes en los digitales y la culmina en los telediarios. Por el camino aún veríamos el paisaje de siempre: esa Dirección operativa de la Policía buscando la sonrisa de los gobernantes, esos gobernantes buscando la sonrisa de los poderosos, esos periodistas contentando a esos anunciantes, esos anunciantes pagando a esos editores, esos jueces que dan aire a la noticia ─siempre así, como de refilón, sin llegar a mayores─ mientras firman el auto de procesamiento que siempre deja fuera a los que pactan la composición de los órganos de gobierno... Nada nuevo... Resquicios de ese poder que desde hace medio siglo camina paralelo a las aspiraciones democráticas de este país. Ni en 2017, ni mucho antes, fuimos del todo ingenuos. Sabíamos y sabemos que a la arena de la democracia siempre le llega el ruido que sale de la bancada de los poderosos, ruido para tratar de ensuciar el debate político, para marcar la agenda, para acallar las reivindicaciones de la gente normal. Y que a veces hay tanto ruido que no se oye nada, ni siquiera lo que de verdad esconden unas grabaciones que, más que “filtradas”, semejan un azafate de boñigas secas. Hoy seguimos sin ser ingenuos. Sabemos que no era Podemos lo que les daba miedo. Era la democracia. Era aquella herramienta al servicio de la participación ciudadana que decía lo que había que decir porque no tenía nada que perder, deudas que pagar, ni nombramiento alguno al que aspirar. Hoy, ayer y mañana seguimos teniendo que decir lo mismo. Que el camino de la democracia es el camino de la dignidad de los derechos, del debate público donde las personas pueden participar, proponer, trabajar e incluso protestar al abrigo de unas instituciones que al menos nominalmente les pertenecen. Que la información es un derecho de la ciudadanía y la Justicia un servicio público. Que los partidos políticos son herramientas de participación democrática y que la corrupción sigue siendo el sumidero estructural por el que se nos escapa la representación, la inteligencia pública y nuestro dinero... Mucho, mucho dinero. Y que ese es un camino en el que la ciudadanía debe asumir el protagonismo, porque apoderarnos de nuestra historia no es labor de héroes legendarios, víctimas sagradas, líderes sonrientes ni villanos de filtración interesada. Como entonces, como antes de entonces, como siempre y ahora, es una tarea que deben acometer los pueblos. Y lo bueno de la democracia es que, para alcanzarla, nunca es demasiado tarde.
"Pobrecito" Pablo Iglesias... encima no se ha dado cuenta de que le estaban hablando de "usted"...
marapez V.I.P.
Mensajes : 46445
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Miér Jul 20, 2022 1:12 pm
La democracia traicionada
Los audios entre Villarejo y Ferreras, sobre los que se ha escrito, hablado y twitteado muchísimo (si no se hacía y de inmediato se arriesgaba uno a la lapidación en la plaza pública digital), han evidenciado que los medios de comunicación no son una “ventana sobre el mundo” que refleja la realidad tal y como es, sino dispositivos que establecen regímenes de visibilidad (cfr. Lozano 1998). Ahora bien, que los medios conforman marcos, crean agendas y, en definitiva, ejercen una función de filtro de la realidad, es algo que en Teoría de la comunicación se lleva explicando desde hace más de medio siglo. Y no es malo en sí mismo, principalmente porque debido a la complejidad de la realidad no podría ser de otra manera.
La crudeza y bajeza de lo escuchado en los audios también ha puesto de manifiesto algo que sin embargo se ha comentado menos: el fact checking no es suficiente. Paréntesis: que la periodista Ana Pastor, fundadora de Newtral, una empresa que tiene como razón de ser la verificación de datos en función de su correspondencia con los hechos, hable ahora precisamente de “contexto”, saca sonrisas a todos aquellos que llevamos tiempo argumentando que esa no es la vía. No lo es por su escasa efectividad en tiempos de “infodemia”, donde se multiplican los canales y los enunciadores y en los que la información circula más rápido que nunca. En este sentido, argumenta Lorusso (2018) que el fact checking es, en la mayoría de los casos, una ilusión, un simulacro que delega la transmisión de información de unas fuentes a otras que consideramos más creíbles. Y es que la cosa va de esto: de fiabilidad, de confianza y de credibilidad. Walter Lippmann, hace ya un siglo, argumentaba que no podemos hacernos una concepción del mundo que nos rodea a través de los hechos, de lo factual, porque por mucho que estos existan es imposible que accedamos a todos ellos todo el tiempo. Ni siquiera lo podemos lograr a través de las descripciones que nos llegan de él, pues, salvo en el caso de algunos temas que conocemos en profundidad, no sabremos distinguir las fidedignas de las falsas. Esto nos lleva a elegir a unos informadores a los que dotamos de fiabilidad y que se convierten en fuentes de autoridad, confiamos en sus palabras antes incluso que en los propios hechos. Ahora bien, uno de los grandes problemas de la era de la posverdad en la que nos hallamos no es que estamos ante un decaimiento o reducción de la verdad, sino, más bien al contrario, que nos encontramos ante una multiplicación de la misma y de sus enunciadores. Aquí, la selección de esas fuentes a las que dotar de credibilidad se hace cada vez más según criterios de simpatía y de adhesión irracional. Por eso la responsabilidad de dos figuras como Antonio Caño y Antonio García Ferreras era mayúscula y han defraudado. Se habían erigido como fuentes de autoridad, informadores fiables, avalados por los criterios que exige el periodismo, por las instituciones que les respaldaban (en concreto El País) y por la pluralidad que promulgaban (Al rojo vivo: “más periodismo”). Esto les distinguía del youtuber de cabecera de cada cual. Tenían un “contrato fiduciario”, establecido entre enunciador y enunciatario (Greimas), que no respondía a gustos e intereses individuales, sino a la confianza depositada en quienes se deben -en teoría- a la ética, el rigor y el deber de proporcionar a la ciudadanía información veraz, derecho recogido en el artículo 20 de la Constitución Española. Ferreras era perfectamente consciente de la autoridad de la que gozaba (en pasado), de la institución que le sostiene y de la responsabilidad que ello conlleva. Así lo reflejan sus declaraciones cuando afirma querer hacer de laSexta una televisión de Estado; que La Razón está haciendo las cosas bien y empieza a ser periódico oficial, pues, más allá de su legítima línea editorial, refleja pluralidad y criterio entrevistando a Pablo Iglesias; que él capta audiencia cualitativamente medio-altas, el truco está en mostrarse plurales, rigurosos y serios, con el fin de obtener mayor credibilidad, de ser fuentes fiables y objetivas para cuando llegue el combate importante pegar las hostias que más duelen, las que matan, como hicieron él con Monedero y “su chica” con Iglesias. Por eso, este crimen, estratégicamente planeado, con alevosía y en la nocturnidad de los restaurantes donde se reúnen señores más burdos y toscos incluso que las fakes news que difunden a un mes de las elecciones generales, ha dejado un reguero de víctimas: Pablo Iglesias, Podemos, el oficio esencial del periodismo y sus profesionales honestos..., pero la más grande y la más grave es la traición que se le ha hecho a la democracia. Se ha roto el contrato fiduciario que había con todos los ciudadanos. Con toda la gravedad de los hechos, esta triste historia podía traer consigo la oportunidad de reflexionar y actuar en conjunto, como sociedad, sobre uno de los pilares en los que se basa nuestro sistema: el derecho a la información y, en consecuencia, sobre los medios de comunicación. Pero, si bien es cierto que se ha abordado el tema desde distintas perspectivas y se han realizado, a mi juicio, análisis interesantísimos (Pablo Iglesias recopila algunos, en infoLibre se han escrito otros tantos), parece sobresalir el ruido que ahoga esta oportunidad y fomenta la impunidad de la que se creen que gozan algunos. Así nos encontramos con una izquierda que, oh sorpresa, levanta caza de brujas y se pelea con la propia izquierda. Mientras unos, puristas y mandones (y también bastante incoherentes), se dedican a escribir manifiestos de justo comportamiento, otros parecen desear tanto o más que los propios implicados que esto pase rápido y se dedican a generar polémicas entre ellos en vez que criticar lo acaecido y sus culpables. También vemos algunos periodistas que desde una más que legítima frustración gritan muy alto “no todos somos iguales”. Cierto, pero no basta. Sobre todo, porque el mensaje que parece que le está llegando a la ciudadanía es justamente el contrario. En ese sentido creo que es necesario pasar a la acción, fomentando los mecanismos de control al propio gremio, creando y reforzando los Colegios de Periodistas y refundando Asociaciones de Prensa que no generen vergüenza. Por último, creo que los ciudadanos tenemos el deber de exigir una democracia con mayores garantías, que respete nuestro derecho a la información veraz. Y esto no pasa por quedarnos en el hastío y la desafección, consumiendo cada vez menos prensa y haciendo de todos los profesionales de un sector lo mismo. Ser críticos es justamente lo contrario, es tener la capacidad de distinguir. Y una forma de participar para avanzar juntos es apoyar a los medios independientes conformados por profesionales honestos y fiables, que han demostrado que sí existe una forma correcta y rigurosa de realizar esta labor primordial para cualquier sistema democrático digno de denominarse así.
Tema: Re: ¿Vivimos en una democracia? Lun Ago 01, 2022 10:10 am
Mala salud democrática
El vertiginoso acontecer de noticias diarias, hacen que queden inevitablemente relegadas muy pronto muchas de ellas. Pero hay algunas que tienen una gran importancia y cuya reflexión no puede quedar sepultadas por otras posteriores. Incluso, algunas de esas noticias fulgurantes están interconexas y no son hechos aislados.
Algunos, no sé si muchos, somos particularmente sensibles a lo que es “calidad democrática”, materia a la que, desde un enfoque jurídico, personalmente dediqué numerosos trabajos desde la llegada de M. Rajoy al poder, aunque la cosa viene de mucho más lejos, como de modo excelente relata sobre España históricamente el magnífico libro de Paul Preston: Un pueblo traicionado” De la restauración para aquí, todo podrido. España es así. Y luego la gente sigue votando a corruptos…
La noticia de hace apenas diez días sobre las últimas grabaciones en los que “periodistas” televisivos (de cloacas) se hacían eco a sabiendas de informaciones tan falsas como burdas lanzadas por policías (de cloacas), no es algo nuevo sino una confirmación más de la podredumbre que hay en nuestro país en las relaciones poderes mediáticos, judiciales, policiales y empresariales con fines inmorales. En un mundo inundado de fakes, ha sido casi en exclusiva (los independentistas catalanes también, recordemos anteayer Pegasus) un partido político y su gente el hostigado de modo indecente y constante a base de noticias inventadas y publicadas para hacer daño. Y de paso, algunos jueces patrióticos han sido receptivos a acoger, tramitar y alargar denuncias y querellas de grupos dedicados a esto. La información se retroalimentaba en medios periodísticos con cada paso que “su señoría” ordenaba alguna diligencia y como todo se alargaba, más carnaza. Al final, nada sucedía y, como verdaderamente no había nada punible, se acababa archivando porque no tenían más remedios. Pero mientras… Se trata de Podemos y de modo personal y directo, quien fue su líder, Pablo Iglesias (e incluso su pareja) quienes han venido siendo víctimas claras de esto a modo de dianas constantes. El odio con que la parte de la sociedad muy de derechas (inicialmente votante del PP y luego Vox, cuyas diferencias están cada vez más diluidas) les recibió, no solo era exacerbada de fobia sino también a altos niveles de que ese partido pudiese ser un riesgo contra el montaje de privilegios que llevan ostentando siempre los “dueños de la patria”. Los daños que se causarían con estas mentiras a los resultados de esta formación, se unen las ventajas de quien desde el PP concurrían dopados a las elecciones con mucho dinero sucio a cambio de contratas y lo que es peor, con muchas influencias. El hecho de que ningún líder de este partido, a pesar de tanta porquería, se haya encontrado frente a una sentencia contra ellos, evidencia que han sido muy bien tratados por la judicatura y la fiscalía personajes como M. Rajoy, Cifuentes, Cospedal, Esperanza Aguirre (en la última ocasión, por prescripción del delito cometido y con negativa a firmar la solicitud de archivo las fiscales que llevaron el caso durante ocho años). Todo eso era y es un ataque grave a las reglas democráticas más básicas y cómo el hecho de que en la ofensiva sin parar desde 2015, se confabulasen y actuasen en armonía todas las poderosas instancias patrióticas. Ya se sabe, ellos son España, los “nacionales”. Lo de las actuaciones especialmente incisivas de jueces que bajo su toga ocultan planteamientos políticos que colocan por encima del sentido de la justicia, da para muchos artículos monográficos. No obstante, aunque ha habido varios magistrados empeñados es difícil de superar la obsesión del nada independiente juez instructor de la Audiencia (nombrado dos veces para cargos de confianza de los gobiernos de Aznar y Rajoy), que teniendo en sus manos diversas actuaciones las más graves de delitos cometidos desde los aparatos del Estado, se dedicó largo tiempo a aplicar su total enconamiento personal contra el máximo dirigente de Unidas Podemos, retorciéndolo todo, si bien su ardor guerrero fue parado por dos veces por el Tribunal Supremo. En este entramado de actores dedicados a la constante difamación se podrían recordar actuaciones muy graves, como la difusión por una periodista de la SER (ahora también televisiva), del denominado Informe PISA (acrónimo de “Pablo Iglesias Sociedad Anónima”), un cóctel de fabulaciones para hundir a nivel político y personal a los lideres de Podemos. Hace apenas un mes, un exdirector reciente de El País, Antonio Caño, ha reconocido con naturalidad la confabulación mediática y empresarial difamando a Podemos y sus líderes para evitar que entrasen en el gobierno. Hace apenas diez días, se reveló otra de los intentos difamatorios graves de un dueto de “periodistas” (¿) y que ha dejado muy tocado, casi hundido, al mediático gesticulador que se prestó a difundir informaciones que sabía él mismo que eran falsas. Pero es conocido que él haya sido siempre un puro esbirro del capo más poderoso y sinuoso en España. Todos son favores, servilismos e intereses oscuros. En todo caso, resulta triste que, a nivel político en España, nadie relevante haya hablado sobre el tema. Los que se autocomplacen en repetir el mantra de “la izquierda somos nosotros”, silencio total como si las cloacas no fueran con ellos. Todos callados ante una prueba más, pero muy expresiva, de lo que esta sucediendo hace años en España sobre un deterioro notable de la calidad democrática. Algunos máximos dirigentes de otros países han expresado su apoyo y solidaridad con el principal afectado, Pablo Iglesias. Yo lo comparto, aunque no esté a ese nivel de izquierda y no me emocione la persona, pero quisiera ir más allá en orden a generar una sincera reflexión sobre estos disparates y el deterioro que en nuestra democracia se produce. Si esto le hubiese pasado al PP o a Vox, la escandalera sería mundial. Pero verdaderamente, a ellos, no les sucedería. Dice Yolanda Díaz que quiere escuchar. Pues bien, aunque acaso valga de poco, yo dejo aquí una reflexión en orden a recordar que los cinco millones votos que sacó Podemos en las elecciones de hace pocos años, tenían un origen no sólo de izquierdas. También de otros sectores claramente progresistas y, también, por lo que aquí interesa y subrayo, también de personas que creyeron en la sincera e ingenua capacidad regeneradora de la vida pública y social que representaba ese nuevo proyecto. Por eso, los de las cloacas fueron a dinamitar esta cualidad. Lo consiguieron. Desde dentro, algunos en las luchas fratricidas que tuvieron, también se lucieron. Sería una lástima que no convirtiese esto la líder emergente en una de las prioridades y una bandera (aparte, por supuestísimo, de la dimensión social y económica del programa que se genere). Unidas Podemos cometió errores claros, pero, aún más, fue víctima de una infame campaña que afectaba no solo a ese grupo y su líder, sino también lo que es la democracia, manifiestamente mejorable en España.